MISS HOKUSAI

Contemplativo anime sobre la hija del famoso pintor Hokusai

Keiichi Hara trabajó muchos años en la animación en series tan conocidas como Doraimon o Shin Chan, de la que fue director entre 1996 y 2004 y de la que también escribió diez películas, llegando a dirigir seis de ellas. En 2007 empezó una etapa nueva, dedicándose a trabajos más personales como Summer Days with Coo (2007) y Colorful (2010), que le trajeron reconocimento internacional. Su último trabajo, Miss Hokusai, realizado para el estudio Production I.G., se basa en el manga Sarusuberi, de Hinako Sugiuray y lo guioniza Miho Maruo (Colorful). En el equipo de animación ha contado con pesos pesados como el diseñador de personajes y animador Yoshimi Itazu (The Wind Rises) y el artista especializado en fondos Hiroshi Ono (A Letter to Momo, Wolf Children). La película se centra en una figura poco conocida, O-Ei, hija del famoso pintor Hokusai, trabajador incansable y responsable de algunas de las pinturas más emblemáticas de Japón, como las 36 vistas del Monte Fuji o la Gran Ola en la costa de Kanagawa.

La película se ambienta en la ciudad de Edo, hoy conocida como Tokyo, en 1814, una de las ciudades más pobladas del mundo, con samurais, paisanos, nobles, comerciantes, artistas, cortesanas mezclándose en unas calles llenas de vida. Allí habita el maestro Hokusai, ya cincuentón, conocido por su familia como Tetsuzo. Es el artista más presitigioso de su tiempo y vive entregado a su arte en su casa-estudio, atiborrada y desordenada. Acepta encargos, pero no es especialmente codicioso, prefiere entregarse a sus proyectos, que pueden ser tan grandiosos como un Dharma pintado en una hoja de papel de 180 metros cuadrados o tan minucioso como un par de gorriones pintados en un grano de arroz. Es sarcástico, poco hablador y con poca paciencia.

Con él vive su hija O-Ei, tercera de sus cuatro hijas, nacida de su segundo matrimonio. O-Ei también es pintora y tan tozuda, lacónica, talentosa y lenguaraz como su padre, un comportamiento escandaloso para los estándares de la época. Aprende de él todo lo que puede e incluso acaba pintado alguno de sus encargos en su lugar. O-Ei se relaciona mucho con su hermana menor, enferma y ciega de nacimiento, pasea a menudo con ella e intenta describirle la ciudad; en cambio su padre, hipocondríaco y temerososo ante la enfermedad sólo la visita muy ocasionalmente.

Miss Hokusai carece de una trama lineal, se presenta como un conjunto de viñetas, de momentos en la vida de O-Ei. Como en casi todas las vidas, esos momentos no tienen una trama o un propósito final, las cosas ocurren cuando ocurren y no todo está relacionado entre sí. Por eso en mi opinión el guion queda algo deshilvanado. Un formato que al parecer se adhiere al del del manga original, pero que resulta algo pesado en una película. Algunos de los momentos narrados resultan interesantes, especialmente los relacionados con la génesis de las obras de ambos pintores; otros resultan divertidos, como la noche que pasa O-Ei, sexualmente inexperta, con una geisha para quitarse de encima su ingenuidad; otros resultan tristes, como la enfermedad de su hermana; otros simplemente me parecieron algo aburridos. La relación entre O-Ei y Hokusai, eje de la película, se narra de una forma muy sutil, usando sólo pequeños detalles y quitando todo el posible dramatismo a todas las situaciones. Ambos personajes son tan reservados, tan herméticos y lacónicos que cuesta empatizar con ellos e incluso me da la sensación que esa reserva hace imposible al guionista contar demasiado de ellos.

En el apartado visual, me gustó mucho el diseño de personajes principales y también me gustaron los fondos, la forma vívida de representar Edo y cómo el dibujo de la propia película se funde a veces con el estilo de los pintores a los que en el fondo rinde homenaje. No me gustó tanto la animación, muy estática en los detalles.

Miss Hokusai me dejó con sentimientos encontrados, me gustó la idea, me interesó el tema y disfruté en algunos momentos, pero el estilo narrativo me pareció pesado y los personajes (especialmente O-Ei), demasiado herméticos. La película es muy irregular, a ratos me interesó mucho y a ratos me aburrí mucho, desde luego no es un film fácil de ver.

(c) 2015 Jordi Flotats