La película más internacional de Alex de la Iglesia
Los Crímenes de Oxford es la película más internacional de Alex de la Iglesia, rodada en Gran Bretaña con un reparto lleno de caras conocidas en todo el mundo y por lo tanto la que tiene más posibilidades de darle a conocer fuera de nuestras fronteras, pero por desgracia es su película menos personal. De la Iglesia es un director que cuenta con grandes admiradores y grandes detractores pero lo que nadie puede negarle es un estilo propio a la hora de dirigir y una serie de características comunes a casi todas sus películas que las distinguen, para bien o para mal, del resto. Humor socarrón, gusto por personajes al límite de lo extremo, amor por la “cultura freak” y una visión inmisericorde de lo que se suele llamar “gente normal” son rasgos que en mayor o menor grado aparecen en todos sus filmes, pero que en Los crímenes de Oxford cuestan mucho de encontrar.
Los Crímenes de Oxford es la adaptación de la novela homónima del argentino Guillermo Martínez, una novela de misterio ambientada en la famosa ciudad universitaria inglesa en que se plantea una cadena de asesinatos en los que las matemáticas son parte fundamental tanto de su origen como de su resolución.
En su versión cinematográfica, la película gira alrededor de la confrontación intelectual entre el famoso matemático Arthur Sheldon (John Hurt) y Martin (Elijah Wood) un estudiante que consigue una beca en Oxford con la esperanza de que sea Sheldon quien dirija su tesis doctoral. Ambos colaborarán en resolver una serie de muertes que empiezan con la anciana casera de Martín y vieja amiga de Sheldon y que aparentemente constituyen un juego matemático para atraer la atención y el respeto del anciano profesor.
La confrontación entre las visiones del mundo de los dos protagonistas constituyen un punto importante de la trama. Sheldon sostiene que no existen verdades absolutas, que el estudio de cualquier fenómeno contamina por su mera observación y a que a un determinado problema siempre es posible encontrar múltiples explicaciones verosímiles, siendo imposible encontrar una única verdad. Por el contrario Martin sostiene que todo fenómeno tiene una causa única y una única explicación auténtica y que solo es cuestión de tiempo y pericia el encontrarla.
Pero esas disquisiciones filosóficas nos son introducidas dentro de una trama detectivesca donde, cual cluedo, todos los personajes que se nos presentan (protagonistas incluidos) son sospechosos: el profesor Sheldon, Martin, Beth (Julie Cox) hija de la anciana casera muerta y enamorada de Martin, Lorna (bellísima Leonor Watling) enfermera y amante de Martin y ex-amante de Sheldon (aunque parezca altamente inverosímil), etc. Toda la trama se resolverá en un sorprendente-pero-no-tanto final donde se nos revelará la verdad y la contradicción intrínseca de la película: no existen verdades únicas e irrebatibles excepto la de la trama, que se cierra tan impecablemente como en cualquier película de misterio.
Las interpretaciones de los actores son irregulares, John Hurt realiza un buen trabajo y llena la pantalla interpretando con convicción a un anciano y carismático profesor. Elijah Wood está algo peor, puesto que en pocos momentos pierde esa mirada que está entre la sorpresa y el estupor a la que tiene acostumbrados a los espectadores desde la trilogía de los anillos y que casa muy mal con el papel de brillante matemático. El resto de actores cumple con solvencia pero dado lo esquemático de sus personajes tampoco se les permite destacar mucho.
La película tiene una factura muy correcta, su ritmo es pausado pero va desgranando el argumento sin pausas ni tiempos muertos. Son destacables los dinámicos movimientos de cámara y montaje en las abundantes escenas de diálogo donde un personaje da una explicación larga a otros y que evitan el aburrimiento y el estancamiento de la película. Especialmente destacable el rodaje de la conferencia del profesor Sheldon donde expone la idea central de la película.
En mi opinión sus grandes defectos son la debilidad de la historia que nos cuenta, tantas veces ya contada, y la falta de los elementos propios del cine de Alex de la Iglesia en la cinta. Quizá con un poco más de sentido del humor la película hubiera ganado algunos enteros. Pero todo y así Los Crímenes de Oxford es una película bastante entretenida que además nos permite salir del cine conociendo el principio de indeterminación de Heisenberg o las ideas básicas expuestas en el Tractatus logico-philosophicus de Ludwig Wittgenstein.
(c) 2007 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Los crímenes de Oxford.
- Año: 2008.
- Duración: 110 min.
- País: España.
- Director: Álex de la Iglesia.
- Producción: Priscilla Bertin, Mariela Besuievski, Vérane Frédiani, Gerardo Herrero, Álex de la Iglesia, Kevin Loader, Franck Ribière, Rosa Romero.
- Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarria (a partir de la novela de Guillermo Martínez).
- Música: Roque Baños.
- Fotografía: Kiko de la Rica.
- Reparto: Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling, Julie Cox, Burn Gorman, Anna Massey, Jim Carter, Alan David, Dominique Pinon.
- Productora: Tornasol Films, Estudios Picasso, Oxford Crimes, La Fabrique de Films.
- Web oficial: http://www.loscrimenesdeoxford.com