MAPA DE LOS SONIDOS DE TOKYO

A este Tokyo le faltan sonidos

En los últimos años está aumentando el interés entre Cataluña y Japón. La gastronomía, la moda, el cine y el manga japoneses han ido cobrando protagonismo creciente en los últimos años en Cataluña; y Barcelona, especialmente Gaudí, parece ejercer una enorme fascinación en el pueblo japonés, cuyos turistas llevan años visitando la ciudad.

Fruto de esta fascinación mutua parece haber sido el último proyecto de la directora barcelonesa Isabel Coixet, rodado en Tokyo con actores y parte del equipo de rodaje japoneses. Coixet ha demostrado siempre que no le importa trabajar fuera de España o con repartos internacionales; ya rodó Cosas que nunca te dije, La vida secreta de las palabras o Elegy con actores americanos. Esta vez ha instalado sus sets de rodaje en Tokyo, una ciudad enorme, cambiante, variopinta, contradictoria, acogedora pero también alienante, máxima expresión de la cultura japonesa.

Mapa de los sonidos de Tokyo  es el resultado de ese rodaje. En esta película Coixet ha intentado reflejar alguno de estos aspectos de la ciudad, pero realmente se ha centrado más en los personajes y sus relaciones. La película está protagonizada por Ryu (Rinko Kikuchi), una chica que trabaja en la enorme lonja de pescado de Tokyo para evitar tener que pensar y que ocasionalmente se dedica a matar por dinero. Ryu lleva una vida solitaria, su único contacto humano es con un personaje (Min Tanaka), ocasional narrador de la película, que se dedica a vagar y a recopilar sonidos de ambiente para venderlos a la industria del cine y la publicidad. El próximo encargo de Ryu es David (Sergi López), un español que tiene una tienda de vinos cuya novia japonesa se ha suicidado; su padre, Nagara (Takeo Nakahara), directivo de una gran empresa, ha quedado devastado y ha culpado a David del hecho. Pero las cosas se complican cuando Ryu se enamora a primera vista e inicia una desigual y destructiva relación con David.

En mi opinión Mapa de los sonidos de Tokyo es una película visualmente muy atractiva, muy bien rodada, pero fallida debido a un moroso guión que insinua muchas cosas pero no acaba de contar nada. Después de una breve introducción argumental, el nudo de la película lo constituye la relación entre dos personajes dañados; David acaba de perder traumáticamente a su pareja, en sus contactos con Ryu busca a la vez el olvido y el recuerdo de los buenos momentos que pasó con ella. Ryu es un personaje del que no se cuenta nada; prácticamente no habla, se la intuye infeliz e alienada, pero como no sabemos nada de porqué o de quién es, cuesta bastante empatizar. El rasgo más humano de Ryu es su enamoramiento condenado al fracaso.

Mapa de los sonidos de Tokyo tiene muchos puntos de contacto con El último tango en París (salvando muchas distancias). La relación de Ryu y David es básicamente física, gira alrededor de sus encuentros en un Love Hotel temático, el mismo donde solía quedar Ryu con su novia. Las escenas de sexo, ansiosas y tristes, buscan acercar al espectador a los personajes y a la vez pretenden que sean cercanas y naturalistas. El final de la película, aunque previsible en cierto modo, sorprende por lo precipitado y torpe, pero también por lo cobarde, ya que Coixet delega en un factor exterior un hecho que debería salir de la evolución de un personaje.

El trabajo de fotografía es muy bueno, la película tiene un aspecto excelente, las tomas exteriores de Tokyo son elegantes y espectaculares. Cuando interactuan los personajes Coixet rueda con la cámara muy cerca de ellos y de alguna manera eso los acerca al espectador.

El trabajo actoral es desigual, Rinko Kikuchi es una buena actriz con un trabajo difícil, dada la escasa información del personaje. Kikuchi transmite muy bien la vacuidad y la depresión que le azotan, realizando la composición sin sobreactuar en absoluto. El resto de actores japoneses tienen papeles muy pequeños, pero los realizan bien, destacando el carisma de Takeo Nakahara, que interpreta al padre desesperado. Por desgracia y siempre según mi opinión, Sergi López está horroroso. Personalmente nunca me ha parecido un gran actor, pero en esta película lo hace particularmente mal; está poco expresivo, no transmite nada al espectador y su doblaje, realizado por él mismo, pone los pelos de punta.

Como curiosidad, aunque no es importante para el desarrollo de la historia, el sonido ambiente me pareció bastante malo. Tokyo es una ciudad gigante, pero si pienso en los sonidos de Tokyo que he experimentado, en esta película me faltan muchos. La ciudad que pinta esta película es bastante silenciosa, lejos de la cacofonía habitual de muchos de los barrios de la ciudad, llena de sonidos de la gente, de los omnipresentes cuervos, de las innumerables tiendas con altavoces en la calle, de los restaurantes...En mi opinión al Tokyo de esta película le falta vida.

En conjunto Mapa de los sonidos de Tokyo me ha parecido una película fallida, Coixet quería contar una historia, pero no la ha acercado al público; los personajes resultan distantes, las emociones forzadas, los silencios vacíos. Y como consecuencia de eso la película aburre, y en mi caso incluso molesta ocasionalmente cuando el autodoblaje de Sergi López hace agradecer que al menos los personajes hablen poco. Lástima, porque tanto el escenario como el oficio que tiene Coixet a la hora de rodar daban para mucho más.

(c) 2009 Jordi Flotats