METROPIA

El Gran Hermano oye lo que estás pensando

Metropia es la primera película de Tarik Saleh, artista reconocido del graffiti y miembro fundador de Atmo Media Network y Atmo Animation, productoras de más de treinta cortos de animación. Antes de Metropia ya había codirigido dos documentales, Sacrificio-Who Betrayed Che Guevara? (2001) y GITMO-New Rules of War (2005).

El proyecto de Metropia ha tenido una génesis larga, con más de cuatro años de producción. Y no es para menos, la película, realizada con bastante economía de medios y de personal, utiliza una técnica de animación innovadora pero laboriosa, el fotomontaje animado. Los personajes están construidos a base de combinar y retocar fotografías reales, básicamente de gente de la calle, a excepción del que pone voz Alexander Skarsgard, que se basa en fotos suyas.

Metropia es una distopía al estilo de 1984 pero con toques kafkianos en su argumento que le aportan algo de sentido del humor. La acción transcurre en la Europa de 2024, castigada por la crisis energética y unida en una gigantesca red de metro montada por la megacorporación Trexx para facilitar la movilidad de sus habitantes e intentar paliar la galopante crisis. Roger, el protagonista vive con su novia en un piso minúsculo y usa cada día el metro para ir a su deprimente trabajo. A partir de un cierto momento, Roger empieza a oir voces cada vez que entra en el metro, lo que provocará se vea implicado junto con la misteriosa modelo Nina en una inmensa conspiración detrás de la cual está la malvada Trexx.

Visualmente Metropia es una película deudora de los trabajos de Terry Gilliam en Brasil, con unos escenarios sombríos y decadentes, mal conservados. La paleta utilizada es básicamente de tonos de gris con el color usado sólo de forma puntual como recurso narrativo, perfecta para el tipo de película y de ambientación que se pretendía. La técnica de animación por fotomontaje es bastante espectacular, le da un aire irreal a los personajes, con caras realistas con texturas detalladísimas, especialmente de la piel y el pelo, pero de proporciones extrañas, con ojos enormes. El único inconveniente que le encontré es que las caras acaban resultanto algo inexpresivas, supongo por limitación técnica y de tiempo.

Argumentalmente la película ya no parece tan bien. La base argumental no es nada original, el aspecto exterior de una distopía con toques de ironía se revela como falso, más bien es la típica trama de empresa malvada que actúa a espaldas de todo el mundo; pero con un desarrollo adecuado del guión, buenos personajes y ritmo narrativo alto, eso sería fácil de pasar por alto. El problema es que nada de lo anterior se cumple: los personajes no están bien definidos, sus reacciones son inverosímiles; no se sorprenden con revelaciones de gravedad increíble y tampoco tienen mucho aprecio por sus vidas; la acción se desarrolla con enorme lentitud y la aparente ironía del planteamiento no parece llegar al guión, con lo que la trama en lugar de irónica pasa a ser directamente tonta.

Es una lástima que una película tan visualmente novedosa esté tan lastrada por un guión tan mediocre, porque el visionado de la película es muy agradable pero yo me acabé aburriendo a pesar de su brevedad. Sólo la recomendaría a fanáticos de la animación.

(c) 2009 Jordi Flotats