DEPARTURES

La ganadora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa de 2009

Departures, ganadora contra todo pronóstico del Oscar a la mejor película de habla no inglesa de 2009, es obra del director Yojiro Takita, que tras rodar una veintena de títulos para adultos, debutó en 1986 en el cine comercial con Komikku zasshi nanka iranai! (1986).

Departures trata un tema difícil, la muerte, más tabú aún en Japón que en occidente. En Japón hay todo un ceremonial relacionado con la preparación del cadáver para ser enterrado; el amortajador se encarga de la ceremonia, realizada delante de la familia y los allegados, de lavar, vestir i maquillar al cadáver antes de ser colocado en el ataúd. En esta ceremonia la familia se despide del difunto, y (lógicamente) debe ser llevada a cabo con gran tacto y ceremonial. Curiosamente, esta costumbre coexiste junto con el tabú de tocar a los muertos, por lo que el amortajador puede llegar a ser algo marginado y discriminado por su trabajo.

El protagonista del film, Daigo Kobayashi (Masahiro Motoki), es un violonchelista que cuando la orquesta en la que toca quiebra, se platea si tiene suficiente talento para continuar ganándose la vida como músico. Finalmente decide dejar Tokio junto a su esposa Mika (Ryoko Hirosue) y empezar de nuevo en Sakata, su ciudad natal. Allí se trasladan a la casa que le dejó su madre al fallecer y donde se crió, lo que le trae recuerdos de su infancia y de cómo su padre les abandonó cuando tenía seis años. Kobayashi empieza a buscar trabajo y responde a un anuncio con un redactado algo vago que habla de "partidas", pensado que se trata de una agencia de viajes. Cuando llega a la entrevista se da cuenta que la empresa (formada sólo por el jefe y una secretaria) se dedica al embalsamamiento y que en el anuncio había un error tipográfico; pero el salario es bueno y el jefe, Sasaki (Tsutomu Yamazaki), le convence para que al menos lo intente.

Departures es una película realizada con un buen gusto exquisito, que logra introducir humor su trama y descargar dramatismo excesivo sin rebajar el tema que trata. La película está centrada en el proceso de amortajamiento, visto como elemento central de la necesaria despedida de los vivos al muerto; nos lo muestra en múltiples ocasiones, reflejando las diferentes situaciones familiares y los diferentes vínculos que unían a los difuntos con los vivos. Los gestos estudiados, elegantes y respetuosos de los actores Masahiro Motoki y Tsutomu Yamazaki cuando realizan el amortajamiento y los movimientos de cámara alternando planos de los familiares con los del difunto nos muestran una ceremonia en la que los vivos se ven forzados a aceptar la realidad de la muerte y a despedirse.

El trabajo actoral es en general excelente; Masahiro Motoki logra componer un personaje bastante creíble y moverse cómodamente tanto en los momentos de comedia como en los más dramáticos. El veterano Tsutomu Yamazaki llena la pantalla con su presencia desde el principio, creando a un personaje entrañable. Las actrices Ryoko Hirosue y Kimiko Yo destacan menos, quizá porque sus papeles son mucho menos importantes.

La dirección de Yojiro Takita es inspirada; apoyado en una fotografía naturalista, su dirección es elegante y efectiva, ya que remarca perfectamente lo que quiere y esconde alguna que otra flaqueza de un guión que habría podido resultar algo más redondo por lo previsible de algunas situaciones y personajes. La maravillosa música de Joe Hisashi tiene protagonismo propio en muchas secuencias de la película, ayuda a crear el ambiente que pretende Takita y acompasa el ritmo pausado de la acción.

Departures es una película notable, complicada de realizar pero de apariencia simple, que trata un tema complicado como es la muerte y lo reconduce para acabar mostrando cómo afecta a las familias. La película no está exenta de defectos, pero su gran sensibilidad y elegancia los compensan de sobra.

(c) 2009 Jordi Flotats