Una slasher-movie con argumento llegada de Hong Kong
La escalada salvaje de precios del sector inmobiliario de Hong Kong antes de la crisis de 2008 ha servido al director Pang Ho-cheung como contexto y excusa para su primera incursión en el género de las slasher-movies. Dream Home es el resultado, una película llena de violencia explícita y a veces morbosamente creativa, mezclada con una acertada mirada crítica a la especulación inmobiliaria y algunas gotas de (negrísimo) sentido del humor.
La protagonista de la película es Cheng Li-sheung (Josie Ho), una mujer con dos trabajos, un padre enfermo y un hermano menor que depende de ella. Malvive y vigila cada céntimo que gasta para ahorrar para su sueño: comprar un piso con vistas a Victoria Harbour, como las que tenía la vivienda donde pasó su infancia antes que los rascacielos la taparan. Pero cuando ya está a punto de conseguir el piso que desea, su precio vuelve a subir y se pone fuera de su alcance; en ese momento Cheng Li-sheung decide hacer algo radical para conseguir que el precio vuelva a bajar: causar muertes horripilantes en el edificio.
Hasta esta película, Pang Ho-cheung había realizado básicamente comedia, mostrando un buen ojo para la sátira social, como en You Shoot, I Shoot (2001) donde un asesino a sueldo decide grabar sus asesinatos como estrategia de marketing ante la bajada de trabajo provocada por la crisis financiera; o en su más reciente trabajo Love in a Puff (2010), una comedia romántica sobre una pareja que se conoce como resultado de las estrictas leyes antitabaco de Hong Kong. Dream Home supone un cambio de género radical, una slasher-movie con toques de drama, aunque Pang mantenga su buen ojo para la observación de lo que pasa a su alrededor y su sentido del humor, aunque en el contexto de un film de horror tenga un cariz muy distinto.
En cierta forma Dream Home está formada por dos películas, mezcladas hábilmente en la mesa de montaje. La primera es una tremenda slasher que muestra la noche sangrienta de Cheng Li-sheung en el edificio donde quiere comprar el piso; una ristra de muertes escalofriante, tanto por la forma realista en que son mostradas como por los sádicos e imaginativos medios empleados (herramientas de constructor, cuchillos, incluso una aspiradora). La violencia es creible, sucia y brutal; en algunos casos además la muerte no llega de forma inmediata, haciendo partícipe al espectador de la terrible agonía que sufren las víctimas. La segunda película es un drama social, una serie de instantes en el tiempo que muestran los acontecimientos que llevaron a la protagonista al asesinato. En los distintos flashbacks se ve cómo avanzó a pasos agigantados la especulación inmobiliaria en una ciudad con límites territoriales tan fijados como Hong Kong, cómo se desalojaba a base de palos a los inquilinos que tenían alquileres de edificios que querían derribarse y cómo crecía la construcción a la par que los precios. Y cómo afectó todo eso a una familia humilde como la de la protagonista, que heredó sólo malas experiencias, familiares dependientes y una obsesión por volver a vivir en el mismo sitio que sus últimos recuerdos felices.
El inteligente y complejo montaje alterna el presente, donde se está produciendo la matanza, con flashbacks del pasado que van apareciendo según su relevancia para cada personaje, sin orden cronológico estricto. Aunque al principio esto pueda parecer algo confuso, la película pronto encuentra su ritmo, pudiéndose seguir sin ninguna dificultad. Esta estructura tiene varias ventajas; permite definir a los personajes según los momentos definitorios de su vida; también permite intercalar episodios de ritmo narrativo menor para que el espectador "descanse" de la violencia y no llegue a acostumbrarse a ella y finalmente permite mostrar la violencia desde el principio de la película, sin tener que esperar a un estallido final tras una larga explicación.
La factura de la película es intachable; aparte del gran montaje de Wenders Li (montador habitual de Pang Ho-cheung), la fotografía de Nelson Yu Lik-wai resulta muy adecuada para el género, con grandes encuadres y uso de colores saturados. Los actores están muy bien, especialmente Josie Ho, la protagonista absoluta, creíble tanto en su faceta asesina como en la de víctima de la situación.
No hay duda de que con Dream Home Pang Ho-cheung ha dado un giro considerable a su filmografía, demostrando que no sólo es capaz de realizar buenas comedias con esta película que tiene momentos realmente escalofriantes, tanto que no la recomiendo a personas a las que moleste la violencia explícita. Ciertamente es una película extraña, tiene mucho más contenido que una slasher-movie corriente; sin las escenas violentas podría pasar por un excelente drama social, pero con esas escenas se convierte en un plato que no es para todas las mesas. A mi no me molestó, de hecho las slasher generalmente no me gustan precisamente por su falta de argumento y variedad; llega un punto en que la propia película insensibiliza al espectador por saturación. Dream Home me gustó en sus dos facetas, me pareció una buena historia, con buenos personajes y también me impactó y estremeció su extrema violencia.
(c) 2010 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Wai dor lei ah yut ho.
- Año: 2010.
- Duración: 96 min.
- País: Hong Kong.
- Director: Ho-Cheung Pang.
- Guión: Ho-Cheung Pang, Kwok Cheung Tsang, Chi-Man Wan.
- Productor: Conroy Chan Chi-Chung, Subi Liang, Andrew Ooi, Ho-Cheung Pang.
- Productora: 852 Films, Making Film.
- Fotografía: Nelson Yu Lik-wai.
- Montaje: Wenders Li.
- Música original: Gabriele Roberto.
- Reparto: Josie Ho, Anthony Wong Chau-Sang, Eason Chan, Michelle Ye, Norman Chu, Hee Ching Paw, Lawrence Chou, Kwok Cheung Tsang, Chu-chu Zhou, Lap-Man Sin, Ching Wong, Juno Mak, Ying Kwan, Lok, Hoi-Pang Lo, Juan Song, Wai Hung Chan.