TiMER

Una comedia romántica con toques de ciencia-ficción

TiMER es el primer trabajo de la directora y guionista Jac Shaeffer, una atípica comedia romántica con toques de ciencia-ficción realizada desde la independencia. La película se basa en la premisa que todo el mundo puede tener un alma gemela, una pareja perfectamente compatible con la que podrá compartir su vida; y aunque a algún lector se lo pueda parecer, esa no es la parte de ciencia-ficción del argumento, sinó que una empresa inventó y comercializó un dispositivo, el TiMER, que permite saber cuánto tiempo falta para conocer a esa persona, siempre y cuando también lleve un TiMER implantado. En cuanto las personas compatibles con TiMERs se encuentran, los dispositivos empiezan a pitar.

Shaeffer aprovecha esta premisa para construir una comedia romántica que transcurre en un mundo idéntico al nuestro salvo por la existencia de los TiMER, supongo que para no espantar al público tradicional de este género. La protagonista es Oona (Emma Caulfield), una chica treintañera soltera que vive con su hermanastra Steph (Michelle Borth), con la que está muy unida. Oona lleva implantado un TiMER, pero áun no se ha activado, por lo que intenta convencer a cada chico que conoce que no lo lleva para que se lo implante y así comprobar si es o no su alma gemela. Cuando conoce a Mickey (John Patrick Amedori) un chico bastante más joven, que trabaja de cajero en un supermercado, toca en un grupo de rock y para colmo ya lleva un TiMER activado, Oona se siente atraída por él, pero decide no liarse en una relación condenada de antemano. Naturalmente la cosa no será tan sencilla.

Como en la mayoría de las comedias románticas, TiMER se basa tanto en el guión como en las interpretaciones de sus actores y en la química que tengan los protagonistas como pareja. El guión de Shaeffer es ágil y dinámico, con un sentido del humor algo azucarado pero divertido; la película tiene bastantes gags de situación generalmente bien resueltos que permiten a los actores demostrar unas buenas dotes para la comedia. Emma Caulfield es un gran acierto de cásting, la actriz perfecta para su papel; Caulfield compone la (bastante típica) protagonista: guapa, vulnerable, romántica y juiciosa. Michelle Borth le sabe dar el contrapunto con su personaje de "chica mala" que en el fondo también está a la búsqueda de príncipe azul. John Patrick Amedori tiene un personaje algo más alejado del típico personaje masculino de este tipo de comedias, para empezar es bastante más joven y alocado que ella y en muchos aspectos más inseguro y vulnerable. La interpretación comedida de Amedori resulta francamente divertida, teniendo en cuenta además que su personaje tiene algunas de las mejores frases del guión. Los actores secundarios también están muy bien, sus papeles son muy estereotipados pero ellos cumplen y están graciosos.

Aparte de las buenas interpretaciones y el correcto guión, TiMER tiene una dirección bastante airosa, que imprime un ritmo muy bueno en la primera mitad de la película. Pasado el ecuador, la película pierde un poco de fuelle, la acción se ralentiza y da la sensación que el argumento se dispersa un poco. Pero al final la película recupera el tono y termina de forma muy satisfactoria, en un final arriesgado para este tipo de cintas.

En conjunto TiMER es una buena película, sin duda una comedia romántica, que nadie espere una cinta de ciencia ficción; ésta se usa sólo para proponer una premisa de partida. La premisa es divertida y permite además la eterna cuestión de si todo está predeterminado (por dioses, fuerzas naturales,...) o existe el libre albedrío; o tal cómo plantea la película si el libre albedrío nos hace más felices. Su final es para mi lo mejor y lo que la distingue de la mayoría de películas de su género por lo realista y porque la película toma partido en las cuestiones que ha planteado. Recomendable para los aficionados a la comedia romántica y al cine independiente más amable.

(c) 2009 Jordi Flotats