THE RAID

Acción a raudales

Gareth Evans es un director de cine galés que tras rodar su primer trabajo, Footsteps en 2006, fue a Indonesia a realizar un documental sobre un arte marcial propio de ese país, el Pencak Silat, tras lo cual decidió afincarse allí. Aficionado desde siempre al cine de artes marciales, aprovechó los contactos que hizo durante el rodaje para rodar Merantau en 200x. Merantau despertó bastante expectación por su combinación de espectacularidad y argumento y suposo el descubrimiento del artista marcial Iko Uwais. Ahora, con The Raid, Evans vuelve con Uwais con una película aún más espectacular.

The Raid tiene un planteamiento muy sencillo: un grupo de unos veinte policías de élite tipo SWAT realiza una incursión en un edificio habitado por un gran jefe del crimen y sus secuaces; un edificio tan controlado que incluso otros delincuentes alquilan pisos allí para estar más seguros. El objetivo del equipo es entrar sigilosamente y arrestar al gran jefe sin despertar el avispero. Pero claro, eso no sucede, alguien les ha traicionado y les estaban esperando. Al cabo de un rato, el grupo queda atrapado dentro del edificio y aislado del exterior. No pueden contar con ayuda externa porque el oficial al cargo no informó a nadie de donde iban para evitar filtraciones. Acorralados, aislados y diezmados, deberán luchar por la pura supervivencia.

The Raid es una cinta de acción total: aparte del arte marcial indonesio silat hay tiroteos, explosiones, luchas con garrotes, machetes, cuchillos y pelea sucia, todo ello rodado de una forma que sólo puede calificarse de impactante. La coreografía de acción de Iko Uwais and Yayan Ruhian es fluida y dinámica, integrando perfectamente el silat con otras armas modernas y ofreciendo otros estilos marciales (como el judo practicado por el actor y campeón nacional de Indonesia de la especialidad Joe Taslim). Algunas de las escenas de combate de grupo son simplemente antológicas, visualmente cuidadas y estéticas y a la vez escalofriantemente violentas y realistas, perfectamente integradas en los diferentes escenarios del bloque de apartamentos. Los combates individuales protagonizados por Iko Uwais, Joe Taslim y Yayan Ruhian demuestran que son artistas marciales de primer nivel, con una gran técnica y un estado físico impresionante.

El trabajo de Gareth Evans en la dirección es también muy bueno. Lejos de dejar la cámara plantada y dejarla rodando las escenas de acción en planos fijos, Evans prefiere usar una cámara móvil, que sigue a los luchadores y acerca al espectador a la acción sin restar detalle ni perjudicar las coreografías. También me pareció remarcable como en algunos de los momentos más violentos se retira y deja a la imaginación del espectador los detalles más truculentos. Los efectos de sonido y la banda sonora de Aria Prayogi, Joseph Trapanese y Fajar Yuskemal pegan perfectamente con la acción, potenciando el dinamismo de la película.

Argumentalmente The Raid ni tiene mucha miga ni un gran desarrollo, pero ofrece lo suficiente: plantea una situación más o menos plausible y presenta unos personajes menos moralmente claros que normalmente; aparte de buenos y malos también aparecen personajes en la escala de grises. La película tampoco tiene grandes pretensiones en ese sentido, prefiriendo desarrollar la vertiente de acción. Y en esa vertiente es excelente del todo; la combinación de dirección, coreografía de acción y actores convierten a The Raid en una de las mejores películas de acción de los últimos años. Una cita imprescindible para aficionados al género.

(c) 2011 Jordi Flotats