ATERRADOS

Excelente terror provinente de Argentina

El cine argentino es poco conocido por sus producciones de terror; se realizan muy pocas películas de ese género, suelen ser de bajo presupuesto y no cuentan con buena distribución. Quizá por eso el director Demian Rugna, gran aficionado al género, ha tenido que esperar a su cuarto largo para poder realizar Aterrados, un ejercicio modélico de construcción de suspense y tensión con un final explosivo y más de un susto convincente.

En una calle de una barriada de Buenos Aires empiezan a ocurrir fenómenos extraños. En una casa, el marido llega y se encuentra a su esposa asustada porque ha oído voces que venían de las cañerías asegurándole que la matarían. En la casa de al lado un hombre no puede dormir porque por las noches hay objetos que se mueven por toda la casa; después de consultar con muchos profesionales es derivado a una profesora que estudia fenómenos extraños. Al otro lado de la calle una mujer llama a la policía, asegurando que su hijo acabado de enterrar ha vuelto a casa por su propio pie. El policía encargado (Maximiliano Ghione), un antiguo novio suyo, llama a un forense retirado (Norberto Gonzalo) con experiencia en fenómenos paranormales para que le aconseje. Una vez allí el antiguo forense se encuentra por la calle con la profesora, que ha llegado para estudiar el caso del otro lado de la acera. Ambos, junto con un experto extranjero (George Lewis), se convencen de que los fenómenos de las tres casas están relacionados y de que esa zona merece un estudio pormenorizado. Por eso, con las casas vacías, se reparten uno en cada casa para realizar experimentos y recabar información. El policía también está presente para echarles una mano, pero acabará por lamentar haberlo echo.

La película arranca con una secuencia inicial estupenda, donde se va construyendo el terror empezando por elementos muy cotidianos no exentos de sentido del humor. Las interacciones entre la pareja y entre el marido y su vecino son reales como la vida misma. Ese naturalismo hace que la creciente espiral de sucesos extraños sea más impactante. Demian Rugna juega perfectamente con el suspense, sabe crear el clima adecuado para luego golpear con lo sobrenatural. Tampoco hay un abuso de carnaza; la película tiene momentos más grotescos que gore. Este magnífico inicio, donde se plantean los fenómenos que suceden en las tres casas, me recordó en cierto modo al terror japonés de principios de los 2000, también basado en la cotidianidad y el suspense, pero con más sentido del humor.

El segundo tramo de la película plantea una investigación paranormal a cargo de los tres expertos. Cada uno tiene sus métodos; uno usa cachivaches tecnológicos, los otros dos parecen confiar más en péndulos y artilugios místicos. Independientemente de eso, los tres son azotados por las fuerzas que se concentran en el barrio, cada uno de una forma distinta. En este punto la película empieza a transitar por territorio conocido por los aficionados al cine de terror, pero la excelente dirección de Rugna la eleva muy por encima de la media. Rugna sabe atraer la atención del espectador e ir construyendo poco a poco la tensión hasta que descarga en un hecho extraño. Después rebaja la tensión con un humor muy bienvenido y vuelve a empezar otra vez. La explicación sobre la causa de los fenómenos que se esboza provoca un final correcto y muy en la línea del cine de terror.

Aparte de los excelente guion y dirección de Demian Rugna, la película cuenta con un reparto sólido. Los actores compensan bastante bien lo esquemático de sus personajes; un de los pocos puntos flojos de la cinta. Está especialmente bien Maximiliano Ghione en su papel de tipo normal, nada acostumbrado a lo sobrenatural. Un policía a punto de retirarse debido a sus problemas de salud que pasará el peor rato de su vida.

Me ha gustado mucho Aterrados, en mi opinión es una de las mejores películas de terror de este año. Además el hecho que provenga de Argentina me parece otro punto a favor; estamos muy acostumbrados al terror anglosajón y de vez en cuando resulta muy refrescante ver otras ambientaciones. Si tiene éxito no me extrañaría que la película tuviera continuación; su final abierto y lo sólido del mundo sobrenatural que plantea dan para ello.

(c) 2018 Jordi Flotats