STAR TREK

Vuelta a empezar para Star Trek de la mano de J.J. Abrams

Star Trek es una de las franquicias de ciencia-ficción más durables y longevas. Inicialmente creada por Gene Roddenberry como una serie de televisión de bajo presupuesto en 1969, su éxito aparentemente discreto hizo que se cancelara en 1969 tras tres temporadas. La serie, muy deudora del pulp y del western, tenía un presupuesto modestísimo; sus capítulos contaban historias de aventuras espaciales que muchas veces acababan encerrando parábolas morales. Sus seguidores, aunque no fueran muy numerosos, sí que eran lo bastante fieles como para que se fuera planteando periódicamente una continuación. El gran éxito que tuvieron La Guerra de las Galaxias y Encuentros en la Tercera Fase hizo que la serie que se proyectaba se transformara en Star Trek: La Película, estrenada en 1979 y que contó con suficiente éxito como para contar con cinco continuaciones más, la última de ellas en 1991. Estas películas fueron en general de calidad decreciente, cada vez más destinadas a sus fans irreductibles y más inverosímiles debido a lo avanzado de la edad de sus protagonistas.

Toda esa cantidad de películas lograron enganchar a muchos fans, que contaban con un universo que iba creciendo con personajes y razas alienígenas y que de alguna forma olvidaban la estética pop que heredó la saga de la serie original, donde los uniformes parecían pijamas de vistosos colores. Todo ello llevó a crear una continuación de la serie original con un relevo de los actores, creándose la serie Star Trek: La Nueva Generación, ambientada 70 años después de la serie original y intentando una cierta renovación estética y temática que introdujeron una corrección política tan exagerada que a mi parecer era tan increíble como naïf. Pero pese a ello, la serie tuvo su éxito y también se rodaron cuatro películas con esos personajes, empezando por Star Trek: Generations (1994) y terminando en 2002 con Star Trek: Némesis. La Nueva Generación duró siete temporadas y dió paso a otras series ambientadas en el mismo universo como Star Trek: Voyager (1995, siete temporadas) o Star Trek: Deep Space Nine (1993, siete temporadas) y también a una precuela, Enterprise (2001, cuatro temporadas).

En los últimos años, la franquicia llegó a un punto de estancamiento, no tanto creativo (puesto que allí ya llevaban bastante tiempo), como de éxito entre el público "general", que tuvo menos paciencia que su núcleo duro de aficionados, extremadamente fiel y dispuesto a consumir cualquier producto de la saga.

Para intentar recuperar el éxito, Paramount Pictures, propietaria de los derechos, confió en los guionistas Roberto Orci y Alex Kurtzman para que escribieran lo que en Estados Unidos se conoce como "reboot", un nuevo comienzo para la franquicia que permita algo más de libertad a la hora de afrontar los futuros argumentos. Para la dirección y producción contaron con J.J. Abrams, creador y productor de series de televisión de éxito como Alias y Perdidos.

Orci y Kurtzman, que ya colaboraron con Abrams en Alias y Misión Imposible III, han escrito un guión muy inteligente que consigue reconciliar cosas a priori difíciles de reconciliar; han roto con la "historia oficial" de Star Trek, haciendo que debido a un efecto del viaje en el tiempo se cree una realidad alternativa, donde transcurre la película (y donde transcurrirán las siguientes) y donde no es necesario justificar nada de lo que ocurre en ninguna serie o película previas; han añadido mucha más acción de la que era habitual en las últimas películas; han vuelto a presentar los personajes que constituían la tripulación original de la serie y les han dado algo más de peso y personalidad. Pero también han sido respetuosos con muchas de las marcas de fábrica de la franquicia, como el aspecto de las naves e incluso de la vestimenta, lo bastante para que se parezca pero no para que resulte demasiado ridículo; también han respetado los roles de los personajes principales, Kirk, Spock y McCoy, el primero como personificación del genio y la acción, el segundo representando la razón y el orden y el tercero en el justo punto medio. El argumento de base también es trekkie, así como la tecnojerga que salpica algunas conversaciones. También hay bromas sólo para trekkies, como la del hombre de rojo o la expulsión del núcleo y naturalmente la aparición de Leonard Nimoy sirve como legitimación de la película. Abrams ha aplicado a esta película esquemas que tan buen resultado están dando en la televisión actual; ha aprovechado que mucha parte del público ya conocía a los personajes para darles más peso y definición a los actores secundarios con poco esfuerzo y tiempo extras, siendo esta una película más coral que sus predecesoras; su foco en los personajes y su elevado ritmo narrativo también hacen de la historia (tan inverosímil como las de sus películas precedentes) un simple mcguffin para que los protagonistas se conozcan.

