WHO´S THAT KNOCKING ON MY DOOR

Una durísima película coreana sobre el bullying

Who´s that knocking on my door es la primera película del joven realizador surcoreano Yang Hea-hoon. Su título en inglés es un homenaje a la ópera prima homónima de Martín Scorsese, con la que tiene algún punto temático común.

La película cuenta la historia de Je-hwi (Im Ji-gyu) un joven que acaba de terminar el instituto, donde pasó una época infernal debido al acoso escolar. Debido a eso Je-hwi pasa a vivir semirecluido en su habitación, saliendo muy poco y a horas extrañas y comunicándose sólo con sus padres y de forma muy escasa. Su única comunicación real con el mundo son las horas que se pasa contando sus penas en chats por internet. Al conocer a Jang-hui (Yun So-i), una chica con la que traba una tímida y extraña amistad parece que Je-hwi podría recuperar algo de normalidad en su vida, pero entonces se muda a vivir a su barrio Pyo (Pyo Sang-u), su principal acosador de los tiempos del instituto con su novia. Aunque Pyo no reemprende su acoso, su sola presencia provoca que Je-hwi recuerde su humillación y se incomode. Para agravar más el tema, Pyo siente una cierta culpabilidad por lo que le hizo pasar y le invita a salir con él cada vez que se cruzan. La situación se torna explosiva cuando un encuentro casual termina con una salida de Pyo, su novia, Je-hwi y Jang-hui y además se mezcla en la historia un individuo que Je-hwi conoció en un chat.

Who´s that knocking on my door es una película algo extraña que presenta tanto el punto de vista del acosado como del acosador. Ninguno de los dos es visto de forma muy favorable, el uno es muy pusilánime, soñador, siempre buscando la evasión, mientras que el otro es moralmente despreciable, siente que tiene una deuda con su víctima, pero esa convicción no parece tener un origen moral, sino que lo ve como una especie de ajuste de cuentas. Su inesperado tramo final rompe bastante con la dinámica de la película, y también con su realismo, pero hay que reconocer esos momentos de casi thriller, rodados de forma vigorosa, no hacen descender el interés.

La factura de la película me parece muy correcta, la fotografía es muy fría y la iluminación siempre tiene un toque oscuro, constituyendo un reflejo de la forma de ver el mundo de su protagonista. Yang Hae-hoon también demuestra talento en las escenas incómodas, violentas que pueblan la película. Cabe destacar la escena inicial en el hielo, que nos pone en la situación de Je-hwi en sólo unos instantes y que acaba retomando muy adecuadamente hacia el final de la película para mostrar su evolución personal, su rotura de la crisálida en la que estaba atrapado desde que dejó el instituto.

En mi opinión, sobra el doble final después de esa escena, aunque sea precisamente esa parte la que toca más con la Who’s that knocking on my door de Scorsese, porque aporta poco a la historia principal y le añade una cierta confusión a las conclusiones.

En conjunto esta película me ha parecido una muy buena ópera prima que me ha dejado con ganas de ver más trabajos de Yang Hae-hoon.

(c) 2008 Jordi Flotats