VETERAN

Un muy buen thriller con toques de humor

El surcoreano Ryoo Seung-wan es un director con una trayectoria muy sólida y regular; casi siempre ha cultivado el thriller sin perder el sentido del humor, consiguiendo algunas películas excelentes como No blood no tears (2002), The Berlin File (2013) o The Unjust (2010), para mi gusto su mejor trabajo hasta ahora; un thriller lleno de humor negro que constituye una crítica despiadada a la policía y el sistema judicial de su país. Con Veteran, su último trabajo, vuelve a cargar en clave de comedia de acción contra los privilegios de las clases más acomodadas, aunque sin tanto mordiente como The Unjust.

La película arranca con el veterano detective de la policía metropolitana de Seúl, Seol Do-cheol (Hwang Jung-min), intentando capturar una banda de ladrones de coches. Para ello alquila un camión para dirigirse al puerto de Busan sin despertar sospechas; durante el trayecto hace migas con el humilde conductor, Bae (Jung Woong-in) y su hijo. Una vez en el puerto se produce la redada en la que la unidad de Seol da caza a los ladrones y a sus compradores rusos, en una escena dinámica escena de acción que saca mucho partido de los contenedores y los estrechos espacios entre ellos para ofrecer persecuciones y combates salpicados por ocasionales flashes de humor. Más tarde, ya en la ciudad, Seol conoce en una fiesta a Cho Tae-oh (Yoo Ah-in), el heredero y oveja negra de la familia que dirige el imperio corporativo Sin Jin Trading. Cho lo intenta intimidar, acostumbrado a salirse siempre con la suya, pero Seol no se deja impresionar.

En el segundo acto de la película el camionero Bae y sus compañeros son despedidos por la empresa que los subcontrataba por afiliarse a un sindicato. Indignados, protestan, pero la empresa los dirige a su cliente principal, Sin Jin Tradings, responsabilizándolos a ellos de los despidos. Por eso Bae acaba entrevistándose con Cho Tae-oh en la sede de la corporación. Durante el encuentro Cho hace gala de un increíble sadismo, clasismo y violencia que termina con la muerte de Bae. El vicepresidente Choi (Yu Hae-jin) se encarga de lidiar con el desastre y encargarse de que el crimen quede impune, disfrázandolo de accidente y usando todo el poder de la empresa para evitar las preguntas incómodas. Naturalmente Seol no lo permitirá, poniendo su trabajo, su vida y los de su esposa en riesgo negándose repetidamente a plegarse a la voluntad del poderoso Cho.

La película no tiene la sutileza ni la inteligencia en sus críticas de The Unjust, pero no se corta al retratar como gente acostumbrada a estar por encima del bien y del mal al uno por ciento que controla al país a través de sus gigantes corporaciones. Aunque el retrato de Cho es simplista en este aspecto, acumulando en su persona todos los vicios y taras atribuidos a esta clase social, algunas noticias del mundo real, como la que afecta a Cho Hyun-ah, hija del dueño de la mayor aerolínea de Corea del Sur, que humilló pública y despiadadamente a una trabajadora antes de despedirla, muestran que en el retrato hay una parte de verdad.

El retrato de los policías tampoco es demasiado sutil, pero el humor ligeramente autoparódico de la película hace que se perdonen estos problemas. Ryoo Seung-wan dirige con su ritmo endiablado de siempre, haciendo que la película fluya sin estancarse en ningún momento. Las escenas de acción están bien dosificadas y siempre tienen el toque de humor que es casi una marca de fábrica de su director. El reparto también está en la lista de aciertos de la cinta, los actores están muy bien en sus papeles.

En conjunto Veteran es una buena película, un thriller de acción con toques de comedia con un argumento que critica con eficacia pero sin demasiada sutileza las terribles desigualdades entre los más ricos y el resto de la sociedad coreana, algo de rabiosa actualidad en todo el mundo. Un fantástico entretenimiento.

(c) 2015 Jordi Flotats