EL INTERCAMBIO

Un proyecto de encargo para Clint Eastwood

Clint Eastwood es uno de los últimos directores de Hollywood en activo que pueden considerarse "clásicos"; por su trayectoria, por su sobriedad y por su increíble talento y oficio a la hora de narrar una historia. Desde que dejó un poco de lado su faceta como actor y su reguero de personajes secos, violentos, inexpresivos y sardónicos y se dedicó a la dirección nos ha regalado auténticas obras maestras como El Jinete Pálido (1985), Bird (1988), Sin Perdón (1992), Mystic River (2003) o Million Dollar Baby (2005).

El proyecto de El intercambio nace de su guionista, el escritor y productor J. Michael Straczynski, que dio con la historia de Christine Collins cuando la trascripción de la audiencia pública de su caso iba a ser quemada por el ayuntamiento de Los Angeles junto con otros archivos de la época. Después de investigar un poco, Straczynski escribió un guión, que tras pasar por varias manos, fue adquirido por Ron Howard para convertirlo en película. Pero la apretada agenda de Howard le impidió dirigirlo, pasando el proyecto a Clint Eastwood y quedando él como productor ejecutivo.

El Intercambio se basa en los hechos acontecidos en 1928 en Los Angeles. Christine Collins (Angelina Jolie), madre soltera, descubre al volver del trabajo que su hijo Walter (Gattlin Griffith) ha desaparecido; desesperada, denuncia el hecho a la policía de inmediato, pero la búsqueda se alarga durante cinco meses. Al cabo de ese tiempo la policía le comunica que ha encontrado a su hijo, pero al ir a buscarlo descubre que el niño que le entregan no es su hijo. La policía, sin más ganas de investigar ni de quedar mal, intenta que lo acepte como tal, llegando a encerrarla en un manicomio para quitársela de encima. Chistine contará con la ayuda del pastor presbiteriano Gustav Briegleb (John Malkovich), que desde su programa de radio pone de manifiesto la incompetencia y corrupción de la policía. Cuando se pone de manifiesto que el niño no es Walter Collins y además se descubren los más de veinte asesinatos de niños desaparecidos en un granja, los llamados Wineville Chicken Coop Murders, a manos del psicópata Gordon Northcott (Jason Butler Harner), Christine Collins denuncia a la policía por su actuación, logrando una gran movilización ciudadana.

El Intercambio intenta poner de relieve el despotismo, la corrupción y la incompetencia de la policía de la ciudad de Los Ángeles, personificada en su jefe de policía, James E. Davis (Colm Feore), que creó una brigada armada para terminar con la delincuencia que acabó eliminando a su competencia dada la estrecha implicación del cuerpo en los negocios ilegales de la ciudad. También pretende contar los asesinatos de de niños en la granja Wineville, un hecho que conmocionó a la opinión pública de la época. Para ello, la película plantea el caso de Christine Collins, implicada de lleno en ambos asuntos, que además le añade "interés humano" a la historia final. En mi opinión, quizá ese el principal problema de la película, ya que esa parte es la que reviste menos interés y es en la que se vuelca más el film, dispersándose un poco en los otros temas.

Alrededor de El Intercambio hay muchos temas: el estudio del daño a los niños, tanto para las víctimas como para las comunidades que los albergan, tema que Eastwood ya trató en Mystic River, el papel de la mujer en los años 20 y 30 del siglo XX, relegada a un papel secundario, y que cuando se rebelaba e intentaba ser tratada como un ciudadano individual se la consideraba histérica, el estudio del monstruo que fue capaz de secuestrar, torturar y matar a veinte niños en su granja, la ya mencionada corrupción policial de la época, e incluso las condiciones de los centros psiquiátricos en una secuencia tipo Alguien voló sobre el nido del cuco. Hay tantos temas que en los 141 minutos que dura la película es imposible que se traten como es debido. La película se centra en el drama humano de Christine Collins, por lo que lo demás queda en un plano más secundario, aparece de un modo algo anecdótico, mostrando lo suficiente como para que resulte interesante pero sin acabar de tratar el tema.

Los recuerdos infantiles de Eastwood, que creció en la ciudad de Los Angeles más o menos por la época han servido para dotar al film de una ambientación muy buena; su recreación de la ciudad es vívida e intenta incluir algunos detalles del aspecto que tenía en la época: el ayuntamiento, el centro de la ciudad o los tranvías.

Angelina Jolie, elegida para el papel principal al que optaron también Reese Witherspoon y Hillary Swank, realiza una actuación cargada de dramatismo. En mi opinión su trabajo deja bastante que desear, sobreactua demasiado en los momentos de drama y resulta algo inexpresiva y falta de matices el resto del tiempo (que a decir verdad, tampoco son muchos). Dado que su personaje es el eje conductor y protagonista absoluto de toda la película eso supone un problema bastante grande. El resto de actores cumple con gran solvencia con sus roles, destacando la contención interpretativa de John Malkovich y la perturbadora actuación de Jason Butler Harner en su papel del psicópata Gordon Northcott.

El Intercambio está lejos de ser la mejor película de Clint Eastwood; su trama es demasiado dispersa y cae con demasiada facilidad en el drama lacrimógeno. No me cuesta nada imaginar cómo sería el resultado final de la película si la hubiera dirigido Ron Howard, ya que realmente el guión está hecho a su medida. A pesar de eso, Eastwood la dirige con oficio y personalidad y cuenta con escenas realmente potentes. De todas las subtramas, la que sigue los asesinatos de la granja Wineville es claramente la mejor. La escena de cuando la policía llega por primera vez a la granja es antológica por lo sugerente y desasosegante. La parte del hospital psiquiátrico es quizá la peor, llena de estereotipos y anacronismos y claramente innecesaria para el desarrollo de la historia.

No puedo decir que El Intercambio sea una mala película, porque está lejos de serlo, pero tampoco puedo decir que me gustara. Quizá hubiera sido mejor alargarla, crear más personajes más definidos y convertirla en una miniserie de televisión para poder desarrollar completamente los temas que quiere tratar para poder aprovechar una historia tan interesante como la que intenta contar.

(c) 2008 Jordi Flotats