TWO THUMBS UP

Comedia de acción 100% Hong Kong

El hasta ahora guionista Lau Ho Leung (Painted skin, The great magician, debuta en el cine con Two Thumbs Up, una mezcla de comedia y thriller con fuertes influencias del cine de Hong Kong de los ochenta y los noventa y un cierto aire pulp que un guion bastante inspirado y un gran casting hacen que funcione muy bien.

La película empieza en Malasia, donde Lucifer, también conocido como Big F (Francis Ng con un retro-peinado espectacular) es liberado de la prisión. Tras volver a casa en Hong Kong, se pone en contacto con los miembros de su antigua banda; Crazy B (Simon Yam con peinado afro) trabaja -peor aún, vive- en una bolera; Johnny T (Patrick Tam, con otro peinadazo) ejerce como peluquero en un puesto ambulante que monta en un callejón y el corto de vista East L (Mark Cheng), el antiguo conductor, trabaja ahora como mecánico y conductor de minibús. Big F los convence para que den otro golpe, de los que no pueden fallar: a partir del minibús destartalado de East L y robando piezas de desguace de vehiculos policiales, crean una furgoneta policial; con ella y disfrazados de policías (pero con armas de fogueo) se irán a las afueras de la ciudad a interceptar un furgón funerario usado para repatriar cadáveres de la China continental y robarán el dinero sucio que los gángsters esconden en los cadáveres. Pero, lógicamente, no todo va como se planea; por un lado un policía, Chui les está siguiendo la pista; por otro, cuando van a robar el furgón descubren que otra banda de atracadores -con armas automáticas muy reales- ha tenido exactamente la misma idea que ellos y han empezado a matar gente sin vacilar. La noche será muy movida, la banda se separá, juntará, se encontrarán con gente que no esperan pero finalmente recuperarán su espíritu de grupo para afrontar la situación y acabar convirtiéndose en héroes a su pesar.

La película, con una trama llena de enredos, nos pinta a un grupo de ladrones veteranos y algo chapuzas que, a pesar de no estar dentro de la ley, no son violentos ni quieren hacer daño a nadie; por eso cuando inocentes se cruzan en el camino se sienten obligados a defenderlos. En la trama se alternan momentos muy divertidos de pura comedia con momentos de acción bien rodados, aderezados con algún momento dramático algo dulzón que se hace perdonar por lo simpático de la historia y por lo escaso de sus pretensiones. Los actores, muy bien elegidos, tienen mucha culpa de que la película funcione tan bien, especialmente los veteranos Simon Yam y Francis Ng, capaces de echarle carisma y descaro, ofreciendo tanto momentos cómicos como más serios.

La dirección de Lau Ho Leung está a la altura de lo alocado de su guion; su puesta en escena es exhuberante, con buen ritmo narrativo y barra libre de flashbacks, pantallas partidas e incluso diagramas sobreimpresos en pantalla para ilustrar los planes o deducciones de los personajes. La fotografía también es muy correcta, ofreciendo contrastes entre la megalópolis de Hong Kong y la quietud nocturna de los montes que la rodean.

Sin duda Two Thumbs Up no pasará a la historia del cine, pero en conjunto me ha parecido una película más que aceptable. Una historia divertida con una puesta en acción descarada, un humor y una temática clásicas en el cine de Hong Kong con unos personajes que tienen toda la paleta de grises moral interpretados por actores ya clásicos de ese cine. Merece la pena verla y esperar hasta el final de los créditos.

(c) 2015 Jordi Flotats