IRON SKY

Los nazis vuelven desde la cara oscura de la luna

Iron Sky es una película con una génesis bastante curiosa; su producción empezó en 2006 con un presupuesto harto ajustado, lo que llevó a sus responsables a presentar un trailer en el Festival de Cannes de 2008 para atraer financiación. Lograron sumar al proyecto a la productora 27 Films Productions, pero aún no fue suficiente. En 2010, de nuevo en Cannes, lograron enrolar a la compañía australiana New Holland Pictures. Esta obvia necesidad de financiación para poder llevar a término el proyecto condujo a sus artífices a buscar formas creativas de conseguir dinero, explorando con éxito el crowfunding, la financiación a través de particulares, recaudado a través de internet. De los 7.5 millones de euros del coste de la cinta, un millón proviene de aportaciones particulares en la web www.wreckamovie.com, una comunidad de entusiastas amantes del cine y deseosos de opinar y aportar. Este modelo, que viene aplicándose desde hace algún tiempo con bastante éxito en temas de software (especialmente juegos) y gadgets tecnólogicos, se está empezando a emplear en el cine a pequeña escala. Iron sky es de momento la película que más dinero ha conseguido por este medio, pero quizá es una precursora de muchas más.

La idea de partida de Iron Sky me parece terriblemente atractiva. La película se ambienta en un distópico 2018 en el que la Alemania nazi, en posesión de tecnologías antigravitacionales y con un programa espacial secreto, fundó una base militar en la cara oculta de la Luna en 1945. Tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, la base se acabó convirtiendo en refugio permanente para los refugiados que lograron llegar hasta ella. Con el paso de los años, y a costa de muchos sacrificios, prosperaron y fueron mejorando su tecnología, hasta el punto de pensar en preparar su retorno triunfal al planeta madre. Ya en 2018, liderados por el führer Wolfgang Kortzfleisch (Udo Kier), bajo las órdenes del General Klaus Adler (Götz Otto) y la Teniente Renate Richter (Julia Dietze), preparan la última batalla con el objetivo de conquistar la Tierra. Pero justo antes de eso se toparán con los planes para la reelección de una presidenta de Estados Unidos (Stephanie Paul).

El desarrollo de Iron Sky no acaba de hacer justicia a su planteamiento. La película usa la cobertura de la ciencia-ficción y los villanos por antomasia para plantear una comedia con toques políticos, con un argumento simple y multitud de gags. El conjunto es divertido pero muy irregular, algo disperso y parte del humor me pareció un poco tontorrón. Viendo la película se hace evidente que han exprimido cada euro del presupuesto para intentar que luzca bien. Y lo han conseguido; sus efectos digitales no son de primera línea, pero son más que decentes; tiene el mínimo de exteriores, pero no se echan mucho de menos; el vestuario es muy bueno y consigue el efecto cómico que pretende. Naturalmente tiene algunos momentos en que se nota lo barato de la producción, pero su humor los compensa sobradamente. Me gustó mucho su tramo inicial, con la malvada base nazi en la luna en forma de esvástica y la cuidada propaganda que se ofrece a sus habitantes; también me reí con ganas con las reuniones de la ONU presididas por una presidenta de los Estados Unidos sospechosamente parecida a Sara Palin. Me gustó su casting, con unos terriblemente arios Julia Dietze y Götz Otto y un Udo Kier como decadente führer. Desde luego Iron Sky no pasará a la historia del cine por su calidad cinematográfica, pero en mi opinión ofrece una hora y media de diversión, usando sin complejos a los malvados por antonomasia, los nazis, para reírse de nuestra sociedad.

(c) 2012 Jordi Flotats