THIS IS ENGLAND

Una visión del movimiento skin en los años 80

This is England, el último trabajo del director Shane Meadows, llega a las pantallas españolas tras cosechar mucho éxito por parte de la crítica y ganar el premio a la mejor película en los British Independent Film Awards y Thomas Turgoose el premio al mejor actor debutante.

This is England cuenta el paso de la infancia a la adolescencia de Shaun (Thomas Turgoose), un niño de 12 años con problemas en el colegio y pocos amigos cuyo padre ha fallecido recientemente en el conflicto de las Malvinas y que al empezar las vacaciones escolares conoce a un grupo de skins mucho mayores que él, que prácticamente lo adoptan como mascota.

La película nos sitúa desde los títulos de crédito en un tiempo y lugar, la Inglaterra de principios de los años 80 y en un colectivo, el skin, a través de imágenes y fotografías de la época, marcada por el ascenso al poder de Margaret Thatcher en 1979, el conflicto de las Malvinas (1982) y la crisis económica. A pesar de lo modesto del presupuesto de la película, la ambientación de esos años está muy bien conseguida, el vestuario, la decoración, los coches y los peinados de la gente son recreados con mucha fidelidad y le dan un aire muy auténtico a la narración.

El grupo de skinheads que nos retrata This is England está formado principalmente por su líder oficioso Woody (Joseph Gilgun), carismático y lleno de labia, Lol (Vicky McClure), su novia, Milky (Andrew Shim), un chico negro, Smell (Rosamund Hanson), Pukey (Jack O’Connell) y Gadget (Andrew Ellis). Estos chicos se autodenominan skinheads básicamente por su vestimenta, peinado, por su apego por la música jamaicana, ska, rocksteady y soul y por sus fiestas, muy en la línea del movimiento skin original, los ‘original skinheads’ nacido a finales de los 60. En sus charlas la política está completamente ausente y como colectivo no tienen tintes racistas ni xenófobos. El conflicto llega cuando aparece Combo (Stephen Graham), mucho mayor que ellos, acabado de salir de la cárcel y que quiere liderar el grupo y conducirlo al activismo político según sus propias ideas de ultraderecha.

This is England hace un retrato muy creíble de su protagonista, un niño no demasiado brillante que busca desesperadamente la integración y la aceptación, tremendamente dolido por la muerte de su padre y por tanto terreno abonado a las ideas ultraderechistas y xenófobas, que enfatizan el sentimiento de pertenencia a un colectivo supuestamente superior, los ingleses blancos, maltratado y despojado de su orgullo por un gobierno débil y pusilánime, despojado de empleos y derechos por los inmigrantes de otras razas y culturas. En resumen: la culpa es de otros, la responsabilidad es de otros, gritar para alejar el miedo. Todo esto está muy bien ejemplificado en el brutal retrato de Combo, un hombre cuya mediocridad y frustración se canalizan a través del control y la violencia, pero con las suficientes facetas como para huir del arquetipo y del tópico.

Shane Meadows, que firma también el guión de la película, ha declarado que él mismo con 11 años tuvo algunas experiencias similares a las de Shaun, cuando salió con un grupo de skins que conoció a través del novio de su hermana y con los que llegó a participar en asambleas del National Front (partido ultraderechista británico) hechas en casas particulares como la que aparece en la película. Y todo eso se nota, porque This is England transmite una gran autenticidad y sensación de realismo y retrata con maestría el ambiente de una época y la dinámica de una banda. También a destacar la humanidad de todos los personajes y lo creíble de sus reacciones, especialmente los de Shaun, que en ningún momento deja de ser un niño.

La banda sonora, formada básicamente por canciones ska, rocksteady y soul y por algunos hits de principios de los 80 encaja como un guante con las imágenes y enmarca perfectamente la narración.

This is England es una película modesta en su presupuesto y modesta en sus pretensiones, ya que no pretende en ningún momento pontificar ni sentar cátedra sino contar un momento importante en la vida de una persona, sin realizar grandes juicios de valores. La película está rodada para transmitir el máximo realismo, con la imagen ligeramente granulosa y un montaje muy abrupto, y lo consigue con creces.

(c) 2008 Jordi Flotats