FASE 7

El apocalipsis visto desde Argentina

En los últimos años no es nada habitual encontrar películas de género fantástico o de terror en el cine argentino. Las pocas cintas de género que se ruedan son producciones pequeñas que es fácil que pasen desapercibidas y a las que les cuesta cruzar el charco y llegar a España. Fase 7, el primer trabajo como director de Nicolás Goldbart, hasta ahora dedicado al montaje, es de este tipo; por suerte pude verla en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, Sitges 2010, donde compitió en la sección oficial, consiguiendo el premio al mejor guión. Espero que eso ayude a su estreno comercial.

Fase 7 podría ser descrita como una comedia post-apocalíptica que narra el fin del mundo como lo conocemos desde dentro de un edificio residencial de Buenos Aires. Su protagonista es Coco (Daniel Hendler), un tipo relajado, simpático y pacífico que acaba de mudarse con su mujer embarazada Pipi (Jazmín Stuart) a un piso nuevo. Un día volviendo de hacer la compra, el edificio donde viven es clausurado para ponerlo en cuarentena por una epidemia de gripe que está empezando a afectar a muchos países. Poco a poco la situación va empeorando, tanto fuera del edificio como dentro; la paranoia, el miedo al contagio y a la escasez se extende entre los vecinos. A partir de un cierto punto Coco se tendrá que poner las pilas para proteger a Pipi e intentar impedir que se entere de la gravedad de la situación para que su embarazo continue sin tropiezos; su vecino Horacio (Yayo Guridi), un paranoico amigo de teorías conspiratorias acabará siendo su mejor aliado.

En mi opinión Fase 7 tiene su mejor baza en la acertada mezcla de géneros que practica. Es una película claustrofóbica que transcurre casi por entero en un bloque de pisos, con reminiscencias a REC y aún más a La Comunidad por su combinación de mala leche entre vecinos y humor negro. Porque cubriendo toda la narración hay una capa de humor que convierte muchas fases de la película en comedia; un humor inteligente manifestado en unos diálogos ingeniosos y unos personajes que empiezan casi como estereotipos, especialmente el paranoico aficionado a teorías de la conspiración, pero también el protagonista, algo friki e irresponsable y su mujer gruñona que le intenta poner los pies en la tierra, y que terminan mostrando suficiente evolución y características propias como para ganar la empatía del espectador. Es precisamente esta evolución de los personajes lo que facilita la transición entre un inicio de film en que predomina la comedia y un final que gira más hacia el cine de acción con transfondo apocalíptico. También es evidente la influencia de la última pandemia de Gripe A en el argumento y en tal cómo se muestra la cobertura informativa en la película.

La dirección de Goldbart resulta bastante inspirada, manteniendo el ritmo y el interés de la película durante toda su duración, aunque personalmente a mi me gustó más su tramo inicial de comedia que su parte final más de acción. No me gustaron algunos trucos algo sucios de guión al final de la película, que aunque simpáticos, no dejan de ser trucos sucios. Las interpretaciones de los actores me parecieron muy buenas; Daniel Hendler y Jazmín Stuart, el protagonista y su esposa, realizan un buen trabajo y transmiten mucha química de pareja. Hendler además tiene una vis cómica muy divertida y también se complementa bien con Yayo Guridi, quien borda el papel de paranoico. Federico Luppi, a cargo de un papel secundario (aunque importante dentro de la trama), está como siempre excelente.

En conjunto Fase 7 me pareció una buena película, una combinación de géneros y personajes que si bien no resulta muy original, sí que es una propuesta divertida. El ingrediente de comedia hará que no aficionados al cine de género puedan disfrutar de la película y las numerosas referencias a otras películas, grupos musicales o incluso cómics harán las delicias de los aficionados. Una propuesta muy recomendable.

(c) 2010 Jordi Flotats