THE SIGNAL

Una propuesta bastante original dentro del género de terror

The Signal es una película dirigida a tres bandas por David Bruckner, Dan Bush y Jacob Gentry. La película está dividida en tres fragmentos, cada uno a cargo de un director, pero comparten una misma historia y personajes.

El tema de fondo es la aparición de una extraña señal que interfiere todas las comunicaciones (televisión, teléfonos, etc.) que provoca una extraña locura en la gente que queda expuesta a ella durante un rato. Esta locura se muestra un estado de enajenamiento que parece desinhibir la violencia, estimular la paranoia y provocar alucionaciones, empieza a provocar el caos rápidamente. Este planteamiento apocalíptico remite a muchas otras películas y literatura; sin ir más lejos me recordó en algunos momentos a Kairo de Kiyoshi Kurosawa o a Cell de Stephen King en su idea central. Pero la película no tiene interés en contarnos el efecto de la señal en el mundo ni su origen sino mostrar las vicisitudes concretas de un grupo de personajes.

En la primera parte, narrada en clave de película de terror, vemos como Mya (Anessa Ramsey) está despidiéndose de su amante Ben (Justin Welborn) para ir a reunirse con su marido Lewis (A.J. Bowen), que está viendo un partido con sus amigos, cuando empieza a emitirse la señal. Mya, que al parecer no está afectada por la locura, ve como una pequeña discusión tonta sobre la televisión finaliza cuando Ben le rompe la cabeza a un amigo suyo con un bate de béisbol. Al huir, Mya ve como la locura ha ido afectando a todo el mundo de su edificio de apartamentos e intenta huir hacia la estación de ferrocarril, donde tiene la esperanza de reunirse con Ben. Su marido Lewis irá tras ella.

En la segunda parte, narrada en clave de divertidísima comedia negra, se nos presenta a otro grupo de personajes, Anna (Cheri Christian) que daba una fiesta ese día y pero ha tenido que matar a su marido y Clark (Scott Poythress), casero del edificio de Anna que también ha tenido que matar para defenderse. Con ellos se reúne Lewis, que está afectado por la locura pero no es consciente de ello. Este capítulo, divertidísimo, mezcla el shock que tendría una persona normal por verse inmerso en una situación como esa con la propia locura, haciéndonos cuestionar por momentos quién está loco y quién no y qué es lo que está pasando realmente y qué es alucinación.

Y el capítulo final, mucho más dramático, intenta, con más voluntad que éxito finalizar una historia de por sí difícil de acabar, reuniendo a los principales personajes en la estación de tren.

The Signal es una película realizada con muy pocos medios pero muy imaginativa y bien finalizada y que aporta un soplo de aire fresco al género de terror, que parece anquilosado desde hace bastantes años. Los actores, en especial A.J. Bowen están muy convincentes y realistas.

(c) 2007 Jordi Flotats