SEVEN PSYCHOPATHS

Acción, comedia negra y cóctel de referencias al cine de psicópatas

Martin McDonagh empezó su carrera como dramaturgo en la década de 1990 en Londres. Aprovechando sus orígenes familiares irlandeses, sus primeras obras estaban ambientadas en el condado irlandés de Galway. Sus obras están enmarcadas en el género del teatro de la crueldad, en una variante violenta, extrema, pensada para captar la atención del espectador conocida como in yer face. Tras más de diez años en el teatro, McDonagh debutó en el cine dirigiendo y guionizando Perdidos en Brujas, una notable película llena de humor negro, con un gran guion y notables interpretaciones de sus protagonistas. La cinta sirvió como inauguración del Festival de Sundance en enero de 2009, ganó el premio BAFTA al mejor guion, fue nominada al Oscar en la misma categoría y Colin Farrell se llevó el Globo de Oro al mejor actor de comedia. Seven psychopaths, su segundo trabajo en cine, continua manteniendo sus señales de identidad.

Seven Psychopaths es un explosivo thriller meta referencial, lleno de humor que parodia con sutileza el cine de psicópatas. El protagonista es Marty (Colin Farrell), un guionista irlandés con ciertos problemas con el alcohol que intenta escribir un guion titulado Seven Psychopaths cuya historia gira alrededor de las andanzas de siete asesinos en serie, pero no tiene las ideas muy claras. Su amigo Billy (Sam Rockwell), un actor de segunda fila, intenta influenciarlo y mangonearlo contándole historias de asesinos. Billy colabora con Hans (Christopher Walken), un anciano cuya mujer está en el hospital, en un negocio de secuestro de perros. La cosa se calienta cuando secuestran al perro de un mafioso algo chalado y muy violento, Charlie (Woody Harrelson), que no se tomará bien el secuestro.

La película cuenta con un guion terriblemente ingenioso y divertido, con constantes referencias al cine de psicópatas y de gángsters. Su forma narrativa me pareció fantástica, alternando fragmentos de película que ponen en imágenes las historias de los psicópatas que le cuentan al protagonista, flashbacks y juegos meta referenciales en los que el argumento del guion que escribe Marty se convierte en el de la película, sin confundir nunca al espectador ni dejar de divertir. Me encantó el juego que McDonagh propone al espectador engranando los tópicos del cine de psicópatas en trama, riéndose de ellos y a la vez usándolos sin vergüenza en su película, si jamás abandonar el tono ligero e irónico. Sin duda McDonagh domina el uso del humor negro. También me gustó el cuidado que pone en los diálogos y en la definición de los personajes, incluso los secundarios. Entre los pocos defectos que le encontré, el principal es que en mi opinión el final es un poco demasiado largo, le da alguna vuelta de más al duelo final.

Aparte del guion, el casting de la película es fantástico; todos los personajes cuentan con el actor ideal para interpretarlos. Colin Farrell, un actor que no me gusta en la mayoría de las películas en las que aparece, en esta crea con total convicción a un personaje imperfecto, desorientado, un alcohólico funcional que intenta desesperadamente urdir un guion que valga alguna cosa sin llegar a reunir nunca la voluntad para hincar los codos y hacerlo. Sam Rockwell crea con su habitual competencia a un personaje estrambótico, amoral, extraño que sirve como detonante de toda la acción. Woody Harrelson tiene un personaje hecho a su medida y que le permite aprovechar tanto su indudable veta cómica como su igualmente indudable veta violenta e inquietante. En un papel más secundario, Christopher Walken, la mirada más inquietante del cine, está tan estupendo como siempre. Sam Rockwell, Harry Dean Stanton y Tom Waits completan este reparto de auténtico lujo con papeles más pequeños pero memorables.

Seven Psychopaths me ha parecido una muy buena película, muy distinta de Perdidos en Brujas, pero con muchas de las marcas de identidad de su creador. La película tiene una variante mainstream que puede hacerla llegar a un público amplio que envuelve una historia retorcida, humorística y que se rie de si misma. Me ha gustado mucho, tengo ganas de ver más trabajos de Martin McDonagh.

(c) 2012 Jordi Flotats