UP

Una pequeña obra maestra de cine para todos los públicos

Es muy difícil lograr que una película pueda gustar potencialmente a todo el mundo, desde niños hasta adultos, y que no aburra a los primeros ni desconecte a los segundos por su simpleza. También es muy difícil intentar conmover sin resultar noño y desde luego hacer reír a toda una sala. Y Up consigue todo eso tan complicado mediante una simplicidad impresionante; su montaje virtuoso y el formidable dominio del lenguaje cinematográfico de sus artífices logran una película que fluye desde el principio hasta final sin un solo meandro; no tiene ningún momento aburrido ni sobrante.

Naturalmente Up no es un fenómeno aislado, es el producto de una evolución del estudio de animación de Pixar que se estrenó en los largos con Toy Story en 1995 y que demostró ganas de innovar y hacer evolucionar el cine de animación tanto en el plano tecnológico por su uso de animación por ordenador como en el apartado creativo. Los éxitos de las posteriores producciones, Bichos (1997), Toy Story 2 (1999), Monsters, Inc. (2001), Buscando a Nemo (2003), Los increíbles (2004), Cars (2006), Ratatouille (2007) y WALL·E (2008) les han puesto en primer lugar en el cine de animación. John Lasseter, su director creativo, ha sido aclamado como un especie de Walt Disney moderno, tanto por su innegable creatividad como por su toque comercial.

El argumento de Up es un poco lo de menos. Un anciano, Carl Fredricksen, viudo decide honrar la promesa que hizo a su mujer e ir a unas míticas cataratas de Sudamérica para construir su hogar; dado que está siendo asediado por los especuladores inmobiliarios para que venda su casa y puedan construir edificios en su lugar, decide irse con ella a cuestas. Sin que lo pretenda, le acompañará en su viaje Russell, un boy-scout en busca de la condecoración que le falta.

Los puntos fuertes de Up son los personajes, el ritmo de la acción y el balance entre ésta y la narración. El diseño de personajes es simplemente impresionante; la exageración de sus proporciones les da una gran expresividad. Carl Friedricksen está fuertemente inspirado en un Spencer Tracy anciano con toques de Walter Matthau, ambos perfectos para el papel. Su gama de expresiones, sabiamente usadas, es amplísima, bien aprovechadas para transmitir todos los matices de un personaje con bastantes capas: ilusión infantil, madurez y amargura por la vejez y la pérdida. El resto de personajes están también muy bien diseñados, pero la propia narración les segrega a roles más secundarios.

La propia narración de la película, su montaje y el uso del lenguaje cinematográfico son impresionantes. Los primeros 15-20 minutos de la película son prácticamente mudos, pero su virtuosa narración hace prescindibles los diálogos; también introduce un grado de madurez inusual (y bienvenido) en el cine de Pixar. El conmovedor inicio da lugar a una avalancha de acción que deja sin respirar al espectador, pero que deja respirar suficientemente a la historia para poderle poner un contexto y permitir (cierta) evolución a los personajes.

Viendo el equipo responsable de Up no puede decirse que su calidad sea una sorpresa. Está dirigida y escrita por Peter Docter y Bob Peterson, ambos habituales de Pixar, responsables de la dirección y el guión de muchas de sus últimas producciones. En la historia también colaboró el actor, guionista y director Thomas McCarthy. El estudio de Pixar dedicó más de setenta animadores a la producción. La banda sonora de la película, firmada por Michael Giacchino, colaborador habitual de Pixar y de J.J. Abrams, recuerda a las bandas sonoras de la edad dorada de Hollywood, exhibiendo una gran versatilidad para acompañar tanto los momentos más tristes y reflexivos como los más trepidantes.

El uso de la tecnología 3D para la exhibición de la película no la perjudica pero tampoco la potencia mucho, está claro que esta película no se pensó específicamente para este sistema; de todas maneras lo recomiendo le añade una cierta dosis de espectacularidad y novedad al visionado.

Up sin duda es una de las películas del año, una muestra de cine atemporal y para todas las edades que habría podido firmar el maestro Miyazaki; no me queda más que recomendarla a todo el mundo.

(c) 2009 Jordi Flotats