BLADE OF THE INMORTAL

Takeshi Miike vuelve al cine de samurais

BLADE OF THE INMORTAL Takashi Miike es un director atípico; en su filmografía se puede encontrar de todo: bueno, regular y malo; terror, thriller y comedia, a veces en la misma película; adaptaciones de manga loquísimas y sobrio cine de samurais. Además es un hombre de 57 años que con Blade of the Inmortal firma su película número 100 como director. Dado que su primera película la dirigió en 1991 eso implica que produce una media de casi cuatro (!) películas por año. Y eso, aparte de su tremenda capacidad de trabajo, también dice mucho del "acabado" de sus películas; entre sus virtudes no parece estar el perfeccionismo obsesivo, algo que personamente echo un poco de menos. En mi opinión algunas de sus buenas películas no han acabado siendo grandes películas precisamente por esa falta de acabado. También es cierto que en muchos casos esa rapidez se ha traducido en frescura y espontaneidad.

Por todo esto, a pesar que es un director al que sigo, cada vez que voy a ver una película de Miike lo considero un poco como un juego de azar. ¿Qué tocará? ¿Muy buena, buena, regular, mala o malísima? Y en el caso de Blade of the Inmortal por desgracia me tocó entre regular y mala. La película adapta un manga que Hiroaki Samura lleva largo tiempo publicando en Japón. El guionista Tetsuya Oishi (que ya adaptó el manga Death Note) ha tenido la difícil tarea de elegir qué llevar a la pantalla de una serie de 30 volúmenes publicada a lo largo de 20 años.

La película arranca con un prólogo en blanco y negro en el que el samurai renegado Manji (Takuya Kimura), acompañado por su hermana Machi (Hana Sugisaka), es emboscado por un numeroso grupo de cazarecompensas. A cambio de que dejen en paz a Machi, se ofrece a entregarse, pero la matan, lo que provoca un combate feroz en el que acaba con todos pero queda herido de muerte. Entonces una misterisa anciana, Yaobikuni (Yoko Yamamoto), lo cura usando 'gusanos de sangre', que permanecen en su organismo, restaurándolo continuamente y curándolo cuando hace falta (pero por algún motivo dejan la cicatriz). Eso lo convierte en virtualmente inmortal, un poco como un Lobezno samurai.

Tras ese inicio la historia se adelanta cincuenta años en el futuro, donde una escuela marcial, la Ikki-ryu, liderada por Kagehisa Anotsu (Sota Fukushi), está retando a todos los dojos de otras escuelas marciales para que se unan a ellos o les combatan a muerte. Y aunque no son muy simpáticos, son muy buenos luchadores y están acabando con todo el mundo. Tanta es su notoriedad que desde el shogunato se están planteando nombrarlos la escuela oficial para la guardia del Shogun, un puesto tan honorable como poderoso. La cosa se complica cuando matan al padre de Rin (también interpretada por Hana Sugisaka), el líder de un dojo. Rin jura venganza y cuando se topa con Manji, que vive como un ermitaño, medio enloquecido por su inmortalidad, le pide ayuda para ejecutarla. Influenciado por la semejanza misteriosa entre Rin y su difunta hermana, Manji accede y empieza a liquidar uno a uno a los notables de los Ikki-ryu. Mientras las intrigas en la corte se enredan más y para colmo, entran en escena los cazarrecompensas.

A diferencia de los dos anteriores trabajos de Takashi Miike sobre samurais, las clásicas, sobrias y soberbias Thirteen Assassins (2010) y Hara-kiri: Death of a Samurai (2011), Blade of the Inmortal no aspira al realismo ni a la contención. La película se estructura a partir de los diferentes duelos a espada que se suceden con breves interludios sobre la trama política entre los dojos y el shogunato. La galería de personajes pintorescos que se enfrenta al antihéroe es amplia y variada, hay un par de escenas multitudinarias en las que los protagonistas cortan a trozos a decenas de sicarios.

Las escenas de combate de la película son gráficas en su aproximación a la violencia; hay numerosos apuñalamientos, tajos y amputaciones. También se alejan del los combates clásicos de las películas de samurais, con un estilo de lucha menos anquilosado y con el uso de numerosas armas nada tradicionales. Eso y lo abigarrado y extremo de los vestuarios y los personajes alejan por completo la película del realismo y supongo que la acercan más al manga en el que se basa (no he tenido ocasión de leerlo).

Aunque técnicamente la película me pareció correcta, con una buena fotografía y banda sonora y algunas escenas de combate bien realizadas, sus dos horas y veinte minutos de duración se me hicieron muy largas. A partir de un cierto punto la película se convierte en una sucesión de duelos donde siempre se acaba imponiendo el protagonista gracias a sus poderes curativos. Los personajes no tienen ninguna profundidad y Hana Sugisaka en mi opinión realiza un pobre trabajo de interpretación como hija deseosa de venganza. La película tiene tanta sangre y violencia que llega un momento en que satura y se convierte en rutinaria. Y lo tenue del argumento no ayuda a levantar el interés. Lástima, esperemos que alguna de las cuatro películas que Takashi Miike realice el año que viene sea la buena.

(c) 2017 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: Mugen no jûnin.
- Año: 2017.
- Duración: 80 min.
- País: Japón, Reino Unido.
- Director: Takashi Miike.
- Guion: Tetsuya Oishi basándose en el manga de Hiroaki Samura.
- Producción: Tetsu Fujimura, Alainée Kent, Hiroyoshi Koiwai, Shigeji Maeda, Misako Saka, Jeremy Thomas, Peter Watson.
- Música original: Kôji Endô.
- Fotografía: Nobuyasu Kita.
- Montaje: Kenji Yamashita.
- Reparto: Takuya Kimura, Hana Sugisaki, Sôta Fukushi, Hayato Ichihara, Erika Toda, Kazuki Kitamura, Chiaki Kuriyama, Shinnosuke Mitsushima, Ken Kaneko, Yôko Yamamoto, Ebizô Ichikawa, Min Tanaka, Tsutomu Yamazaki.
- Sitio web: http://www.bladeoftheimmortalfilm.com

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Subido por Jordi Flotats con fecha 27/10/2017 12:43:13