La película se ambienta antes que la serie original, y empieza con el acontecimiento que provoca la nueva realidad: la aparición de una gigantesca nave romulana capitaneada por Nero (Eric Bana) que destruye la USS Kelvin, nave donde sirve George Kirk como primer oficial, padre de James T. Kirk, que está a punto de nacer. En un acto heroico, George Kirk (Chris Hemsworth) se sacrifica para salvar al resto de la tripulación. El joven James T. Kirk crece como un rebelde y casi delincuente juvenil hasta que es convencido por el capitán Pike (Bruce Greenwood) para que se aliste en la academia de la flota terrestre. Allí conocerá a Spock, de padre vulcaniano y madre humana y inmediatamente chocará con él, a McCoy (Karl Urban), un médico que se alistó para huir de sus deudas y a Uhura (Zoe Saldana) una joven y brillante estudiante experta en transmisiones. Pronto una emergencia causada por una nueva aparición de la nave romulana provocará que se tengan que embarcar de emergencia en la U.S.S. Enterprise, acabada de construir en el astillero de la Tierra.

Abrams, Orci y Kurtzman, que ya colaboraron en Alias y Misión Imposible III han demostrado inteligencia y saber hacer al realizar esta adaptación, aplicando los esquemas que tan buen resultado les están dando en la televisión actual al cine. En este caso han aprovechado la ventaja que buena parte del público ya conocía a los personajes para darles una cierta dimensión y profundidad extras con poco esfuerzo y tiempo, y han conseguido así una película más coral que las de la franquicia. Al igual que en Alias y Perdidos también han dado preeminencia al ritmo, al golpe de efecto y que el público conecte con los personajes que a conseguir una trama de fondo muy sólida.

El cásting de la película es muy bueno, Chris Pine le da un aire gamberro y canalla a Kirk que contrasta a la perfección con la interpretación comedidísima de Zachary Quinto de Spock, que ha intentado seguir la línea que marcó Leonard Nimoy. Karl Urban se parece bastante a DeForest Kelley, el actor que originalmente interpretó al Dr. McCoy y también intenta seguir más o menos la línea original de su personaje. Zoe Saldana (Nyota Uhura), John Cho (Hikaru Sulu), Anton Yelchin (Pavel Chekov) y Simon Pegg (Scotty) aprovechan muy bien la oportunidad que les da la película para definir mejor sus personajes y destacar más que sus predecesores, mucho más relegados en las entregas previas.

Cinematográficamente la película es efectiva y poco más, Abrams me parece mucho mejor productor que director. Star Trek tiene un ritmo endiablado y un sentido de la acción muy bueno, pero la acción en sí misma no está muy bien rodada ni coreografiada, la cámara se mueve demasiado para apreciarla. Los efectos especiales en cambio son muy buenos, así como el diseño de producción y el vestuario.

Dado que no soy especialmente trekkie, la película no me ofendió por ninguna de las omisiones y errores que seguramente tiene para los entendidos en el universo Star Trek; tampoco me molestó (al contrario) su ritmo y que se relegara mucha de la cháchara pseudocientífica y mucha de la diplomacia entre especies que suelen tener las películas de la franquicia.

Sólo me queda recomendar a todo el mundo esta película como producto de entrenimiento muy digno, y esperar que si se hace alguna otra entrega (parece más que posible) o alguna serie de televisión se ponga de nuevo en las manos de este equipo creativo, que ha sido capaz de remozar y reiniciar la franquicia con éxito.

(c) 2009 Jordi Flotats