FIRST SNOW

Como enfrentarse a la perspectiva de la propia muerte

First Snow es el primer trabajo como director de Mark Fergus, guionista de la fantástica The Children of Men y Consequence. La película plantea una pregunta tan antigua como el hombre, ¿existe el destino y por tanto todo lo que nos pasa está ya determinado y nosotros nos limitamos a ponerlo en escena, o realmente tenemos libertad de elección? Pero no se esperen largas disquisiciones filosóficas en First Snow, la película se plantea este tema desde la óptica del cine fantástico, es decir poniendo un escenario donde analizar y ejemplificar. Precisamente eso es una de las grandes virtudes del género, quizá no tan explotada como debería.

First Snow cuenta la historia de Jimmy (Guy Pearce), un comercial de medio pelo lleno de grandes planes para comerse al mundo al que un día un vidente que conoce en una zona de descanso de carretera (J.K. Simmons) le vaticina que va a morir a partir de caiga la primera nevada, y aunque la película se ambienta en el estado americano de Nuevo México, hay anunciada una ola de frío en breve plazo. En primer lugar Jimmy no cree al vidente, pero cuando van sucediendo otras cosas que había predicho su actitud cambia radicalmente y pasa por los cinco estadios del proceso de aceptación: la negación, intentando hacer como si no hubiera pasado nada, la rabia, enfadándose con el vidente, con su novia y con todo el mundo, la negociación, la parte central de la película, en que Jimmy intenta evitar por todos los medios su muerte, primero haciéndose exámenes de salud y luego investigando quién podría querer matarlo, centrando sus pesquisas en un ex compañero de trabajo al que despidieron por su causa (Rick Gonzalez) y en el que fue su mejor amigo, acabado de salir de la cárcel, donde acabó por culpa de su delación (Shea Whigham). Jimmy se va obsesionando a medida que pasa el tiempo, resintiéndose tanto su trabajo como su relación con su novia (Piper Perabo). La parte de negociación del proceso finaliza cuando se acaba escondiendo en una habitación de hotel, intentando huir de todo, y allí empieza la depresión. La aceptación llega hacia el final de la película, cuando Jimmy sale dispuesto a tomar las riendas de su vida y a enfrentarse con el destino cara a cara.

La película muestra muy bien como, en un momento dado, nuestra vida y nuestra rutina diaria, que nos parecía eterna e inmutable puede cambiar de un plumazo, o lo que es peor, finalizar de un plumazo. El principal problema del film es no muestra mucha cosa más, todos los demás elementos de la historia son muy secundarios, tanto personajes como situaciones. Quizá habría podido sacarse más partido de ellos para enriquecer la película con matices y permitirnos tener más empatía con su protagonista.

Guy Pearce hace muy bien su papel, tan bien, que en muchos momentos resulta difícil conectar con un personaje tan vano y mezquino, pero supongo que ese es en parte la intención de la película, mostrar como cuando nos enfrentamos a la perspectiva de la propia muerte todos reaccionamos igual. También da más juego a la hora de especular causas de su hipotética muerte. En este aspecto la película juega con el espectador de forma bastante hitchcockniana haciendo que especulemos y busquemos cuál podría ser el final de Jimmy.

Toda la realización y la fotografía son muy frías, muy distanciadas de las situaciones que retrata, quizá para enfatizar el aire de cine negro en que está rodada la historia.

Personalmente, el principio de la película y aproximadamente hasta la su mitad la película me gustó mucho y me fue gustando menos a medida que continuaba, principalmente por la falta de tramas que impidan que el interés por el protagonista se erosione. De todas formas una película interesante, que vale la pena ver aunque sea por el interesante debate que puede suscitarse comentándola a la salida del cine.