THE WORLD OF KANAKO

Estiliso ejercicio de film noir japonés

Tetsuya Nakashima es un director japonés que se ha prodigado muy poco; sólo ha firmado nueve trabajos desde 1982. Su película más conocida hasta la fecha es Confessions, de 2010, un fantástico thriller psicológico sobre una madre que busca la venganza. Su última película, The World of Kanako, basada en una novela del escritor Akio Fukamachi, es un estiloso ejercicio de film noir.

El protagonista de la película es Yakusho Fujishima (Koji Yakusho), un antiguo policía que perdió su trabajo y su familia (esposa y una hija, ahora adolescente). Sus problemas mentales, su agresividad y su dependencia del alcohol le han marginado; vive solo y su medicación y atención psiquiátrica son muy laxas. Trabaja como guarda en una tienda de barrio donde se produce un triple asesinato, lo que le lleva a volver a ver a antiguos colegas. A uno de ellos, el detective Asai (Satoshi Tsumabuki), joven y burlón, le hace gracia volver a ver al viejo colega en apuros y lo ficha como sospechoso. En el mismo día recibe una llamada de su ex-mujer, preocupadísima porque su hija Kanako, de diecisiete años, lleva una semana sin aparecer por casa. Está lo suficientemente desesperada como para pedirle ayuda a él para que la encuentre.

The World of Kanako presenta una historia clásica dentro del cine negro, en la que el detective de vuelta de todo busca un niño perdido. Una historia a la que la película da un giro, mostrando qué poco sabe un padre de su hija a medida que va creciendo y cuya inocencia da por sentada. El mensaje llegaría mejor si el padre fuera un poco menos desastroso que el que retrata la película (después de algunas de las cosas que le hace, es casi imposible mantener la inocencia). Pero eso se nota menos porque la película dosifica la información de manera que el espectador empieza por conocer poco a Kanako, y, ayudado además por su angelical aspecto, también presupone su inocencia. Su imagen, al contrario que la de su padre, se va degradando de forma muy gradual a medida que afloran los nuevos testimonios e informaciones. Paralelamente a la investigación del padre, la película muestra como, tres años atrás, un chico que sufre bullying en el instituto se enamora de Kanako y cae en sus redes. El 'mundo de Kanako' que retrata la película es negro, negrísimo; tanto que su padre, un abusador politoxicómano violento y con problemas mentales, parece limpio en comparación. La visión del mundo que se nos presenta no deja muchos resquicios a la esperanza; casi todos los personajes que aparecen en la película tienen entre algo y muchísimo que reprocharse. A medida que investiga, el protagonista descubre una trama que va implicando en delitos repugnantes a todos los estamentos de los que deberíamos fiarnos como ciudadanos.

La película también intenta por todos los medios que el espectador no empatice con protagonista de la película (algo casi inevitable), creando un personaje desagradable en grado extremo. Tiene problemas mentales, es terriblemente agresivo y maleducado, es un abusador de mujeres y un tipo en general violento. Sus sentimientos respecto a su hija son ambiguos; por un lado conserva un recuerdo idealizado de cuando era muy niña y por otro cuando empezó a crecer y antes que su mujer se divorciara de él la maltrataba. A medida que su investigación progresa, tirando trabajosamente del hilo a través de testigos muy reluctantes a tratar con él, empieza a molestar a todo el mundo, hasta el punto que acaba embarcado en una empresa quijotesca que le puede costar la vida. Pero ni así lo vemos con mejores ojos; por cada cosa positiva que hace, hace tres que lo muestran como un tipo despreciable. Sus motivos tienen poco de altruista, son una mezcla de tozudez y sentido posesivo hacia una hija que se resiste a creer que haya salido peor aún que él. Los dos actores protagonistas, Koji Yakusho y Nana Komatsu, están perfectos en sus roles. Yakusho, habitual secundario de carácter, le pone carisma y energía a su personaje; su interpretación resulta magnética, turbia y llena de matices. A pesar de lo histriónico de su papel, no llega a perder nunca su humanidad, su credibilidad. Komatsu en cambio logra aparecer encantadora en casi todo momento, la chica que siempre tiene la palabra justa para cada uno en todo momento, cuesta mucho atribuirle malas acciones y parece imposible que esté tan vacía como finalmente parece estar.

La película tiene un aspecto visual espléndido y muy personal. Mezcla fuertes influencias de los films explotation de los 60 y los 70 con aspectos más contemporáneos. Parece como si el mundo que envuelve al detective estuviera anclado en esa época; con su vestuario anticuado, su enorme coche americano y la banda sonora de blues que acompaña sus escenas, llenas de sangre y sudor. Incluso la fotografía tiene un tono un poco más quemado cuando aparece. Las escenas que muestran a los adolescentes están acompañadas de pop y música electrónica japonesa y están rodadas con un estilo más moderno, con una cámara muy dinámica.

El montaje de la película arriesga un poco proponiendo al principio una secuencia de escenas no lineal que van cobrando sentido a medida que transcurre el film y una alternancia entre el presente y tres años atrás en la acción. Y en mi opinión acierta, le da dinamismo a la acción y facilita que el espectador se vaya enterando al mismo ritmo que el protagonista de los resultados de su investigación y vaya trazando el paralelismo entre Kanako y su padre.

En conjunto The World of Kanako me ha parecido una película muy estimable, formalmente muy buena y con una historia negrísima que concluye muy bien en un final algo largo pero logrado. Un descubrimiento.

(c) 2014 Jordi Flotats