CHAINED

Escalofriante estudio de una infancia destruida

Jennifer Lynch es la hija de David Lynch, uno de los mejores y más personales directores de cine en activo. No tuvo que ser fácil superar las comparaciones entre ambos, ni tampoco sufrir acusaciones de nepotismo. Hasta el punto que su debut, Boxing Helena (1993), realizada cuando tenía diecinueve años, recibió terribles críticas, hecho que provocó que esperara cince años a dirigir su segundo trabajo, Surveillance (2008). Surveillance, una película notable, tuvo buena acogida y le permitió continuar con su carrera. Su siguiente rodaje fue mucho más accidentado, fue a India a rodar Hissss con equipo hindú y chocó con una industria que trabaja a otro ritmo y con otro nivel de exigencia diferente al de Hollywood. El documental Despite the gods muestra las numerosas peripecias por las que pasó durante la producción de la cinta. Su último trabajo es Chained, un thriller que gira alrededor de la relación enfermiza que se establece entre un psicopáta y el niño al que tiene prisionero en su casa.

La película se inicia con una madre (Julia Ormond) y su hijo (Evan Bird), saliendo del cine. Debido a la insistencia de su marido (Jake Webber), toman un taxi para volver a su hogar. Para su desgracia el conductor del taxi es Bob (Vincent D'Onofrio), un psicópata que los secuestra y los lleva a su casa, situada en el campo, un lugar completamente aislado. Una vez allí asesina a la mujer, pero decide quedarse al niño y rebautizarlo como Rabbit (conejo). Rabbit pasará años con las piernas encadenadas, con la libertad justa como para moverse por la casa, hacer la limpieza y deshacerse de las víctimas que va trayendo regularmente el taxista. Cuando llega a la adolescencia, éste le intentará convertir en el hijo que nunca tuvo, haciéndole aprender anatomía e intentando que se cobre su primera víctima.

Chained es una película con una historia quizá demasiado simple; con dos personajes, Bob y Rabbit; un sólo escenario, la casa de Bob y como argumento central la relación entre los dos. Pero con esos elementos, el guion y la dirección de Lynch y las prodigiosas interpretaciones de los actores, la película se convierte en un más que apreciable estudio entre la relación entre torturador y torturado, en un oscuro cuento sobre cómo los progenitores pueden deformar a un niño. Además la cinta, de ritmo narrativo pausado, nunca aburre ni cae en la reiteración. Destaca especialmente Vincent D'Onofrio, un actorazo que no suele recibir muchos papeles que le permitan lucirse. D'Onofrio llena de fuerza y carisma un personaje frío y brutal, un cazador muy cuidadoso que nunca ha sido capturado. Sufrió una infancia terrible que contribuyó a convertirle en el monstruo que es, y a pesar de ello, no duda en infringir daños parecidos a Rabbit, a pesar de verlo como hijo suyo. También me gustó mucho Eamon Farren, que da vida al Rabbit joven; Farren transmite muy bien el sufrimiento que le han causado los maltratos de Bob, creando un personaje que se resiste a ser un monstruo, a pesar de haber sido educado para ello y haber crecido encadenado, física y mentalmente. Farren transmite muy bien, incluso en sus movimientos, el peso de esas cadenas y el terrible estrés continuo que supone el tipo de vida que lleva.

Chained me gustó; la combinación de guion, dirección y el inspirado casting la convierten en una película muy apreciable, lejos de los tópicos del cine de psicópatas. También tiene un giro final bastante sorprendente, construido a lo largo de toda la película y que cierra perfectamente la trama. Aunque quizá me gustó un poco más Surveillance, Jennifer Lynch demuestra con esta película que es una directora capaz.

(c) 2012 Jordi Flotats