AMERRIKA

Una agridulce y bienintencionada mirada a los inmigrantes palestinos en Estados Unidos

Amerrika es la primera película de la realizadora Cherien Dabis, nacida en Estados Unidos de padres de origen jordano y palestino. Presentada con gran éxito en el festival de Sundance de 2009, también se llevó el premio FIPRESCI en el Festival de Cannes del mismo año. Para su debut, Dabis, que también se encargó del guión, eligió contar una historia sobre la gente más conoce: los inmigrantes de origen palestino en Estados Unidos; no en vano el título original de la película, Amreeka es la pronunciación árabe de Ámerica.

Amerrika cuenta la historia de Muna y Fadi Farah (Nisreen Faour y Melkar Muallem), madre divorciada e hijo adolescente, que viven una vida  opresiva en la Palestina ocupada, donde tienen que pasar por controles militares incluso para ir al trabajo y a la escuela. Muna y Fadi consiguen un permiso para emigrar a Estados Unidos, donde Muna tiene una hermana, Raghda (Hiam Abbass), que lleva ya quince años instalada. Allí se encuentran que, aparte de las dificultades normales para adaptarse a otro país, deben sufrir el rechazo y un cierto acoso de la población local debido al ambiente antiárabe reinante, exacerbado tras los atentados al World Trace Center de 2001 y la invasión de Irak. Muna, que realizaba trabajo cualificado en su tierra, se verá obligada a trabajar en un restaurante de comida basura para poder ganarse la vida.

La película realiza un muy buen retrato de personajes, trazados desde el cariño y el conocimiento cercano. Mediante el retrato de Muna y su familia, se muestran las actitudes hostiles y los prejuicios a los que tienen que enfrentarse los árabes residentes en Estados Unidos, pero también algunos de los prejuicios de los árabes con respecto al estilo de vida de allí. Los personajes mejor definidos son los de Muna, Fadi y Raghda. Muna es una persona positiva, cándida, vulnerable en apariencia pero muy tenaz y muy fuerte; la magnífica interpretación de Nisreen Faour, llena de humanidad, hace creíble un personaje que en muchos momentos puede parecer demasiado bueno para ser real. Nisreen Faour llena la pantalla con su presencia y provoca la simpatía del espectador más resistente. Su hijo Fadi, muy bien caracterizado por Melkar Muallem, tiene la difícil tarea de adaptarse en un país extranjero donde no es muy bien recibido cuando está en plena adolescencia, un periodo de por sí complicado. Hiam Abbass, que interpreta a Raghda, la hermana de Muna, realiza otra gran interpretación del que quizá es el personaje más complejo y realista de la película; una mujer que lleva más de quince años viviendo fuera de su tierra añorada, que se ha adaptado externamente al estilo de vida americano pero no a su forma de ver las cosas. Raghda desconfía de los estadounidenses y observa con horror como sus propios hijos son más americanos que palestinos mientras lucha una guerra perdida para inculcarles su cultura.

Amerrika es una película simpática y bienintencionada, que cuenta con un guión no exento de algunos problemas, como la excesiva simplicidad con la que se resuelven algunos de los conflictos planteados, una cierta inocencia y bastante parcialidad en el retrato de la comunidad palestina. Aunque estos problemas no impidieron que disfrutara bastante de su visionado, ya que se compensan con creces con las interpretaciones de los actores, el ágil montaje y el poco "relleno" con el que cuenta la película. Su parcialidad resulta incluso justa, ya que son muchas más las producciones americanas que demonizan a las comunidades árabes, pintando sólo a los elementos más extremos que las que los pintan como gente que sólo quiere ganarse la vida sin meterse con nadie.

(c) 2010 Jordi Flotats