REBOBINE POR FAVOR

Una oda al cine en clave de comedia de Michel Gondry

La trayectoria de Michel Gondry hasta la fecha lo avala como un de los cineastas más personales y visionarios del cine actual. Su particular estilo y su obsesión por el aspecto visual en su cine, sumado a su destacable currículum como director de video clips, le han proporcionado muchos admiradores pero también bastantes detractores. Sus dos primeros largometrajes, Human Nature (2001) y Olvídate de mi (2004) contaron con guiones de Charlie Kaufman, otro enfant terrible de Hollywood. En mi opinión constituyen un gran arranque para una carrera, en especial Olvídate de mi, una de las películas más hermosas que he visto.

La ciencia del sueño (2006) supuso su debut como guionista en solitario, y a pesar de hacer gala de una imaginería impactante, la historia cojeaba un poco y se iba diluyendo a medida que transcurría la cinta. En su último film, Rebobine por favor (2008), vuelve a firmar el guión en solitario, pero esta vez ha acertado de pleno en la historia.

Rebobine por favor cuenta la historia de Jerry (Jack Black) y Mike (Mos Def), dos personajes marginales que viven en Passaic, New Jersey, una ciudad deprimida, suburbio en el cinturón de Nueva York. Jerry regenta un desguace al lado de una planta eléctrica y vive en una caravana, obsesionado por la influencia de la central en su mente. Mike vive en el ruinoso videoclub “Rebobine por favor” regentado por Elroy Fletcher (Danny Glover), un anciano solitario que prácticamente lo ha adoptado y que no deja de contar historias sobre Fats Waller, un desconocido pianista de jazz que nació en el mismo edificio del videoclub.

En un desafortunado accidente, Jerry borra todas las cintas VHS del videoclub mientras el señor Fletcher está de viaje. Cuando la anciana señora Falewicz (Mia Farrow), amiga de Fletcher les pide que le alquilen Cazafantasmas, en un arranque de desesperación Mike y Jerry deciden volverla a grabar usando una cámara de vídeo casera y basándose sólo en el resumen escrito en la contraportada de la cinta. Después de esto, empiezan a grabar más cintas a medida que la gente las pide, teniendo incluso que fichar a Alma (Melonie Diaz) para algunos papeles femeninos. A ella se le ocurre la explicación a la diferencia entre lo que alquilan y la película original diciendo que son versiones suecas de las películas. Sorpresivamente, las versiones “suecadas” de las películas empiezan a tener mucho éxito y les llueven las peticiones (Hora Punta 2, Robocop, 2001, King Kong, Cuando éramos reyes,...), llegando incluso a tener problemas con la industria de Hollywood.

Rebobine por favor tiene un planteamiento de comedia alocada pero a la vez es una oda al cine, al placer de contar historias y al sentido de comunidad, viniendo a decir que mucha de la parafernalia de la que están recubiertas las películas es prescindible si se acerca al espectador a la cinta, ya sea a la historia que cuenta o al entorno. La obsesión de la industria de Hollywood por la piratería que se muestra en la película (siempre en clave de comedia) viene a ser una metáfora del alejamiento creciente entre la industria del cine y sus espectadores. Las tramas secundarias también revelan una crítica a la tecnología por la tecnología y a la omnipresente especulación inmobiliaria disfrazada de renovación urbanística.

Los actores están en estado de gracia en esta película. Jack Black hace más o menos lo de siempre, desplegando todo un elenco de expresiones faciales realizando una exhibición de energía, pero en esta ocasión le va a su personaje como un guante. Mos Def realiza en cambio un gran trabajo de contención en su interpretación del que sería el payaso serio de la pareja, componiendo un personaje bastante creíble y entrañable a pesar de sus limitaciones. La jovencísima Melonie Diaz resulta una sorpresa muy agradable por su frescura y simpatía. Danny Glover y Mia Farrow cumplen con mucha solvencia con sus roles más secundarios.

El aspecto visual de la película es soberbio. Michel Gondry, un mago de la imagen, realiza un gran despliegue de imaginación en las versiones “suecadas”de las películas: un Rey León hecho con cartones, grabar a través de un ventilador en marcha para simular una cinta antigua, fantasmas hechos con adornos navideños y un largo etcétera.

Aunque la película cuenta con un arranque un poco demasiado lento y alguna de las tramas secundarias no tienen mucho interés y no cuentan con un final muy bien resuelto el conjunto me pareció muy bueno. Las películas “suecadas” que se muestran son divertidísimas y el final es lo suficientemente poderoso como para hacer olvidar que quedan hilos por cerrar.

El concepto de versión “suecada” de película se está promocionando desde la web de la película e incluso existe un espacio en YouTube donde los internautas pueden colgar sus propias versiones de películas: http://www.youtube.com/bekindrewind. La verdad es que el espacio merece una visita.

(c) 2008 Jordi Flotats