NIDO DE VÍBORAS

Kim Yong-hoon debuta en la dirección en un thriller con influencias de los hermanos Cohen en el que un grupo de personajes amorales se disputa la posesión de una bolsa llena de dinero

La industria del cine y la televisión surcoreana está pasando por un momento muy dulce en Occidente gracias a Parásitos, la cinta que consiguió el Oscar a mejor película en 2019, y a series de gran éxito como El juego del calamar. Estos éxitos catapultan sus producciones a un mercado global y con suerte ayudarán a que lleguen más fácilmente a nuestro país, donde hasta ahora no terminaban de estrenarse en salas de cine, llegando sólo al circuito de festivales. Quizás un signo de esto es Nido de víboras, la ópera prima del director Kim Yong-hoon, un thriller de enredos lleno de humor negro con influencias del cine de los hermanos Cohen y un reparto excelente.

La película se basa en una novela de la autora japonesa Keisuke Sone y propone una historia presentada en episodios no ordenados en el tiempo en el que un grupo de personajes perseguirán una maleta llena de dinero. Empieza en un hotel de mala muerte con casa de baños anexa en la ciudad portuaria de Pyeongtaek. Allí el conserje nocturno Jung-man (Bae Sung-woo) descubre una bolsa llena de dinero en una de las taquillas de los vestuarios. Sorprendido y dividido sobre lo que hacer, esconde la bolsa en el almacén donde guardan los objetos perdidos sin comentarlo. La vida no le ha tratado bien en los últimos años; su pequeño negocio se hundió y ahora él y su esposa realizan trabajos meniales y el dinero no les alcanza para que su hija pueda pedir un crédito para estudiar. Además viven con su anciana madre (Yun Yuh-jung), que tiene demencia y les hace la vida imposible. Aunque es un hombre honesto, la visión de tanto dinero le recuerda lo mucho que lo necesita.

Otro protagonista de la historia es el agente de aduanas corrupto Tae-young (Jung Woo-sung). Le debe mucho dinero al señor Park (Jung Man-sik), un prestamista que si no recibe el pago pronto hará que su silencioso sicario (Bae Jin-woong) le rebane alguna parte corporal con su afilado cuchillo. Para ello intentará timar a un antiguo compañero de escuela que ha estafado dinero y busca salir del país con su ayuda. Pero en lugar de encontrarse con él, se encuentra a un curioso policía que le busca ().

En otra parte de la ciudad Mi-ran (Shin Hyun-been) es una joven que trabaja como acompañante en un club admistrado por la fría y glamourosa Yeon-hee (Jeon Do-yeon). Está atrapada en un matrimonio abusivo y también tiene problemas económicos. Cuando un cliente se enamora de ella, empieza a acariciar la idea de matar a su marido de manera que parezca accidental y cobrar el seguro de vida.

Nido de víboras es una de esas películas cuya trama va conectando progresivamente un grupo de personas que a priori no parecen tener nada que ver. Lo hace con un sentido del humor muy negro, presentando unos personajes amorales que siempre suelen elegir la peor opción cuando se enfrentan a una decisión. Sus reacciones les dan la suficiente humanidad como para que el espectador conecte con la narración, pero no la suficiente como para convertir la narración en tragedia. El excelente reparto posibilita que esa combinación funcione muy bien. Jung Woo-sung (el "bueno" de El bueno, el malo y el raro), aporta carisma a un funcionario corrupto, estafador y ludópata que no puedes evitar que te caiga un poco simpático. Jung Man-sik (The Yellow Sea, A Hard Day) transmite perfectamente la amenaza y el peligro de su personaje. Mi favorita en la película es Jeon Do-yeon (La criada), que da vida a una auténtica psicópata con gran carisma y elegancia. También destaca Yun Yuh-jung (ganadora del Oscar a la mejor actriz secundaria por Minari) en su pequeño papel de anciana odiosa con demencia.

Nido de víboras no es una película perfecta; a veces su trama no es tan ingeniosa como su escritor pretende, sus influencias están claras y algunos giros son previsibles. Su fotografía, que captura la oscuridad y las partes más feas de una ciudad portuaria, es muy correcta y apropiada para un thriller, pero no aporta mucha personalidad al conjunto. Con todo, me pareció una buena película, cuyo reparto la convierte en un entretenimiento de gran calidad. Espero que continúen llegando a nuestras pantallas de cine más obras como esta, cine comercial bien realizado de una industria potente y llena de creadores interesantes.

2021, Jordi Flotats