DELIVER US FROM EVIL

Un thriller danés sobre la xenofobia

El danés Ole Bornedal tiene una filmografía no muy amplia pero sí interesante. Debutó en 1994 con Nattevagten, un thriller del que él mismo hizo el remake en Estados Unidos tres años después (Nightwatch). Sus posteriores trabajos, I am Dina (2002) y The Substitute (2007) tuvieron bastante buena acogida, pero fue con Just Another Love Story (2007) con la que volvió a dar en el clavo, cosechando éxito de público y taquilla y consiguiendo que se prepare otro remake en Hollywood.

Deliver us from evil, su último trabajo, trata muchos temas controvertidos en una trama de thriller con un final que recuerda a la genial Perros de paja de Sam Peckinpah. La película retrata al feliz matrimonio con dos hijos que forman Johannes (Lasse Rimmer)  y Pernille (Lene Nystrøm Rasted). El matrimonio ha vuelto a instalarse en el pueblo natal de Johannes en la provincia de Jutlandia para huir de la vida de ciudad y estar más cerca de la naturaleza. En la renovación de su casa emplean a Alain (Bojan Navojec), refugiado de la ex-Yugoslavia; Alain está obviamente traumatizado por la guerra, no habla bien el danés y no tiene muchas luces, lo que le brindan la hostilidad y las burlas de algunos vecinos. Entre ellos está Lars (Jens Andersen), el hermano de Johannes, camionero a tiempo parcial, borracho y pendenciero. Lars está saliendo con Scarlett (Pernille Valentin), a la que maltrata sin piedad y que además está embarazada. Volviendo de un viaje, Lars atropella sin querer con el camión a Anna, la esposa de su jefe, que además dirige una asociación juvenil; atemorizado, intenta cargarle el muerto a Alain. Cuando se descubre el cadáver, la situación estalla y el pacífico pueblo se convierte en zona de guerra.

La primera hora de la película, en que se plantea la situación y se dibujan los personajes, es excelente; con una irónica voz en off que a veces se encarna en la "presentadora" de la película, se nos describen de forma certera sus vidas y formas de ser. La cinta triunfa completamente en algo tan difícil com es la identificación del espectador: con el santurrón Johannes, con su algo aburrida esposa, con la víctima de guerra que es Alain y su aislamiento en la comunidad e incluso con el violento y desesperado Lars y su aún más desesperada novia. También se pinta la bucólica vida en el pueblo con tono cada vez más crítico, pasando de la tranquilidad inicial a la vulgaridad de la fiesta popular donde la película realiza su giro de 360º.

La película se transforma completamente cuando se descubre el cadáver de Anna, en mi opinión quizá demasiado completamente. A partir de ese punto la situación se degrada casi de golpe, teniendo una situación parecida a Perros de paja pero sin la preparación previa. Tampoco es que esté del todo mal, pero no acaba de pegar con el inicio; de la crítica sutil pero certera a las actitudes xenófobas de las comunidades pequeñas se pasa a la violencia sin cortapisas. El personaje de Johannes, de apariencia tranquila, se revela como una especie de Gary Cooper en Sólo ante el peligro lo que no me acabó de convencer; tampoco la bestialidad excesiva de algunos vecinos.  Pero a pesar de esa falta de credibilidad, esta parte también está muy bien rodada, con fuerza y con tensión.

La realización de la película es muy buena, la fotografía con colores bastante fríos y mucho contraste le da el aire ideal a la primera parte de la película, contada como un cuento. Los actores realizan en general buenos trabajos interpretativos, especialmente Jens Andersen, Pernille Valentin y Bojan Navojec. Lasse Rimmer, un cómico muy conocido en Dinamarca, también resulta convincente, especialmente en su faceta de santurrón. La tranquila música de jazz que acompaña las imágenes, más propia del cine negro, acompaña muy bien la película y acaba de dar el toque de distanciamento que pretendía el director.

Creo que el problema de Deliver us from evil es que al querer tocar muchos temas se acaba dispersando un poco. Se trata la diferencia entre clases sociales, la xenofobia, la venganza, la brutalidad que yace en el interior del ser humano y el perdón; muchos temas para 100 minutos de película. Esto acaba ocasionando que veamos al menos tres películas distintas, ocasionando que los personajes se desdibujen. Con todo, su impecable realización, las sólidas interpretaciones y lo interesante de los temas justifica de sobras su visionado.

(c) 2009 Jordi Flotats