PRECIOUS

Durísimo melodrama y una de las revelaciones del cine independiente estadounidense de 2009

Precious es la segunda película del realizador Lee Daniels, que debutó con el curioso thriller Shadowboxer en 2005, enfrentando a Gooding Jr. y Helen Mirren. Realizada de forma muy independiente, Precious fue ganando fuerza y gancho popular cuando pasó triunfalmente por el Festival de Sundance aún sin tener garantizada distribución, consiguiendo el premio otorgado por la audiencia, el premio al mejor drama y el de mejor actriz de reparto para Mo'Nique y logrando además que la poderosísima Oprah Winfrey promocionara la película. Su éxito en Sundance se repitió en el Festival de Cannes, y eso sumado a la buena respuesta del público ha acabado cristalizando en seis nominaciones importantes a los Oscar (mejor película, mejor actriz, mejor actriz secundaria, dirección, montaje y guión adaptado), de las cuales ha conseguido dos: Mo'nique el de mejor actriz secundaria y Geoffrey Fletcher el de mejor guión adaptado.

Precious cuenta la dramática historia de Claireece Precious Jones (Gabourey Sidibe), una chica de 16 años, terriblemente obesa, que es expulsada de su instituto por estar embarazada de su segundo hijo. Su primera hija la tuvo a los doce y nació con síndrome de Down. Y para colmo ambas criaturas son producto del incesto. Precious vive con su madre (Mo'Nique), una mujer tiránica, mentalmente inestable, que la maltrata de forma cruel, tanto física y como verbalmente, la esclaviza y que encima se embolsa los cheques estatales por tener un menor discapacitado a su cargo, a pesar de tener a la niña viviendo con su bisabuela. Tras ser expulsada del instituto, Precious es dirigida a una escuela alternativa, donde es puesta en la clase de la profesora Blue Rain (Paula Patton), la primera profesora que se preocupará porque realmente aprenda alguna cosa, empezando por leer. Tras tener a su hijo, entrará también en contacto con la señora Weiss (Mariah Carey), una asistenta social. Ambas mujeres, de diversas formas, facilitarán un cambio en la vida de Precious.

La película traslada de forma bastante fiel el espíritu de Push la novela de la novelista y poetisa Sapphire en que se basa, usando hábilmente las herramientas visuales del cine y suavizando un poco el tono crudo de la narración sin rebajar el contenido de fondo. Lee Daniels opta por una dirección basada en el trabajo de los actores, intentando que el espectador se olvide de la cámara y se sumerja en la historia; una opción muy inteligente dado lo acertado del cásting y la naturaleza de la historia. Con esta presentación tan transparente se evita (a veces por los pelos) el exceso de dramatización.

Los actores están simplemente perfectos. La debutante Gabourey Sidibe transmite una gran naturalidad y evita en todo momento la sobreinterpretación, una buena opción dado lo dramático de su papel. Mo'nique, hasta ahora encasillada en papeles cómicos, consigue un retrato escalofriante de la monstruosa madre de Precious; mediante una amplia gama de expresiones faciales y con un gran dominio de la voz compone un personaje mezquino, malvado, egoísta y hedonista; tan exagerado que sólo una buena interpretación como la que logra podría hacerlo creíble para el público. Mariah Carey, prácticamente irreconocible por la falta de maquillaje y caracterización discreta, realiza un muy buen trabajo; contenido, sin sobreinterpretación, pero transmitiendo lo que el guión le pide. Paula Patton, que interpreta a la profesora de Precious, aprovecha su gran carisma para llenar de vida un personaje vital, lleno de empatía.

En conjunto Precious me ha parecido una buena película, realizada de modo inteligente, limando lo justo las asperezas de la novela original para conseguir un buen equilibrio entre una película que denuncia el abandono al que somete el estado a la marginalidad, la desprotección de los más pobres y un melodrama tremendo de los que tanto gustan a Hollywood, con gotas positivas aportadas por individuos particulares. Quizá esa ha sido la clave de su éxito, pero desde luego no le resta mérito al equilibrado conjunto, de factura elegante y que consigue sacar lo mejor de sus actores.

(c) 2010 Jordi Flotats