Sitges 2020: Crónica del Sábado 10

Crónica del tercer día del Festival. Películas vistas: Spiritwalker, No matarás y Peninsula

Portada del diario del Festival del del sábado 10 y el domingo 11 de Octubre Hoy el Festival ha otorgado a Oriol Tarragó el premio Maria Honorífica por su aportación al género fantástico. Tarragó, uno de los diseñadores de sonido con mejor curriculum del cine español puesto que ha trabajado en más de setenta producciones, con directores como Jaume Balagueró, Kike Maíllo, Denis Villeneuve, Daniel Monzón o Juan Antonio Bayona y en películas referentes del género fantástico. Sin ir más lejos se encargó del diseño de sonido de Malnazidos, la película inaugural de este Sitges 2020 y de Cosmética del enemigo, que está en la sección oficial. Antes de recibir el premio ha participado en la masterclass In conversation with dentro de la sección Sitges Film Hub, donde ha hablado de su carrera profesional.

Hoy ha estado en Sitges buena parte del equipo de No matarás, la segunda película de David Victori protagonizada por Mario Casas, que se ha presentado en el Auditori por la tarde. Aparte del director, han estado los productores Laura Fernández Britas y Carlos Fernández, los actores Mario Casas, Elisabeth Lorena, Milena Smit y Fernando Valdivieso y el músico Macaco. Carlos Fernández ha destacado el compromiso del Festival con el cine español y el respaldo que la industria del cine está dando a los exhibidores de cine, estrenando películas cuando la gran industria estadounidense permanece congelada. Si ir más lejos, No matarás se estrenará en más de 300 salas a partir del 16 de Octubre. David Victori ha resaltado la completa libertad que ha tenido a la hora de arriesgar en el formato de su película y la entrega total de los actores, que no han dudado en salir de sus zonas de confort para interpretar sus papeles. Mario Casas, ha confirmado este punto, afirmando que se había puesto por completo en las manos de Victori.

Empiezo el día en el Retiro viendo la película surcoreana Spiritwalker, de Yoon Jae-keun. La película es un thriller con mucha acción cuya particularidad es que su protagonista no sólo no recuerda quien es, sino que además se despierta en un cuerpo que no reconoce como suyo. Y no es un buen despertar, puesto que está herido de bala junto a un coche accidentado que parecía haber estado conduciendo. Cuando sale del hospital el mismo día empieza a intentar atar cabos, pero de repente sufre una conmoción y se despierta habitando otro cuerpo. Parece que cada doce horas se produce un cambio. Sabiendo esto, que los cuerpos en los que despierta parecen tener relación y que hay una mujer que parece saber quien es, intenta averiguar qué está pasando.

No creo que Spiritwalker cambie la historia del cine, pero me ha parecido una película muy correcta. La cinta tiene un ritmo narrativo muy bueno y sabe gestionar la intriga correctamente para irnos dando miguitas de información que al final se juntan en una explicación que a mi no me pareció demasiado convincente, pero que al menos ata por completo la historia. Además se intercalan escenas de acción bien realizadas y coreografiadas, algunas muy deudoras de las películas de John Wick, que acaban de hacer el conjunto muy divertido de ver. He pasado un buen rato; en estos días esto es un tesoro.

Continuo por la tarde en el Auditori para ver No matarás, que ha sido presentada por su equipo con mucha ilusión y un mensaje muy bienvenido de reivindicación del cine en las salas de cine. El protagonista de la película es Dani (Mario Casas), el prototipo de buena persona, del tipo que hace lo que los demás esperan de él sin una queja. Ha estado cuidando con cariño de su padre, enfermo terminal, en su casa hasta su muerte, el arranque de la película. Su hermana, una abogada con una carrera prometedora, le regala una especie de billete de avión abierto que permite realizar una vuelta al mundo al ritmo que se desee, uno de sus sueños. A Dani le cuesta aceptarlo, los cambios le cuestan, pero finalmente lo hace. Mientras está en un bar, sopesando si reservar el primer vuelo y marcharse, se cruza con Mila (Milena Smit), una chica atractiva, carismática, peligrosa y manipuladora que lo arrastra a una noche loca por Barcelona que acabará de la peor manera posible.

No matarás está rodada con un estilo completamente inmersivo, con la cámara siguiendo de cerca al protagonista y siempre muy encima de los personajes. La Barcelona nocturna, no turistíca, donde sucede la acción sólo se intuye en los márgenes de las imágenes. Este estilo, junto al gran ritmo narrativo y al gran trabajo actoral, hicieron que la película me pareciera apasionante, logró que entrara en la piel de su protagonista y me planteara la terrible decisión que tiene que afrontar al final. Una gran película, le deseo todo el éxito posible en taquilla.

Termino el día en el mismo Auditori tras un aguacero de película viendo la película surcoreana Peninsula, de Sang-ho Yeon, uno de los platos fuertes de este Sitges. La película transcurre en el mismo mundo que Train to Busan, pero no es una secuela directa. Sang-ho Yeon ya hizo lo mismo con esa película, que transcurría casi a continuación de su gran película de animación Seoul Station sin repetir personajes. En este sentido usa el marco de una Corea invadida por una plaga zombie para contarnos historias diferentes mientras hace avanzar el tiempo y el marco general evoluciona. Peninsula transcurre cuatro años después que Train to Busan, en un mundo que ha aislado la peninsula de Corea por tierra y por mar para dejar contenida la plaga zombie. Los ciudadanos coreanos que pudieron huir viven como refugiados, y al menos en Hong Kong, son tratados como ciudadanos de segunda. El protagonista, un antiguo militar consumido por la culpa y el peso de las decisiones que tuvo que tomar cuando huyó, malvive en esa ciudad hasta que a él, a su cuñado y a dos expatriados más unos mafiosos les ofrecen realizar una misión en su tierra natal. Ellos se encargan de acercarlos por barco hasta una ciudad en la costa y les indican la localización probable de un camión cargado de dólares que quedó abandonado. Su misión es traer el dinero durante la noche -los zombies están casi ciegos en la oscuridad- a cambio de una parte del botín. Una vez allí descubren que, a parte haber legiones de no-muertos, hay aún supervivientes que se han organizado en una sociedad brutal.

Peninsula es una película muy distinta a Train to Busan, lo cual a priori me parece una buena idea. Cambia el entorno limitado de un tren por una gran ciudad e incorpora influencias tan diversas como el entorno postapocalíptico de Mad Max (Cúpula del Trueno incluida) o la estética del videojuego. La película tiene acción a raudales, e incorpora multitudinarias persecuciones en coche. La acción está bien rodada, aunque los efectos digitales a veces se vean demasiado, y la película es tremendamente entretenida. Quizás por tener los referentes anteriores del director, me decepcionó un poco, porque sus personajes están mucho peor definidos y su final es absurdamente lacrimógeno. A pesar de esto, la película es más que digna y un entretenimiento de primera que seguro que gusta a los fans del género.

(c) 2020 Jordi Flotats

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Subido por Jordi Flotats con fecha 21/10/2020 09:24:33