TODO A LA VEZ EN TODAS PARTES

Dan Kwan y Daniel Scheiner vuelven al cine tras Swiss Army Man con otra película incalificable. Esta vez la trama gira alrededor del multiverso: cada vez que alguien toma una decisión se crean un universo con cada posible opción. En el centro está una familia inmigrante de origen chino instalada en Estados Unidos. A través de ellos viviremos una serie de aventuras llenas de comedia, artes marciales y locura, pero también se nos presentarán unos personajes entrañables y una trama con mucho más fondo de lo que parece.

Todo a la vez en todas partes Los directores y guionistas Dan Kwan y Daniel Scheiner (conocidos conjuntamente como Daniels), debutaron en el cine con Swiss Army Man , seguramente una de las películas  menos convencionales de 2016. Una obra visualmenye rompedora y gamberra que bajo su aparente extrañeza esconde una historia de amor, depresión y amistad muy bien narrada. Estos elementos sin duda llamaron la atención de los hermanos Anthony y Joe Russo -responsables de la dirección de algunas de las mejores películas de Marvel-, que ejercieron como productores de su segundo trabajo, Todo a la vez en todas partes. En esta película consolidan su distintivo modo de contar historias; aunque totalmente diferente de la anterior, esta película nos vuelve a proponer una historia muy bien construida y la vuelve a envolver de una capa de comedia, extrañeza e imaginación a raudales. Esta vez el argumento gira alrededor del concepto del multiverso, que Marvel también está usando en su actual fase del MCU, pero de una manera que yo encontré mucho más efectiva.

En el centro de la trama se encuentra la familia de origen chino afincada en Estados Unidos formada por Evelyn (Michelle Yeoh), su marido Waymond (Ke Huy Kwan), su hija veinteañera Joy (Stephanie Hsu) y Gong Gong (James Hong), el anciano padre de Evelyn. El matrimonio regenta una decrépita lavandería y el día en el que arranca la acción tienen que visitar al IRS (la institución que realiza las inspecciones fiscales en Estados Unidos) porque tienen que auditar irregularidades en sus cuentas que pueden acabar de hundir el negocio. Por la noche han planificado celebrar el año nuevo chino en la lavandería. Joy se presenta con su novia Becky (Tallie Medel) y Evelyn duda si presentarla como tal a su padre, lo que provoca el enésimo conflicto con su hija. Evelyn se encuentra en el centro de la familia; su marido es muy amable pero ella considera que le falta practicidad y tenacidad. A pesar de cuidar de su padre, éste siempre la ha tratado con dureza, dejándole claro lo decepcionante que le parece lo que ha hecho con su vida. Con Joy también tiene una relación complicada; tiene su mismo carácter fuerte y aunque intenta evitarlo, a veces no puede evitar juzgarla y agobiarla.

Su auditora en el IRS es Deirdre (Jamie Lee Curtis), una mujer madura que dirige toda su considerable amargura a su trabajo. Cuando la visitan, todo tiene pinta que irá tan mal como era previsible, pero sucede algo completamente inesperado; cuando quedan a solas en el ascensor Wayland parece cambiar de personalidad y le dice a Evelyn que es una versión de su marido correspondiente a un universo distinto que está ocupando temporalmente el cuerpo de su versión en este universo. En su universo, la Evelyn alternativa descubrió como moverse entre distintas versiones de uno mismo en el multiverso, y cómo adquirir temporalmente habilidades de otras versiones. Para ello hace falta un gadget (que Weyland suministra a Evelyn), concentración y realizar alguna acción estadísticamente improbable (como comerse la cera labial). Este Weyland le cuenta a Evelyn que necesita su ayuda para luchar contra Jobu Tupaki, una entidad caótica que amenaza la estabilidad misma del multiverso y que parece habitar en todos los universos a la vez. Esta Evelyn ha sido elegida por ser una de sus versiones más grises dentro del multiverso.

Primero parece tomárselo a broma, pero pronto Evelyn verá que lo que le sucede es real y tendrá que aprender a la fuerza a moverse por el multiverso si quiere salvar su vida, ya que los esbirros de Jobu Tupaki empiezan a perseguirla ocupando los cuerpos de la gente que tiene alrededor. Pronto la cosa se complicará aún más cuando descubra la identidad original de Jobu.

Como cualquier película que presenta universos paralelos, Todo a la vez en todas partes corre los riesgos de presentar un argumento confuso o difícil de seguir y de caer en inconsistencias. Y a pesar del tono de comedia y la locura de los detalles de la trama, la historia está muy bien contada y se entiende perfectamente gracias a divertida escena introductoria entre la Evelyn protagonista y el Weyland del universo “alfa” que ha conseguido moverse entre versiones de uno mismo.

