CLASH (BAY RONG)

Exhibición de tópicos

En general, todas las expresiones artísticas tienen, implícita o explícitamente, un código de interpretación para el espectador, y el cine no es ninguna excepción; a lo largo de los años se han creado códigos, tanto visuales como temáticos que el espectador ha aprendido a reconocer. El cine de género contiene aún más de estas claves; la imagen de una chica en pijama comiendo chocolate en una comedia romántica nos dice que está deprimida; el compañero del protagonista a punto de jubilarse en un thriller policial nos habla de su escasa esperanza de vida; si la cámara enfoca un objeto en una escena sin que esté directamente relacionado con lo acontece, sabemos que ese objeto será importante en la trama; y así podría continuar durante horas. Estas claves en muchos casos han acabado por convertirse en tópicos, y eso no es necesariamente malo; usados con mesura pueden ayudar al narrador a centrarse en lo demás; el cine de acción está lleno de películas tópicas realizadas de forma excelente, normalmente por el medio de narrar visualmente de forma personal. El problema surge cuando la película se compone exclusivamente de tópicos, con pocos detalles que la rediman, que la diferencien del montón; o peor, cuando los detalles que la diferencian son negativos. Por desgracia este me pareció el caso de Clash.

Clash es una cinta de acción y artes marciales vietnamita protagonizada por Johnny Nguyen y Thanh Van Ngo que repiten como tándem protagonista tras The Rebel (2006). Nguyen, miembro de una familia muy involucrada en el mundo del cine en Vietnam, empezó su carrera como especialista en escenas de acción en Hollywood (colaboró entre otras en Spiderman y Collateral) aprovechando su conocimiento de varias artes marciales; en los últimos años ha evolucionado a roles de actor protagonista y en sus dos últimas producciones también se ha encargado del guion. Thanh Van Ngo empezó como modelo, evolucionó a cantante y en los últimos años está empezando a hacer cine, siendo nominada a varios premios por The Rebel.

La protagonista de la cinta es Trinh (Thanh Van Ngo), una dura mercenaria que quiere dejar su oficio y criar a su hija pequeña; pero Long (Hoang Phuc Nguyen), mafioso y turbio hombre de negocios se lo impide. Tiene a su hija y sólo la liberará cuando finalice con éxito un último trabajo para ella, recuperar un misterioso y codiciado maletín en posesión de un grupo de franceses. Trinh reunirá a un grupo de mercenarios para la misión, entre ellos Quan (Johnny Nguyen), que demostrará ser su mejor ayuda pero también tener planes propios.

Si existiera una máquina que generara guiones a partir de tópicos, Clash muy bien podría haber salido de ella. Toda la película es un compendio de clichés del cine de acción: el mcguffin que todos persiguen que cambia de manos mil veces a lo largo de la película; la imagen de tíos (y tía) duros que hablan poco y siempre componen sus frases a partir de chulerías lapidarias dichas con expresión hierática a través de las nubecillas de humo de su cigarrillo; las imágenes a cámara lenta de todo el grupo caminando hacia su destino; la protagonista, dura como el pedernal por una vida difícil, que cae rendida a los encantos del macho alfa a la primera de cambio; las conversaciones filosóficas sobre el sentido de la vida sacadas directamente de frases de galleta china entre el "bueno" y el "malo" (en este caso el malvado gángster y la duro-pero-en-el-fondo-buena protagonista); y un largo etcétera. Bueno, para ser sincero, en Clash las conversaciones profundas bueno-malo son más abundantes y duran más que en la media, además de estar acompañadas por una crispante música pseudo-operística.

La verdad es que le encontré pocas virtudes a Clash; me pareció que aspiraba a tener el exagerado aliento épico y acción desenfrenada del John Woo de su primera etapa junto con el aire de cine negro protagonizado por personajes marginales o caídos en desgracia como el de Johnnie To, sumando además artes marciales a los tiroteos. Por desgracia no creo que llegue ni de lejos a esos referentes. Clash está faltada de ritmo, mal interpretada, su guion está mal escrito y sus escenas de acción son poco espectaculares aparte de algo escasas. Mención aparte merece su irritante banda sonora que mezcla el rap vietnamita con la pseudo-ópera. Me pareció un fiasco.

(c) 2010 Jordi Flotats