VENGEANCE

El último trabajo de Johniie To

A estas alturas Johnnie To ya es un director legendario en Hong Kong, un lugar fascinante, un enclave de culturas, un puerto franco, un lugar donde las potencias occidentales, especialmente el Imperio Británico, se juntaron para explotar al gigante asiático. Su carácter de enclave semiindependiente tras la Segunda Guerra Mundial provocó que se exacerbaran esas características que la diferenciaron del resto de China, resultando de ello una industria cinematográfica propia y diferenciadora; un cine de alto octanaje y baja calidad, inmensamente popular en Asia, que a finales de los ochenta y durante los noventa se refinó un poco y adquirió respetabilidad sin perder ni un ápice de comercialidad. Johnnie To fue sin duda uno de los protagonistas de esta evolución. A través de su propia productora, Milkyway, To ha construido una amplia filmografía que le ha brindado un gran éxito en Asia y un creciente respeto de la crítica internacional, influyendo en muchos directores occidentales.

El cine de To no es muy complejo: sus películas suelen ser thrillers, películas de acción y más ocasionalmente comedias, aunque todas ellas suelen tener los tres ingredientes en algún grado; suelen tener un gran ritmo, escenas de acción imaginativas y bien resueltas y un gran sentido del entretenimiento. Sus personajes, aunque frecuentemente nada planos, tampoco suelen ser demasiado complejos y atormentados pero suelen estar solventemente interpretados por el grupo de actores con el que casi siempre trabaja. Su manejo de la cámara es muy bueno, así como la fotografia, construyendo buenas películas, casi nunca magistrales pero casi nunca malas.

Después de su irregular pero atípica Sparrow, Johnnie To vuelve al cine gángsteres que tanto domina con Vengeance con guión a cargo de uno sus habituales, Wai Ka-Fai. Vengeance tiene un planteamiento inicial más que típico, con una pareja con sus dos hijos que es acribillada en su propia casa en Hong Kong; todo apunta a un crimen relacionado con el crimen organizado. La esposa, única superviviente de la familia, queda en estado crítico, siendo repatriada a su país natal, Francia. Su padre (Johnny Hallyday), viaja a Hong Kong para enterrar a su yerno y nietos y (sobre todo) para vengarlos; pero no conoce la ciudad, no sabe por dónde empezar. Por eso contrata a un grupo altamente organizado y profesional de asesinos local (el grupo habitual de actores de To: Anthony Wong Chau-Sang, Ka Tung Lam y Suet Lam).

Hasta aquí ningún misterio, ya hemos visto esta película, pero a partir de ese punto el guión empieza a complicarse la vida, porque resulta que nuestro abuelo vengador sufre de una enfermedad que le borra la memoria, y para evitar olvidar su objetivo (venganza a toda costa), empieza a acarrear polaroids con notitas (nieto asesinado, asesino alquilado por mí, asesino de mi familia, etc.), lo que da al film un aire francamente surrealista y responde afirmativamente a la pregunta que pudiera hacerse el espectador de si la venganza vale la pena aunque el vengador no recuerde el agravio; francamente yo nunca me lo había planteado.

El primer cuarto de la película engaña, es una película de Johnnie To al 100%, al estilo de The Mission, con violencia, gángsters, honor entre asesinos, amistades masculinas y frecuentes gotas de humor. A partir de un cierto punto la película cambia, lo cual no es necesariamente malo, aunque por desgracia en este caso sí, ya que es a peor.  El argumento es rocambolesco y no tiene ni pies ni cabeza, sólo el oficio de To a la dirección salva a la película del naufragio total.

Los actores están en general bien, quien haya visto otras películas de To reconocerá todas las caras, son sus habituales, y como siempre cumplen con eficacia. Sólo el invitado extranjero destaca por lo malo; el francés Johnny Hallyday, antiguo rockero de rostro arruinado, está inexpresivo, torvo más que triste, enfurruñado más que cabreado. Hay que reconocer que su papel no tiene ni pies ni cabeza, y que haría falta una interpretación impresionante para salir airoso de él, pero Hallyday está a años luz de ello.

En el apartado técnico la película está bastante bien, con una fotografía correcta y un ritmo de película alto (su salvación). Sólo me pareció destacable que los tiroteos no le salieron tan bien a To como habitualmente, ya que cuando querían ser realistas (como el del parque) eran algo confusos y oscuros y cuando querían ser fantasiosos (como el del vertedero) eran demasiado exagerados.

Desde luego Vengeance no pasará a la historia del cine; también ocupa un lugar bastante bajo la filmografía de Johnnie To, un director que nos tiene demasiado bien acostumbrados. Es tan infrecuente ver un tropiezo de ese señor que me costaba de creer que fuera suya. Aún así, continúa teniendo lo suficiente para ser un visionado entretenido, aunque se olvida muy deprisa.

(c) 2009 Jordi Flotats