Una curiosa mezcla entre fantástico y comedia romántica
Es frecuente encontrar en las primeras películas de muchos directores/guionistas gran acumulación de tramas e ideas y una gran obsesión por los detalles y por la forma de narrar. Cashback, el primer largometraje del director y guionista británico Sean Ellis, muestra todas esas características, empezando por una mezcla de géneros cinematográficos y de ritmos de narración que acaba funcionando a las mil maravillas.
Cashback es una comedia romántica y estudiantil con un planteamiento de cine fantástico en la línea de Twilight Zone y considerables dosis de reflexión sobre la naturaleza del paso del tiempo y la belleza. A primera vista parece una combinación bastante indigesta, pero el resultado final es sorpresivamente bueno, funcionando bien en casi todos los niveles.
Ben Willis (Sean Biggerstaff), protagonista y narrador de la película, es un estudiante de arte que acaba de tener una ruptura dolorosa con su novia Suzy (Michelle Ryan). A partir de esa ruptura Ben, muy tocado emocionalmente e incapaz de sacarse a Suzy de la cabeza, deja de poder dormir en absoluto. Para llenar las ocho horas adicionales que eso supone, Ben empieza a trabajar en un supermercado en el turno de noche. El insomnio y la depresión hacen que Ben contemple a sus compañeros de trabajo con gran distanciamiento, hasta el punto de analizar sus estrategias para acelerar el paso del tiempo: la cajera Sharon Pintey (Emilia Fox) tapa su reloj de pulsera y evita mirar cualquier reloj, Barry Brickman (Michael Dixon) y Matt Stephens (Michael Lambourne) se pasan la noche bromeando y gastando bromas infantiles, Brian 'Kung-Fu' (Marc Pickering) practica artes marciales ancestrales mientras limpia los pasillos, mientras que su jefe Jenkins (Stuart Goodwin) no necesita ninguna estrategia, ya que disfruta de su posición. Una noche Ben descubre que puede detener el tiempo en un instante, haciendo que todo quede congelado. Desde entonces, Ben pasa las noches deteniendo el tiempo y aprovechando esos momento para evadirse y dibujar y admirar la belleza femenina a través de las clientas del supermercado.
La película va siguiendo el proceso de recuperación emocional de Ben y su progresivo enamoramiento de Sharon mientras con su propia voz nos narra en forma de flashback los hechos más significativos de su infancia y adolescencia; cómo descubrió al sexo opuesto, cómo decidió ser pintor, o su primer amor. También, a ritmo de comedia, nos cuenta las anécdotas de sus frikis compañeros de trabajo o de su mejor amigo, Sean Higgins (Shaun Evans).
Cashback supone un auténtico tour de force narrativo en muchos momentos, ya que el ritmo de la película se sincroniza en todo momento con el estado de ánimo o lo que está contando su protagonista y narrador, pudiendo tener momentos de ritmo alto cuando la acción pasa a ser comedia, cuando Ben interactúa con Sean o sus compañeros de trabajo, momentos de ritmo muy lento con secuencias a cámara casi-lenta, cuando Ben está intentando que pase el tiempo y momentos de tiempo congelado, quizá los más intensos de la película, donde Ben se puede quedar fascinado por la belleza de algo (o más frecuentemente de alguien) o se desespera por ver que aunque pueda parar el tiempo, no lo puede hacer retroceder y anticipa las consecuencias de un acto durante días de su tiempo subjetivo.
Debe remarcarse también la faceta erotómana de Sean Ellis, que aprovechando todas las excusas que le brinda el argumento (que son bastantes) puebla la película de bellísimas mujeres desnudas. Debo confesar con mucho pesar que en el supermercado donde realizo mis compras no suelo ver esa densidad de mujeres hermosas.
La fotografía de la película es fantástica y nos muestra la belleza que su protagonista busca y aprecia. La diferencia entre los tonos de color ayudan al espectador en las transiciones entre pasado y presente, y la luz blanca y dura de los supermercados es capturada con total fidelidad.
La banda sonora sinfónica es otro punto a destacar en la película, pues se va adaptando muy bien a los distintos cambios de registro, llegando a participar en algún gag, como cuando Jenkins da un discurso motivador a sus empleados antes de un partidillo de fútbol al más puro estilo de Gladiator.
Los actores cumplen bien con su cometido, aunque no llegan a destacar demasiado. Sean Biggerstaff realiza un buen trabajo, sin llegar a sobreactuar, componiendo un personaje, que a pesar de ser el protagonista tiene un punto de vista pasivo, como de espectador neutral en muchos tramos de la película. Los empleados del supermercado resultan muy divertidos en las partes de comedia.
En conjunto Cashback me parece un estupendo debut cinematográfico donde me gustaron casi todos los elementos, disfruté tanto en los momentos más lentos y reflexivos como en los de comedia, donde me reí muy a gusto en bastantes ocasiones. Merece la pena verla.
(c) 2008 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Cashback.
- Año: 2006.
- Duración: 102 min.
- País: Gran Bretaña.
- Director: Sean Ellis.
- Producción: Lene Bausager, Sean Ellis, Daphne Guinness, Peter Hampden, Marshall Leviten, Winnie Li, Norman Merry, Vijay Thakur.
- Guión: Sean Ellis.
- Música: Guy Farley.
- Fotografía: Angus Hudson .
- Reparto: Sean Biggerstaff, Emilia Fox, Shaun Evans, Michelle Ryan, Stuart Goodwin, Michelle Ryan, Michael Dixon, Michael Lambourne, Marc Pickering.
- Productora: Left Turn Films.
- Web oficial: http://www.cashbackthemovie.com/