Los directores aprovechan el concepto para crear una gran variedad en el aspecto visual; cambios en el color de la fotografía, en la relación de aspecto de la imagen e incluso fragmentos animados conviven en una película que vuelve a usar el humor como motor; todas las escenas tienen algún momento (o muchos) en los que podemos reir y nos invitan a no tomarnos demasiado en serio lo que vemos. Pero al mismo tiempo los personajes se construyen maravillosamente -especialmente a la protagonista- aprovechando que se presentan varias versiones de los mismos. Una o varias elecciones divergentes en sus vidas han convertido a Evelyn en lo que es, en una estrella de cine especialista en artes marciales, en una cocinera espectacular o en una cantante. A través de sus diferencias se nos presentan de forma más clara sus valores centrales. Entre ellos están los vínculos que unen a una  familia que, a pesar de tener disfuncionalidades, se quiere y se necesita.

Y es que bajo las divertidas capas de locura la película tiene un fondo considerable; bajo el drama familiar, Evelyn explora las posibles ramificaciones de su vida causadas por pequeñas elecciones y se acaba planteando el sentido mismo de la vida. Y tiene además que confrontar la depresión y el nihilismo de Jobu Tupaki, que ha realizado el mismo ejercicio y ha llegado a la conclusión que la vida no tiene ningún sentido; todo acaba siendo aleatorio y a la vez resulta imposible escapar de uno mismo, no importan las elecciones personales, todas acaban desenbocando en lo mismo. La película no ofrece una respuesta mascada; parece optar por afirmar que, precisamente porque la vida efectivamente no tiene sentido, todos sus momentos tienen la misma importancia. Por eso lo mejor es valorarlos al máximo e intentar estar presente para la gente que te importa.

Que nadie se engañe por este último comentario;  Todo a la vez en todas partes no pontifica. Es una historia narrada a toda velocidad; con divertidas y espectaculares luchas de artes marciales que beben del wuxia; humor de todos los calibres y unos personajes entrañables amplificados por el gran casting. Michelle Yeoh, encasillada en papeles en películas de acción, demuestra que es una actriz soberbia. Sabe dotar a su Evelyn del cansancio que le producen sus problemas, un cansancio que la lleva a infravalorar y ver sólo los defectos de su marido. Pero también refleja perfectamente su progresiva transformación hasta el final de la película. Ke Huy Kwan, que tuvo su momento de fama como actor infantil en Indiana Jones en busca del Templo MalditoGoonies, realiza otra gran interpretación creando a un tipo con pinta de inofensivo, siempre con la cabeza en las nubes y patológicamente amable. Sus versiones alternativas son muy distintas entre sí, y Kwan sabe darle los matices a cada una manteniendo la esencia del personaje. James Hong, una leyenda entre los actores estadounidenses de origen asiático, aporta su carisma para crear al padre eternamente desaprobador. Me sorprendió muy favorablemente Stephanie Hsu, prácticamente la coprotagonista. Se nos cuentan pocos detalles de su vida, pero la actriz sabe transmitir  muy bien su tristeza y depresión para que nos los podamos imaginar sin problemas. No me sorprendió Jamie Lee Curtis; ya ha demostrado muchas veces su increíble talento para la comedia. Su personaje es un auténtico regalo y lo aprovecha para protagonizar algunos de los mejores momentos.

Para mi gusto Todo a la vez en todas partes lo tiene todo; argumento, personajes, ritmo, acción, imaginación, aspecto visual innovador, humor y diversos niveles de lectura. Si tuviera que sacarle algún defecto sería que el tramo final es un poco demasiado largo, quizás se podría quitar un poco sin afectar para nada lo que se narra.

No me queda más que recomendar con entusiasmo esta película. Los amantes del cine más convencional pueden tener problemas con su aparente extrañeza, pero merece la pena relajarse y entrar en el viaje que proponen sus directores. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en un cine.

(c) 2021 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: Everything Everywhere All at Once
- Año: 2022
- Duración: 2h 19min
- País: Estados Unidos
- Director: Dan Kwan, Daniel Scheinert
- Guion: Dan Kwan, Daniel Scheinert
- Productor: Allison Rose Carter, Sarah Finn, Tim Headington, Dan Kwan, Mike Larocca, Todd Makurath, Theresa Steele Page, Jon Read, Josh Rudnick, Anthony Russo, Joe Russo, Daniel Scheinert, Jonathan Wang, Michelle Yeoh
- Fotografía: Larkin Seiple
- Montaje: Paul Rogers
- Música original: Son Lux
- Reparto: Michelle Yeoh, Stephanie Hsu, Ke Huy Quan, James Hong, Jamie Lee Curtis, Tallie Medel, Jenny Slate, Harry Shum Jr., Biff Wiff, Sunita Mani, Aaron Lazar, Brian Le, Andy Le, Narayana Cabral, Chelsey Goldsmith, Craig Henningsen, Anthony Molinari, Dan Brown, Panuvat Anthony Nanakornpanom, Cara Marie Chooljian, Randall Archer, Efka Kvaraciejus, Peter Banifaz, Audrey Wasilewski, Li Jing, Dylan Henry Lau, Peter Boon Koh, Timothy Eulich, Daniel Scheinert, Michiko Nishiwaki, Jane Lui, Jason Hanmer, Timothy Scott Ralston, Hiroshi Yada, Elle Alexander, Amanda, Emmett Ferguson, Waymond Lee, Randy Newman, Pablo Ramos, D.Y. Sao
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Subido por Jordi Flotats con fecha 13/06/2022 10:36:36