EL CABALLERO OSCURO

La espectacular secuela de Batman Begins

Con Batman Begins, la quinta película de la serie de Batman, Christopher Nolan quiso romper completamente con sus predecesoras y empezar desde cero con un enfoque distinto. Las primeras cuatro películas, especialmente las dos primeras de Tim Burton, beben tanto de los cómics de Batman como de la serie de televisión de los años sesenta, especialmente en su estética; ambas fuentes bastante incompatibles, ya que el Batman de los cómics siempre ha sido un personaje serio, obsesionado con la venganza, un justiciero bastante siniestro, mientras que la serie de televisión, con sus colores chillones, estética pop y presupuesto ridículo, era prácticamente una parodia.

Nolan enfocó Batman Begins hacia el realismo, intentando dar una versión plausible de cómo y porqué un rico heredero puede llegar a convertirse en un justiciero con la ayuda de su entrenamiento y una serie de gádgets muy útiles. Con un guión bastante sólido, un reparto de lujo y una dirección inspirada, Batman Begins se convirtió, en mi opinión, en la mejor película de la serie y en una muy buena base para potenciales continuaciones.

El Caballero Oscuro es la primera de estas continuaciones; repiten director y reparto exceptuando la sustitución de Katie Holmes por Maggie Gyllenhaal, un hecho básico para garantizar la continuidad en el tono y tratamiento, y se le suman Heath Ledger en el papel de Joker y Aaron Eckhart en el papel de Harvey Dent, ambas fantásticas elecciones.

A diferencia de Batman Begins, que estaba centrada en Bruce Wayne (Batman), El Caballero Oscuro es una película muy coral, centrada en la lucha que mantienen Batman y el Joker alrededor de Harvey Dent, nuevo fiscal de distrito de Gotham City. Dent intenta por todos los medios legales y de forma muy competente librar a la ciudad del crimen organizado y la corrupción; lógicamente eso le pone en el punto de mira de los grandes capos, que se ven acorralados entre él y Batman. Bruce Wayne ve esta iniciativa como la oportunidad de retirarse como Batman y llevar una vida más normal. El Joker es un nuevo delincuente que aparentemente actúa de forma caótica, desafiando al crimen organizado y a la propia ciudad y obsesionado con Batman. El Joker quiere demostrar con Harvey Dent que cualquiera puede ser un criminal si las circunstancias son las propicias.

La trama de El Caballero Oscuro está formada varias historias conductoras: la investigación para poner entre rejas al crimen organizado, el triángulo formado por Bruce Wayne, Harvey Dent y Rachel Dawes; y el Joker, el elemento desestabilizador de la situación, siempre por delante de todo el mundo. También está llena (como no podría ser de otro modo) de trepidantes escenas de acción, rodadas con mucho vigor y sin economizar medios. De ello resulta una película muy larga (152 minutos), pero que me dejó pegado a la butaca.

Las interpretaciones son de lo más destacado de la película, Christian Bale cumple con solvencia con el rol de Bruce Wayne, aunque en esta entrega haya perdido algo de protagonismo; Aaron Eckhart como siempre también resulta muy convincente; Gary Oldman, el comisario Gordon, tiene más papel que en la película anterior y lo aprovecha muy bien, compone de forma muy contenida un personaje cansado de luchar con el enemigo dentro y fuera de casa. Michael Caine y Morgan Freeman realizan a la perfección sus roles secundarios, así como Maggie Gyllenhaal, que tiene un papel muy anecdótico. Pero la auténtica estrella es Heath Ledger con su tremenda composición del Joker. Antes de ver la película temía que su trágica muerte había hecho exagerar a los medios su participación en ella, pero los temores resultaron infundados; Ledger derrocha energía y carisma en un personaje que rezuma peligro en todo momento y se come sin piedad a todos sus compañeros de plano. El Joker de esta película no tiene nada que ver con la interpretación de este personaje de la primera película de Batman. Este Joker es un psicópata calculador e inteligente que parece tener por meta vital extender el caos y siempre intenta ir varios movimientos por delante de sus rivales. Ledger no sobreactúa en exceso, por eso cuando lo hace obtiene mucho rendimiento. También ayuda su soberbia caracterización, que logra a la vez ser realista y fiel al cómic.

Quizá el final de la película es su parte más floja, pero no podría ser de otro modo. Me explico: se plantea muy bien la lucha por el alma de Harvey Dent entre Batman y el Joker y su resultado es bastante realista; como cierre el Joker plantea un atentado en forma de experimento social; aquí la película deja de ser realista y pasa a ser un producto de Hollywood o un cómic: Batman no puede perder y el malo no puede salirse del todo con la suya. Conclusión lógica si hablamos de cine de superhéroes, pero al ser una película tan realista dentro de su contexto y estar tan bien realizada me hizo olvidar de ese hecho.

Sus conclusiones finales sobre la auténtica definición de héroe justiciero también me parecieron algo redundantes y bastante retrógradas, pero una vez más estamos hablando de Batman.

(c) 2008 Jordi Flotats