DECISION TO LEAVE

Park Chan-wook, uno de los mejores directores de la actualidad, demuestra que está en su plenitud con una película cuya factura sólo se puede calificar como magistral. La historia que presenta, un thriller con fondo romántico, aparenta suavizar la virulencia de sus argumentos habituales, pero esconde un trasfondo igualmente perturbador.

Park Chan-wook es uno de los directores más personales de Corea del Sur. Su brillante sentido de la estética, su personal modo de contar las historias y su gusto por las tramas complejas caracterizan una filmografía no muy larga pero en mi opinión brillante. Tras la magnífica The Handmaiden (2016), ahora vuelve con Decision to leave, un thriller romántico difícil de clasificar que, siendo distinta de todas sus demás películas, sigue teniendo todas sus marcas de estilo; su trama es laberíntica pero está impecablemente contada con un ritmo narrativo pausado y su puesta en imágenes es apabullante.

El inspector Hae-joon (Park Hae-il) trabaja intentando solucionar homicidios en Busan. Sus compañeros lo respetan por su meticulosidad competencia en el trabajo y está casado con la inteligente Jeong-ahn (Lee Jung-hyun). Aunque sus trabajos no les permiten vivir juntos -ella vive en la ciudad de Ipo, a unas horas en coche-, su relación es feliz. A él su trabajo le obsesiona hasta el punto del insomnio, cubre una pared de su piso con las fotos de los crímenes no resueltos. Por eso cuando le encargan el caso de un hombre que ha sido encontrado muerto en la base de un escarpado pico montañoso cercano se vuelca completamente en la investigación. Inicialmente sospechan de su mucho más joven y bella viuda Seo-rae (Tang Wei), una mujer de origen chino que habla un coreano un poco vacilante y que trabaja como cuidadora de ancianos. Hae-joon empieza sospechando de Seo-rae porque está parece estar demasiado tranquila ante los hechos. Eso le hace investigarla exhaustivamente, seguirla y vigilar su piso. Incluso cuando las pruebas disipan sus sospechas, su investigación se torna obsesión por ella. Una obsesión que ella condona y reciproca de una forma tácita, transformando así la relación entre ambos, que empieza a ser romántica sin llegar a ser amantes. Todo se complicará cuando Hae-joon descubra que la coartada de Seo-rae no es tan sólida como parecía al principio.

Decision to leave es una mezcla a partes iguales de thriller, en la que el inspector protagonista investiga y disecciona las muertes que se presentan y historia romántica. Aunque como como historia romántica es ciertamente particular; los dos protagonistas tienen una química evidente, pero no hay ninguna escena de sexo. Lo máximo que se tocan son sus manos. A través del argumento, Park Chan-wook nos plantea la falibilidad de las percepciones humanas, tanto del entorno como de la interpretación que hacemos de las emociones de los demás. Sólo hasta el final -y quizás ni entonces- podemos saber si Seo-rae quería a Hae-joon o sólo reflejaba de vuelta los comportamientos que percibía en el otro. Una falibilidad que el director constrasta con las grabaciones de los teléfonos, pieza central de la trama.

Park Chan-wook demuestra una vez más que es un maestro narrando en imágenes. La química instánea entre los protagonistas se muestra en la sincronía con la que mueven y gesticulan o en detalles como, tras haber comido sushi en la mesa de interrogatorios de la comisaría, ambos limpian la mesa con total compenetración sin cruzar palabra. Como siempre, el director se preocupa por mostrar todos los detalles al espectador para que componga el puzzle de la historia. De pocas películas se puede afirmar que cada uno de sus planos ha sido pensado exhaustivamente hasta encontrar el más estético y adecuado para lo que se quiere contar, pero esta me parece una de ellas.

La fotografía, a cargo de Kim Ji-yong (The Age of Shadows), es simplemente soberbia. Hay un auténtico muestrario de ángulos de cámara interesantes; que juegan con la simetría, que ponen puntos de vista particulares, cenitales,... La iluminación está a la altura, con otra variedad de tomas diurnas, nocturnas e inteligentes juegos con los reflejos. Decision to leave es sin duda una película visualmente preciosa.

El reparto también es muy bueno. Park Hae-il está elegante y convincente en su papel de detective; pero su personaje es quizás el menos agradecido. Su total identificación con el trabajo que realiza, con todo el insomnio y la obsesión que conlleva, me resultó un poco exagerada, aunque necesaria para la trama. Tang Wei está espectacular en su papel de mujer esencialmente misteriosa; aparte de un carisma espectacular, muestra de una forma sutil un gran rango de emociones.

Decision to leave me ha parecido una película de una factura magistral. Personalmente no la coloco entre mis favoritas de Park Chan-wook porque no me interesó ni enganchó como The Handmaiden o Old boy, pero sin duda la disfruté y me parece recomendable para todos los aficionados al buen cine.

(c) 2023 Jordi Flotats