THIS WORLD OF OURS

Una mirada dura y trágica a la juventud japonesa actual

This World of Ours es la primera película del joven director japonés Ryo Nakajima, cuyo guión empezó a escribir a los 19 años cuando era un hikikomori y se aisló durante más de seis meses en su habitación. La experiencia supongo que marcó muchísimo esta intensísima película, presentada con éxito en el PIA Film Festival de Tokyo en 2007.

La película gira en torno a tres torturados adolescentes que están realizando el difícil paso a la juventud (y parece que en Japón eso más difícil que en muchos lugares) como una especie de descenso a los infiernos. Uno aspira a un futuro brillante con una multinacional donde pueda dar rienda suelta a su creatividad por encima de las burocracias habituales en estas empresas, pero no tiene grandes certificaciones ni calificaciones. En una salida salvaje con sus amigos se ve impelido (no se niega por falta de personalidad) a participar en una violación en grupo de una chica borracha. Otro es un abusador escolar, poco brillante y sin perspectivas, que sufre tratos vejatorios de su profesor y la educada pero constante presión de su madre, que lo anima a estudiar para que pueda conseguir un puesto mediocre, lo mejor a su alcance dado su escaso intelecto. Cuando su víctima favorita en la escuela se defiende y lo desafía entra en una crisis existencial que lo lleva a dejar de ir a la escuela y dedicarse a la fabricación de explosivos caseros. El nexo de unión entre ambos es una chica con tendencias autodestructivas que pasa su tiempo maquinando tropelías para enfrentar a la gente (sin ir más lejos es ella la que provoca que la víctima del abusador escolar se defienda) y que valora por encima de todo cualquier cosa que se salga de lo normal, independientemente de que alguien salga herido.

Es muy evidente la influencia de la Naranja Mecánica en Nakajima, tanto en el planteamiento algo nihilista de la película, como en algunas escenas como la de la violación en grupo, potente y escalofriante a la vez como en el uso de la música de Beethoven y Rossini en la banda sonora, que acompaña perfectamente a la narración.

This World of Ours es una película muy personal y algo difícil de encajar en algunos momentos por la falta de un argumento lineal y por la disparidad de las tramas que plantea, sólo vagamente relacionadas. Su rodaje y su montaje son muy crudos, con muchos momentos de cámara en mano, muy distintos al habitual acabado pulido del cine japonés.

Pero es una película muy interesante que plantea dilemas actuales en la juventud japonesa. Todos los personajes de la película creen que su futuro está predestinado desde que acaban el instituto, entrando en una empresa que les robará la mayor parte del tiempo y vida privada y con un matrimonio-con-hijos que terminará de borrar su individualidad. Eso si tienen suerte y obtienen buenos resultados en el instituto/universidad, sino se verán abocados a la indignidad de un trabajo sin cualificar, posibilidad que todos ven con horror. Esta (aparente) imposibilidad de cambiar su destino y lo negra que ven la realidad provoca en ellos comportamientos destructivos y amorales.

La visión del mundo que tienen todos los personajes es negrísima. Supongo que no toda la juventud en Japón se toma las cosas tan a la tremenda, pero las cifras de suicidios y el número de hikikomori ponen de relieve que el problema que plantea This World of Ours parece ser un problema real y actual.

Los principales defectos que personalmente he encontrado en la película son por un lado la falta de un personaje “de control” que establezca un baremo de normalidad sobre el que comparar a los demás, por otro su exceso de seriedad, que agobia en algunos momentos, aunque a veces contribuya a dar un tono de tragedia a la película y finalmente la excesiva longitud de algunos soliloquios, que a veces pecan de reiteración y pueden provocar un cierto aburrimiento en el espectador.

Pero en conjunto This World of Ours me ha parecido una película muy interesante, con algunas escenas muy potentes y muy intensas, que aporta una visión muy negra del mundo y que te deja pensando un rato, lo que vistos los tiempos que vive el cine actual, ya es mucho.

(c) 2008 Jordi Flotats