ATTACK THE BLOCK

Los aliens atacan el Londres de los suburbios

Cuando el director y guionista Joe Cornish presentó su primera película durante la 44 edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya Sitges 2011, comentó que desde su infancia había sido fan de películas de extraterrestres tipo E.T. o Encuentros en la tercera fase. A pesar de eso, siempre se había preguntado por qué los aliens siempre aterrizaban en Estados Unidos, en el patio de atrás de alguna encantadora familia de clase media-alta, un entorno tan distinto al del suburbio londinense donde creció. Por este motivo, al afrontar Attack the Block no tuvo duda en ambientarlo allí. Cornish definió su película como "un cruce entre 8 Millas y Super 8, definición que, añadiendo las necesarias dosis de comedia, me parece muy acertada.

Attack the Block transcurre durante una noche en un suburbio de South London. Allí, la enfermera Sam (Jodie Whittaker) es atracada por un grupo de adolescentes a punta de navaja mientras vuelve a su piso después del trabajo. En medio del robo, algo cae del cielo sobre un coche y los distrae, resultando ser un ser vivo, que los chavales se apresuran a perseguir hasta acorralarlo y matarlo. Viendo que es un animal extraño y con la esperanza de sacar algo por él, llevan su cuerpo a un piso de su bloque donde el traficante Ron (Nick Frost), que trabaja para el gangster Hi-Hatz, tiene su plantación de marihuana. Pero más adelante empiezan a caer más de esos seres, mayores y con muy malas pulgas, con lo que las cosas se irán poniendo feas. A medida que avanza la noche, empieza un juego mortal del gato y el ratón en el gigantesco edificio de apartamentos entre los chicos, los aliens, la policía y los traficantes locales.

Attack the Block cuenta con una buena realización. La fotografía retrata con acierto los feos suburbios y los apartamentos del bloque londinense, jugando muy bien con las iluminaciones; la banda sonora de Steven Price, con mucho hip-hop y música electrónica, le viene como anillo al dedo al entorno y a los personajes que por él se mueven. Los alienígenas también están muy bien diseñados y bastante bien incorporados a la imagen. El casting de la película es fantástico, empleando a un grupo de actores jovencísimos que actúan con una gran naturalidad. Destaca entre ellos John Boyega, que da vida al líder de la banda de chicos, con una actuación llena de carisma e intensidad. Los más veteranos Nick Frost y Jodie Whittaker dan el perfecto contrapunto cómico en sus escenas.

Joe Cornish firma un guion correcto, una comedia de acción que no busca la carcajada continua, con un buen ritmo narrativo y unos personajes que intentan mezclar el realismo con lo extravangante para conseguir un mejor efecto cómico. Los chicos protagonistas, ya prácticamente delincuentes juveniles cuando empieza la trama, son algo justificados (quizá cuestionablemente) por lo duro de su entorno social. Siguiendo la misma tónica, la policía es presentada casi como una fuerza de ocupación, mostrando ninguna ecuanimidad con ellos. Aunque todo esto es bastante secundario, ya que la película no busca incidir mucho en esto en ningún momento, mostrando simplemente cómo un grupo de ladronzuelos adquiere consciencia de lo sólido de su amistad y de un sentido de la propia responsabilidad. Como es lógico, el buen casting y las interpretaciones de los chicos ayudan mucho a dar credibilidad a la narración.

La verdad es que Attack the Block no pasará a la historia como la película más reflexiva del mundo, ni por plantear coherentemente el problema de Gran Bretaña con las bolsas de marginalidad de sus suburbios, tan puesto en evidencia este verano con los masivos disturbios de Londres y otras ciudades grandes, pero tampoco pretende hacerlo. La película pretende sólo divertir y darle un giro de tuerca gamberro y local a las películas de invasiones aliens y conmigo lo consiguió.

(c) 2011 Jordi Flotats