FUNUKE, SHOW SOME LOVE YOU LOSERS!

Un tratado sobre las familias disfuncionales en clave de comedia negra

Funuke, Show Some Love You Losers! es una curiosa película basada en una novela de Yukiko Motoya que cuenta en clave de comedia negra las crisis y desavenencias de una familia completamente disfuncional que vive en una zona rural del Japón.

La película comienza cuando los padres de la joven de 18 años Kiyomi (Aimi Satsukawa) son atropellados por un camión delante de ella. Debido a eso, debe mudarse a la casa de su hermanastro Shinji (Masatoshi Nagase) que vive con su esposa Machiko (Hiromi Nagasaku) a la que ha conocido a través de internet. Después del entierro se traslada a vivir con ellos su hermana Sumika (Eriko Sato), que vuelve sin blanca y con deudas de Tokio tras intentar sin éxito una carrera como actriz y cuyo plan es mantener una relación epistolar con un director de cine famoso con la esperanza de obtener un papel en su próxima película.

Kiyomi, muy introvertida y poquita cosa, acaba de terminar el instituto y tiene un trabajo temporal de verano. Tiene un gran talento para el dibujo y gran afición por los mangas de terror. De hecho, unos años antes logró un premio por una historia donde aparecía su hermana en clave terrorífica. La historia se publicó y fue la comidilla del pueblo, por lo que Sumika no la perdonó y la llegó a culpar de su fracaso como actriz. Sumika es realmente un ser bastante terrorífico, increíblemente egoísta, cruel y vanidosa, no duda en torturar a su hermana menor, seducir a su hermanastro para sacarle dinero y explotar a su cuñada como si fuera su criada. Por si no fuera suficiente, no tiene el menor talento para ser actriz pero está convencida de lo contrario.

Shinji vive torturado por la escasa atracción que siente por su esposa y por su enamoramiento de Sumiko, que le impide proteger de forma efectiva a Kiyomi. Su esposa Machiko es un ser exageradamente desesperado por contentar a los demás, que desborda torrentes de alegría forzada y haría cualquier cosa para lograr la armonía familiar. Vive frustrada por el poco caso (en todos los sentidos) que le hace su marido.

Funuke, tal como he dicho al principio, es una película curiosa, que define unos personajes con rasgos tan exagerados que a veces rozan el esperpento, pero que a la vez están tan bien interpretados y integrados en la película que hacen que el conjunto no chirríe en ningún momento. El humor que desprenden casi todas las escenas es negrísimo, pero sin forzar ningún gag ni buscar la carcajada fácil del espectador. También contrastan fuertemente la tranquilidad bucólica de los escenarios, en una preciosa zona agrícola, y las turbulentas relaciones personales de los personajes. A destacar el final de la película, divertidísimo y muy adecuado con el conjunto de la historia.

Las interpretaciones de los actores son muy remarcables, especialmente las de Eriko Sato y Hiromi Nagasaku. La primera logra transmitir un grado increíble de maldad y crueldad que contrasta con su angelical y delgadísimo físico y la segunda logra transmitir la desesperación detrás de la gruesa capa de alegría forzada que lleva puesta en todo momento.

En conjunto Funuke me ha parecido una buena película, que sin llegar a comedia resulta muy divertida. Su humor, cruel y sin compasión, quizá no sea plato de gusto para todo el mundo pero yo no he tenido problemas para conectar con él.

(c) 2008 Jordi Flotats