Brutalidad policial contra brutalidad delictiva
The Outlaws es el primer trabajo del director surcoreano Kang Yun-sung, un thriller basado en hechos reales, con grandes dosis de acción, un tono desenfadado, momentos de humor, ocasionales dosis de xenofobia y nulo respeto por los derechos de los detenidos (especialmente si son extranjeros). La película se ambienta en 2004 en el distrito de Garibong en Seúl. En este distrito, que cuenta con una zona comercial llena de pequeños locales, viven muchos ciudadanos coreanos de origen chino y emigrantes chinos. Hay bastante delincuencia; básicamente organizada en bandas, en su mayoría integrada por inmigrantes chinos, alguna por coreanos. Las bandas controlan los diferentes locales y extorsionan a la gente en su territorio. Mantienen un equilibrio tenso, salpicado con ocasionales incidentes violentos. Todo se rompe cuando llegan tres inmigrantes de China liderados por Jang Chen (interpretado por la estrella de K-Pop Yoon Kye-Sang). Son brutales, sangrientos y no respetan ningún territorio. Usando la violencia y el terror forman su propia banda, empiezan a adquirir territorios y extorsionar con más brutalidad de la habitual a los comerciantes.
Cuando empiezan a aparecer cuerpos la policía se preocupa; el caso cae en la Oficina de Grandes Crímenes, cuya fuerza motriz es el sargento Seok-do Ma (Ma Dong-Seok aka Don Lee). La unidad va deteniendo y tratando de obtener información a guantazo limpio de todo maleante chino que pillan (si están en la comisaría lo hacen detrás de un biombo para que no los graben las cámaras, hilarante), pero la nueva banda crece y se hace más violenta. Finalmente, implicando a comerciantes locales e incluso a una banda (de coreanos claro) rival, logran tenderles una trampa que conducirá a la batalla final.
La película, llena de escenas de lucha, con set pieces multitudinarios, tiene un ritmo endiablado y frecuentes momentos de humor. En el lado técnico, las luchas están bien rodadas pero no son demasiado imaginativas y se hacen un poco repetitivas. Por el lado del contenido, éste no me gustó nada. La película tiene todo el vigilantismo y el desprecio por el sistema legal de las películas de Chuck Norris mezclado con un desprecio total a la comunidad china de Corea del Sur. En la película sólo salen dos tipos de chino: el delincuente y el pobre desgraciado, honesto, pero que hay que tratar con paternalismo porque no acaba de entender las cosas. Quizá me pilló en mal momento, pero los chistes de apalear detenidos no me hicieron ninguna gracia. Ni el personaje de Ma Dong-Seok, que todo el mundo trata como si fuera un prodigio físico pero que personalmente me pareció un señor entrado en carnes, un Bud Spencer sin gracia ninguna. Su personaje encarna todos los males de la película: es corrupto, casualmente brutal, descerebrado, paternalista. Y claro, sin él la policía es incapaz de resolver un caso.
Aunque sus valores de producción son correctos y al parecer ha tenido mucho éxito en Corea del Sur (¡qué miedo!), sólo recomiendo la película a los aficionados al cine de acción que sean capaces de abstraerse de esos horrendos valores. Si alguien los comparte, prefiero no recomendarle nada.
(c) 2018 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Beomjoidosi.
- Año: 2017.
- Duración: 121 min.
- País: Corea del Sur.
- Director: Yoon-Seong Kang.
- Guion: Yoon-Seong Kang.
- Productor: Won-seok Jang.
- Música original: Mowg.
- Fotografía: Ju Sung-lim, Kim Yong-seong.
- Montaje: Kim Sun-min, Hwang Eun-ju.
- Reparto: Jin-ah Bae, Gwi-hwa Choi, Ki-Joon Hong, Hyung-Joon Im, Seon-kyu Jin, Jae-yoon Jo, Sung-kyu Kim, Kyu-Ho Lee, Dong-seok Ma, Moo-Je Min, Jin Mo, Kye-Sang Yoon.
- Sitio web: http://www.finefilms.co.jp/outlaws/
- Tráiler: