Crónica del primer día del Festival. Películas vistas: [REC]4, The Babadook y The Target
Arranca la 47 edición del Festival de Sitges, por el momento marcada por los problemas generados a raíz del cambio de sistema de venta de entradas. Este año el Festival ha contratado un sistema propio de venta, desvinculándose del proveedor de las últimas ediciones. Todas las entradas se vendían exclusivamente a través de una web, que incorporaba (¡por fin!) el concepto de carrito de la compra, del que carecía el anterior sistema. Pero, como en todas las ocasiones en que se venden entradas de un evento más o menos puntual por un sólo medio de venta, el sistema se colapsó, provocando esperas larguísimas y frustrantes cancelaciones por tiempo. También se dieron problemas de doble asignación de asientos en las localidades numeradas del Auditori. Espero que si mantienen este sistema de venta la experiencia de esta edición sirva para mejorar para la siguiente.
Este año el Festival homenajeará a invitados tan ilustres como Roland Emmerich, un director con una larga trayectoria de blockbusters (Independence day, Godzilla, El día de mañana, 2012,...) y una gran predilección por la destrucción urbana; Joe Dante, que presentará su trabajo Burying the ex en la clausura; Dick Miller, del que se proyectará un documental (That guy Dick Miller); la actriz María Kosty; o Antonio Banderas, uno de los actores españoles más internacionales que además presenta Autómata, donde además de interpretar al protagonista ejerce como productor.
En la gala inaugural se ha entregado el premio Méliès de Oro a la mejor película europea de género fantástico a Alleluia, del director belga Fabrice du Welz y el Méliès de Oro al mejor cortometraje a The Body, del británico Paul Davis. El Festival ha entregado el Gran Premio Honorífico al director alemán afincado en Estados Unidos Roland Emmerich y el premio Màquina del Temps al veterano actor Franco Nero por su larga trayectoria cinematográfica. Tras la gala se ha proyectado uno de los platos fuertes de la programación de este año, [REC] 4.
Tras una cierta confusión inicial con el nuevo sistema de accesos para los acreditados en el Auditori y un retraso debido a la sesión infantil anterior, empiezo el Festival con el pase matinal de [REC] 4: Apocalipsis, de Jaume Balagueró.
[REC] 4 empieza donde terminó la primera parte de la saga. Su protagonista, la reportera Ángela Vidal es rescatada in extremis del edificio zombificado por un miembro de las fuerzas especiales que había entrado a colocar cargas de demolición para eliminar a los infectados. Ambos, junto a otro miembro de las fuerzas especiales y una anciana superviviente de la boda que relata [REC] 3 son internados en un barco de carga en alta mar que se usa como lugar de cuarentena. Pero algo no acaba de cuadrar; el lugar está lleno de cámaras, agresivos guardias y un equipo médico que se conduce con mucho secretismo. Cuando la situación se complica, el barco será una cárcel de muy difícil evasión.
La película me ha parecido bastante bien realizada, con una atmósfera claustrofóbica y opresiva que aprovecha perfectamente la ambientación en el barco. Pero los personajes no tienen la gracia y la naturalidad de entregas anteriores, se pierde la baza que suponía la ambientación familiar y cotidiana. Esto provoca que el resultado final sea mucho más genérico. Tampoco me ha entusiasmado el reparto, más flojo que en las anteriores películas. Con todo, el resultado final no deja de ser entretenido. Puede leerse la crítica completa AQUÍ.
Sin tiempo a respirar, vuelvo a entrar al Auditori para ver The Babadook, de la australiana Jennifer Kent. La película, de presupuesto ajustadísimo, plantea una historia de terror rodada de una forma muy clásica e inteligente.
Los protagonistas de la película son una madre y su hijo. Ambos están muy traumatizados por la muerte accidental de su marido y padre justo el día del nacimiento del niño. El niño tiene muchos problemas de agresividad en la escuela y por las noches tiene pavor a los monstruos que acechan bajo la cama o en el interior de los armarios, hasta el punto de no dejar dormir bien a su madre. Ella trabaja como enfermera en un hospital geriátrico y aún añora terriblemente a su esposo. Un día, cuando va a leerle una historia a su hijo para que duerma, descubre un libro nuevo en la estantería, The Babadook. El libro, acompañado de ilustraciones simples pero siniestras, cuenta la historia de una criatura que llama tres veces a tu puerta y si la dejas entrar ya no podrás deshacerte de ella. Tira el libro a la basura, pero pronto los sueños de ambos empiezan a poblarse con la criatura y fenómenos extraños se van sucediendo en la casa, algo que agravará el comportamiento del chaval y complicará aún más la vida de su madre, poniéndoles en una situación imposible.
The Babadook es una cinta de terror con una trama que liga perfectamente los elementos sobrenaturales con la vida de los personajes, haciendo que se realimenten progresivamente hasta su satisfactorio clímax. A diferencia de muchas cintas de fantasmas, que muestran cómo una familia básicamente normal ve destruida su convivencia feliz por unos acontecimientos sobrenaturales, en esta película su monstruo se alimenta de los miedos y los traumas de dos personajes heridos, dos seres vulnerables a los que quiere terminar de hundir para alimentarse de ellos.
La película tiene un presupuesto modesto, pero una factura impecable. La fotografía y el diseño de producción son fantásticos; la luz es fría y todos los elementos de la decoración de la casa tienen colores apagados, con gran predominio de los grises y los azules, potenciando la atmósfera triste y opresiva de los personajes. Jennifer Kent dirige con elegancia una película de terror que juega con los sonidos y las sombras para crear tensión. Essie Davis y Noah Wiseman están soberbios en sus papeles de madre e hijo, especialmente ella; muestra una variedad de registros impresionante. Una de las mejores películas de terror que he visto en los últimos tiempos. Puede leerse la crítica completa AQUÍ.
Termino el día de películas asistiendo al pase de la película surcoreana The Target, de Chang. La película es un remake de la película francesa Point blank que Fred Cavayé dirigió en 2010. Esta nueva versión sigue la trama de la original muy de cerca, cambiado un poco algunos personajes y localizaciones y añadiendo aún más acción.
Un hombre inconsciente, al que han disparado y atropellado es ingresado en un hospital. Allí un doctor le salva la vida, tratándole y evitando que un asesino lo desconecte del soporte vital. Cuando llega a su casa lo dejan inconsciente, secuestran a su esposa embarazada y amenazan con matarla a menos que les entregue a su misterioso paciente. Pero no resultará sencillo: la policía está investigando el caso, y el paciente, ya despierto, afirma que fue víctima de una trampa y a la primera ocasión escapa. El médico lo sigue, desesperado y, dado que sabe quien es el secuestrador, ambos se alían para tratar de salir del entuerto mientras todo el mundo anda detrás de ellos.
The Target es una película repleta de acción, con un ritmo trepidante y trama llena de giros y sorpresas. En conjunto la película resulta entretenida, con unas escenas de acción bastante espectaculares. El guión y los actores no resultan tan acertados; la historia tiene lagunas importantes y algunos de los protagonistas están o demasiado inexpresivos o demasiado sobreactuados. En conjunto me ha parecido una película correcta, pero bastante del montón. No he visto la película francesa original, pero me cuesta creer que sea peor que este remake. Puede leerse la crítica completa AQUÍ.
(c) 2014 Jordi Flotats