EL BLUES DE BEALE STREET

Barry Jenkins, el director de la magnífica Moonlight, ha adaptado una novela del escritor James Baldwin que cuenta una historia de amor convertida en trágica por culpa de la discriminación racial. El resultado final es visualmente espectacular, elegante y cuenta con un reparto extraordinario, aunque no llega a tener la brillantez de Moonlight.

Poster de El blues de Beale Street

Barry Jenkins se dio a conocer mundialmente gracias a su segunda película, Moonlight (2016), el precioso retrato de un personaje en tres etapas de su vida que mostraba el racismo, la marginalidad y la complicada situación de los homosexuales dentro de la comunidad negra de Estados Unidos. Contra todo pronóstico y en una ceremonia muy accidentada, la película se llevó tres premios Oscar; a mejor película, a mejor actor secundario para Mahershala Ali y a mejor guion adaptado. Tras la comprensible expectación generada por estos premios, Jenkins acaba de estrenar su siguiente trabajo, El blues de Beal Street, una adaptación de una novela de James Baldwin. La película, visualmente arrolladora, cuenta como el racismo sistémico genera infelicidad y puede llegar a destruir familias a través de una historia de amor trágico ambientada en la década de 1970.

La película se ambienta en el barrio de Harlem, en Nueva York, en la década de 1970. Allí dos jóvenes, Tish (KiKi Layne) y Fonny (Stephan James), se enamoran y buscan un lugar para poderse ir a vivir juntos. No es tarea fácil para una pareja negra sin demasiado dinero, pero cuando finalmente lo logran, Fonny es detenido y acusado de allanamiento y violación. Los cargos son totalmente falsos, pero están respaldados por el testimonio de un policía y por el de la propia víctima, probablemente obtenido bajo presión. Fonny es encarcelado en espera de juicio mientras ambas familias se organizan para tratar de buscar un buen abogado y recabar pruebas de su inocencia. Para colmo Tish se da cuenta que está embarazada y así como su familia y Fonny se lo toman muy bien, su suegra y sus cuñadas se lo toman fatal y la culpan de todo. La narración intercala el presente -el encarcelamiento de Fonny- con flashbacks que narran la relación entre los dos jóvenes.

El blues de Beal Street es formalmente un melodrama, rodado sin excesos dramáticos, pero su tema de fondo es el racismo sistémico que impera en los Estados Unidos. Su título hace referencia a la calle Beale de Nueva Orleans, el epicentro de la cultura de los ciudadanos afroamericanos. La película retrata como esos ciudadanos viven casi de espaldas a unas autoridades que también les dejan de lado, los margina y los maltrata de una forma arbitraria. Esto crea un círculo vicioso de marginalidad, pobreza y delincuencia que, tal como refleja la película, impide que muchas personas puedan tener vidas normales y satisfactorias.

Gracias a la dirección de Barry Jenkins, la fotografía de James Laxton y la banda sonora de Nicholas Britell, El blues de Beal Street es una película preciosa. La fotografía, llena de colores cálidos, es espectacular y detallista; todo, escenario, atrezzo y vestuario, contribuye a la paleta de colores. La música de Nicholas Britell, mezcla de sinfónica y jazz, le acaba de dar la elegancia y la emoción a las imágenes.

El estilo de Barry Jenkins le da mucha cancha a los actores, pero también les exige mucho; usa con gran frecuencia la técnica del plano-contraplano cuando dos personajes conversan, cediendo toda la pantalla al actor que está hablando. En esta ocasión el reparto ha respondido estupendamente, todos están estupendos. La joven KiKi Layne, que debuta en el cine con esta película, realiza una actuación contenida, llena de dignidad y muy expresiva. Stephan James también realiza una interpretación magnífica de un personaje cuya desesperación va en aumento a medida que se va complicando su situación legal. Regina King también destaca en su papel de madre coraje.

Aunque personalmente me gustó más Moonlight, El blues de Beal Street me ha parecido una muy buena película, visual y formalmente preciosa cuyo tratamiento del racismo es mucho más profundo del que se suele ver en el cine. Sin duda Barry Jenkins ha demostrado que es un director de gran talento con mucho que decir.

(c) 2019 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: If Beale Street could talk.
- Año: 2018.
- Duración: 121 min.
- País: Estados Unidos.
- Director: Barry Jenkins.
- Guion: Barry Jenkins, basándose en una novela de James Baldwin.
- Productor: Chelsea Barnard, Mark Ceryak, Megan Ellison, Sarah Esberg, Dede Gardner, Caroline Jaczko, Barry Jenkins, Jeremy Kleiner, Jillian Longnecker, Sara Murphy, Brad Pitt, Adele Romanski.
- Banda sonora: Nicholas Britell.
- Fotografía: James Laxton.
- Montaje: Joi McMillon, Nat Sanders.
- Reparto: KiKi Layne, Stephan James, Regina King, Colman Domingo, Teyonah Parris, Michael Beach, Aunjanue Ellis, Ebony Obsidian, Dominique Thorne, Diego Luna, Finn Wittrock, Ed Skrein, Emily Rios, Pedro Pascal, Brian Tyree Henry, Bobby Conte Thornton, Marcia Jean Kurtz, Dave Franco, Ethan Barrett, Milanni Mines, Charles Turner, Carla de la Haz, Kaden Byrd.
- Sitio web: http://www.bealestreet.movie
- Tráiler:

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Subido por Jordi Flotats con fecha 10/02/2019 07:12:21