PUÑALES POR LA ESPALDA

Tras su convulso paso por la franquicia de Star Wars, el director Rian Johnson vuelve con una película que homenajea a las historias de misterio de toda la vida con un toque muy bienvenido de comedia y un reparto espectacular.

El director Rian Johnson siente una obvia fascinación por el thriller y el cine negro, como demuestran su excelente debut, Brick, un ejercicio de noir ambientado en un instituto y Looper, un thriller de ciencia-ficción con viajes temporales que en mi opinión se toma un poco demasiado en serio para que funcione del todo. Estos trabajos le valieron ser elegido para dirigir una de las películas de la nueva trilogía de Star Wars, Star Wars: Los últimos Jedi. El resultado generó mucha polémica entre los más fans de la saga, que odiaron muchas de las decisiones argumentales que se tomaron en ella. Personalmente me pareció una mala película, más por aburrida y por tener un hilo argumental demasiado fino para tantos minutos, que por otros factores. Tras esta tormenta mediática y lo que le ha llovido a través de las redes sociales, Rian Johnson ha vuelto con una película tan inesperada como bienvenida, Puñales por la espalda, una revisitación del cine de misterio clásico, del whodunnit, con toques de comedia y un reparto espectacular.

Harlan Thrombey (Christopher Plummer) es un célebre y rico escritor de novelas de misterio que vive en su mansión, una casa fantásticamente complicada, diseñada como si fuera el escenario de una (o varias) de sus obras. Tras celebrar su 85 cumpleaños cenando con su familia, aparece muerto a la mañana siguiente en su habitación. Su muerte parece un extraño suicidio, por eso dos detectives de la policía (Lakeith Stanfield y Noah Segan) se disponen a realizar pesquisas de rutina. Pero pronto aparece el famoso detective Benoit Blanc (Daniel Craig), que ha sido contratado anónimamente para averiguar lo que ha pasado. Blanc y la policía interrogarán a la familia; su hija, la elegante Linda (Jamie Lee Curtis); el marido de Linda, Richard (Don Johnson); su hijo Walt (Michael Shannon); y Joni (Toni Collette), su nuera, viuda de otro de sus hijos. Todos ellos discutieron con Harlan la noche anterior por temas de dinero. También hablará con Marta Cabrera (Ana de Armas), la enfermera de Harlan, que estuvo con él hasta medianoche. Marta además tiene una peculiaridad: es incapaz de mentir sin sentir náuseas. Aparte de ellos, entre los sospechosos también se encuentra Ransom (Chris Evans), hijo de Linda y Richard, que estuvo en la fiesta y se fue dando un portazo tras discutir con su abuelo.

Rian Johnson muestra toda esta serie de interrogatorios como flashbacks donde elige mostrar lo que pasó realmente en lugar de mostrarlo desde el punto de vista del narrador. De esta forma el espectador puede ver las mentiras y omisiones de cada uno, contadas en un tono ligeramente comédico. Tras eso, la trama vuelve a dar diversos giros, más o menos sorpresivos, hasta la resolución final del puzzle. En este sentido la película no puede decirse que sea demasiado original, pero tampoco lo pretende; Cuchillos por la espalda homenajea y a la vez intenta poner al día las historias de Agatha Christie, con un asesinato cometido en circunstancias extrañas, un montón de sospechosos y un detective que llega al fondo del misterio de forma brillante. El guion de Johnson tiene las grandes virtudes de introducir el humor sin caer en la parodia, de atar bien todos los cabos de la historia y de ofrecer al espectador toda la información necesaria para resolver el puzzle.

Sumado al buen guion debe sumarse la pericia de Johnson para dar el ritmo adecuado a la narración y para aprovechar al máximo el excelente diseño de producción y de vestuario. La mansión del escritor asesinado está llena de detalles de decoración estrafalaria e hilarante -como el trono de cuchillos donde interrogan a los sospechosos-, recovecos y muebles góticos.

El reparto de la película es otra de sus grandes bazas; todos los actores resultan perfectos para sus papeles, empezando por un Christopher Plummer en un papel amable al que debe estar poco acostumbrado. Don Johnson, Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Michael Shannon y Chris Evans interpretan con gran vis cómica a unos personajes divertidamente odiables; interesados, avariciosos y clasistas. Cada uno de ellos logra ser desagradable a su manera. Daniel Craig parece habérselo pasado en grande en su caracterización de gran detective con un acento sureño casi impenetrable, a pesar de ser el que ha mantenido su interpretación menos sutil y rozar la parodia en algunos momentos, la verdad es que resulta divertido. Pero de todos, quien en mi opinión destaca más es la actriz española Ana de Armas, que, con una interpretación sutil y expresiva, otorga a su personaje una gran dignidad sin perder gracia en los momentos de comedia. También me sorprendió positivamente Chris Evans con un personaje que derrocha carisma y encanto.

Cuchillos por la espalda me ha parecido una muy buena película, que sabe divertir y homenajear a un género sin caer en la parodia, con un guion muy sólido y unos actores fabulosos. Espero que Rian Johnson siga haciendo cine al margen de las franquicias, porque continua demostrando que es un director muy interesante cuando cuenta la historia que le apetece.

(c) 2019 Jordi Flotats