THE FAKE

La fe no siempre mueve montañas

THE FAKE Corea del Sur es un país que en los últimos quince años ha desarrollado industria fílmica muy potente, muy enfocada a su mercado interno, pero que poco a poco ha empezado a cruzar sus fronteras gracias a producciones de gran calidad y muy exportables. Empieza a ser frecuente encontrar películas surcoreanas en la cartelera, aunque de momento su exhibición sea bastante minoritaria y no duren demasiado en cartel. Mucho más extraño es que nos lleguen producciones de animación de este país, por eso me alegra y sorprende a partes iguales el estreno de The Fake. The Fake se llevó el premio de la sección de animación de la edición de 2013 del Festival de Sitges, pero por cuestión de horarios me la perdí.

The Fake, dirigida y escrita por Yeon Sang-ho, es una producción independiente con un estilo de animación muy sobrio y bastante simple que propone una historia con mucha enjundia. Un pequeño pueblo está condenado a desaparecer bajo las aguas debido a la futura construcción de una presa. El gobierno ha compensado ecónomicamente a sus pobladores y muchos ya se han ido. Queda un grupo de vecinos que aún vive allí, todos feligreses del pastor joven pastor Sung, un hombre muy implicado con la comunidad, capaz de realizar curaciones y que promete a los vecinos la construcción de una nueva iglesia y un nuevo pueblo al que podrán mudarse para formar una comunidad que viva en armonía. Para ayudarlo con los aspectos prácticos de esta tarea cuenta con Choi Gyeong-seok, un hombre de negocios que predica que sólo 144.000 personas podrán ir al cielo y que las donaciones allanan considerablemente el camino para contarse entre ellas. Todo el pueblo sigue con gran fe a estos dos hombres, con una sola excepción: Kim Min-chul, un borracho, pendenciero y violento individuo que por casualidad advierte que Choi Gyeong-seok es un estafador buscado por la policía. Cuando lo denuncia, tanto a las autoridades como a sus vecinos, nadie lo cree. La situación se va haciendo cada vez más imposible; recibe una paliza de los secuaces de Choi Gyeong-seok, la gente le evita. Cuando descubre que su hija ha entrado de lleno en su secta para huir de él, estalla.

The Fake tiene un protagonista con el que es harto difícil simpatizar. Un antihéroe que empieza el film pegando a su mujer, robando a su hija los ahorros que le hubieran permitido ir a la universidad y gastándoselos en partidas de cartas y bebida. Su estado mental es de continuo enfado; el insulto y el grito acuden a su boca cada vez que se dirige a alguien; su presencia en un lugar significa problemas. Pero tiene razón y en cierto modo su causa es justa: Choi Gyeong-seok es un estafador sin ningún escrúpulo que está a punto de robar todos sus ahorros a un grupo de gente que quedará sin casa. Aunque le denuncie sólo porque discutió con él en un bar y él perdió la pelea. Con este protagonista The Fake coloca al espectador en una posición incómoda, lo que en mi opinión favorece que se cree una opinión propia sobre el tema principal de la cinta: la fe.

La película muestra de una forma espléndida los entresijos de una comunidad religiosa lo suficientemente pequeña e aislada como para llamarla secta. En ella hay personas que ponen su fe y sus vidas en manos del pastor por motivos muy diversos; unos buscan huir de sus problemas y sus circunstancias vitales, como la hija del protagonista; otros encuentran aceptación y apoyo de la comunidad, como el chico con un ligero retraso mental que sólo tiene a su abuela enferma; otros buscan una cura imposible, como la propietaria de la única tienda que permanece abierta en el pueblo. O por amor, como el marido de esta última, para mi gusto uno de los mejores personajes, un hombre que sospecha que les están estafando pero que calla para no robarle la última esperanza a su esposa. El pastor Sung también es un personaje complejo, un hombre con fe, hasta cierto punto inocente, pero con un pasado oscuro que le atormenta.

La película es formalmente un thriller de ritmo pausado que va acumulando una tensión que libera volcánicamente al final de la cinta. Como en muchas películas surcoreanas la violencia no es coreográfica, estremece por su cotidianidad. El estilo de animación es muy básico pero suficiente para el relato. Me gustó el diseño de los personajes, y más aún el retrato del pueblo y los escenarios en los que se mueven, tienen el tono de abandono y desolación justo para la historia. La banda sonora de Jang Young-gyu también complementa perfectamente a la acción.

The Fake me gustó mucho, la película se plantea y hace plantearse la naturaleza de la fe, pero a través de una historia disfrutable y unos personajes sólidos. La cinta no ofrece respuestas ni conclusiones sencillas; quizás tan solo que la fe religiosa se alimenta en muchos casos de la infelicidad o la necesidad extremas, del miedo a morir y que es algo innato en el ser humano. Pero estas afirmaciones, aunque puedan parecer cínicas, muy críticas y peyorativas con las religiones, se realizan sin acritud ni burla. Tanto es así que la película deja el discurso racional en manos de un personaje con el que nadie puede simpatizar. Si el protagonista hubiera sido un buen tipo incomprendido hubiera sido más fácil pensar que su punto de vista era el correcto, de esta forma la cinta, especialmente tras su dura conclusión final, deja al espectador libre para que saque sus propias conclusiones. Y si no las quiere sacar le ha dejado un ejercicio notable y disfrutable de cine negro. No se puede pedir más.

(c) 2014 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: Saibi.
- Año: 2013.
- Duración: 101 min.
- País: Corea del Sur.
- Director: Yeon Sang-ho.
- Guion: Yeon Sang-ho.
- Productor: Cho Young-kag.
- Productora: Studio Dadashow.
- Música original: Jang Young-gyu.
- Montaje: Yeon Sang-ho, Lee Yeon-jung.
- Reparto: Yang Ik-june, Oh Jung-se, Kwon Hae-hyo, Park Hee-bon.
- Sitio web: http://www.thefake.co.kr/
- Tráiler:

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Subido por Jordi Flotats con fecha 20/05/2014 13:13:47