Una de las películas más personales de los hermanos Cohen
Un tipo serio es el último trabajo de los hermanos Joel y Ethan Cohen, que sin duda pueden ser considerados como unos de los directores más personales del cine americano actual. Desde el principio de su carrera, los Cohen han logrado (al menos en apariencia) hacer siempre las películas que querían y mantener su personalísimo estilo y particulares inquietudes temáticas y visuales trabajando dentro de una industria tan despersonalizadora como la de Hollywood.
Después de la alocada y para mi gusto algo fallida comedia Quemar después de leer (2008) y de la magnífica No es país para viejos (2007), con la que consiguieron el Óscar y donde exhibían un estilo mucho más clásico para adaptar mejor la gran novela de Cormac McCarthy en que se basaron, Un tipo serio nos devuelve a los Cohen más personales de películas como Barton Fink (1991) o El hombre que nunca estuvo ahí (2001) con una historia que se ambienta en una a finales de los años 60 en una comunidad que al parecer es muy parecida a la de su propia infancia.
Un tipo serio transcurre en una comunidad judía de una localidad no muy grande del Medio Oeste y tiene como protagonista a Larry Gopnik (Michael Stuhlbarg), un profesor de física de la universidad local, casado y con dos hijos, perfectamente integrado en la vida de la comunidad judía local. Larry tiene una vida tranquila y rutinaria hasta que las desgracias lo empiezan a azotar una detrás de otra: su esposa lo quiere dejar por otro, tiene problemas con su vecino, con sus hijos, con su hermano mayor (que vive con ellos) y con un estudiante que lo quiere sobornar. Larry, que sólo pretende ser "un hombre serio" de su comunidad y siempre intenta hacer lo correcto, asiste con creciente desesperación al derrumbe de su vida; para intentar salir del agujero y buscar consejo, contactará con los tres rabinos de su zona.
Los hermanos Cohen han impreso en esta personalísima película casi todas sus marcas de fábrica, tanto temáticas como visuales. Un tipo serio tiene un argumento relativamente simple, superficialmente podría verse como una puesta al día de las pruebas de Job, pero sustituyendo a Dios por la comunidad. A Larry todo le va yendo de mal en peor, pero él nunca renuncia a intentar lo que es correcto, acepta con las mínimas quejas las pruebas que le impone la vida sin salirse del redil, levantando el mínimo escándalo. Los Cohen retratan sin piedad una pequeña comunidad judía con todo el vitriolo que puede dar el conocimiento de primera mano y con una mirada distante y una manera de narrar una historia en la que pueden apreciarse toques kafkianos y muchas situaciones llenas de un humor negrísimo. Sus personajes están retratados sin simpatía con una mezcla de naturalismo y esperpento que pueden encontrarse en otras películas suyas como Fargo o El hombre que nunca estuvo allí.
En Un tipo serio el guión y la puesta en imágenes encajan de manera virtuosa, complementándose y enriqueciéndose. Los Cohen nos cuentan una historia simple con múltiples subtextos con una puesta en imagen naturalista pero desasosegante, feista, con los particulares encuadres y movimientos de cámara de los Cohen, siempre parándose a mostrar el elemento extraño de una escena. En la historia hay un retrato de una comunidad, pero también reflexiones sobre la condición judía, la Torah y personajes muy extremos puestos al límite, todo ello formando un todo homogéneo, que permite pasar de una escena muy dramática a la puesta en imágenes de una historia contada por un rabino sobre un dentista que encontró carácteres hebreos tallados en la parte de atrás de los dientes de un paciente gentil.
El cásting de la película es excelente, compuesto por actores prácticamente desconocidos por el gran público y eternos secundarios que encajan perfectamente en sus papeles. Michael Stuhlbarg, un actor de teatro que se ha prodigado poco en el cine, supera la prueba de cargar con el peso de la película con nota; su interpretación es natural, creíble y contenida. Su personaje es puesto al límite en todos los aspectos y su particular forma de ser le obliga no sólo a soportar las adversidades sino también a luchar por no crear un escándalo. Del reparto coral me parecieron destacados Richard Kind, el hermano medio chalado de Larry, Fred Melamed, el amante de su esposa y George Wyner, el rabino, protagonista de uno de los momentos álgidos de la película.
En Un tipo serio los hermanos Cohen vuelven por sus fueros, con una película que puede parecer menor dentro de su filmografía pero que en mi opinión no lo es. Un tipo serio me ha parecido una obra excelente, difícil de clasificar; una película atípica que divierte y perturba a partes iguales. No hay que perdérsela.
(c) 2009 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: A serious man.
- Año: 2009.
- Duración: 105 min.
- País: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia.
- Director: Ethan Coen, Joel Coen.
- Guión: Ethan Coen, Joel Coen.
- Productor: Tim Bevan, Ethan Coen, Joel Coen, Eric Fellner, Robert Graf.
- Productora: .
- Fotografía: Roger Deakins.
- Música original: Carter Burwell.
- Reparto: Michael Stuhlbarg, Richard Kind, Fred Melamed, Sari Lennick, Aaron Wolff, Jessica McManus, Peter Breitmayer, Brent Braunschweig, David Kang, Benjy Portnoe, Jack Swiler, Andrew S. Lentz, Jon Kaminski Jr., Ari Hoptman, Alan Mandell, Amy Landecker, George Wyner, Michael Tezla, Katherine Borowitz, Steve Park, Allen Lewis Rickman, Yelena Shmulenson, Fyvush Finkel, Ronald Schultz, Raye Birk, Jane Hammill, Claudia Wilkens, Simon Helberg, Adam Arkin, Jim Cada, Michael Lerner, Charles Brin, Michael Engel, Tyson Bidner, Phyllis Harris, Piper Sigel-Bruse, Hannah Nemer, Rita Vassallo, Warren Keith, Neil Newman, Tim Russell, Jim Lichtscheidl, Wayne A. Evenson, Scott Thompson Baker.
- Web oficial: http://untiposerio.es