ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

Fantástica en lo visual, no tanto en el resto

Empiezo por decir que Tim Burton es uno de mis directores favoritos, por su desbordante imaginación, su oscura, fascinante y personalísima imaginería  y su afición por el género fantástico. Burton tiene un estilo visual propio, que dota a todas sus películas de un aspecto que yo encuentro fabuloso. Pero dejando de lado el aspecto visual, en mi opinión hay dos Burtons, uno que parece realizar los películas que realmente le apetecen y otro más mercenario que se ocupa de proyectos más alimenticios. Del primer Burton procederían películas como Eduardo Manostijeras (1990), Ed Wood (1994) o Big Fish (2003); del segundo Batman (1989) o El Planeta de los Simios (2001). Esta dicotomía provoca que no siempre me gusten sus trabajos, cuando Burton parece implicarse de verdad en el proyecto es un director personal, que busca guiones sólidos que acompañen a sus impresionantes imágenes; cuando el proyecto parece muy alimenticio su dirección es mucho más genérica, correcta pero indistinguible de la de muchos otros artesanos de Hollywood.

¿A qué categoría pertenece Alicia? Por desgracia parece pertenecer más a la segunda que a la primera. La película es una superproducción de Disney que ha buscado la espectacularidad a toda costa, aprovechando el texto de Lewis Carroll sólo cuando sirve a este propósito y modificando la historia original para dotarla de más elementos espectaculares y darle un aire que supongo que intenta ser más adulto.

Al enfocar el guión de Alicia da la sensación que los guionistas asumieron que es una historia que conoce casi todo el mundo, por lo que decidieron empezar la película con una Alicia de 19 años, prácticamente adulta y a punto de prometerse. Los sucesos que le ocurrieron en su infancia en el País de las Maravillas han quedado relegados a sueños mal recordados. Cuando está a punto de anunciarse su compromiso de conveniencia con un joven aristócrata al que desprecia, vuelve a caer por una madriguera de conejo, de vuelta al País de las Maravillas. Allí la Reina Roja gobierna con mano de hierro, apoyada en la amenaza de un terrible monstruo al que sólo ella controla. su hermana, la Reina Blanca vive en una especie de exilio, liderando de forma encubierta la resistencia. Pero existe una profecía que dice que sólo la auténtica Alicia podrá acabar con el monstruo y liberar el País de las Maravillas. Una vez allí Alicia intentará hacer cumplir la profecía con la ayuda del Sombrerero y sus mal recordados amigos de infancia.

A mi parecer en este argumento recae la mayor parte del problema de la película. Las novelas de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo son muestras de entretenimiento supremas, llenas de una imaginación desbordante, con una trama muy difusa, basados en viñetas perfectamente estructuradas llenas de alusiones políticas de su época. Pero sobre todo: no tienen moraleja edificante. La historia que propone esta película es una subversión total de las novelas en que se basa, porque sí la tiene. Esta Alicia es la típica película hollywoodiense, con la típica historia del héroe elegido por la providencia para liberar a la tierra del yugo malvado, aderezada con gotas de ensalzamiento a quien elige su propio destino (contradictorias con el destino manifiesto anterior). Esta Alicia es una película que todo el mundo ha visto, cambiando sólo los escenarios, las caras y los nombres.

En cambio en el apartado visual Alicia es impresionante. Tim Burton brilla como siempre, aportando su personalísimo estilo y creando un País de las Maravillas que alterna zonas de colorido increíble con escenarios de aspecto muy gótico y oscuro. Se ha cuidado cada detalle, haciendo de cada escena un festín para la mirada. Los castillos de la Reina Roja y la Reina Blanca en particular son realmente espectaculares. La fotografía es simplemente preciosa El único inconveniente en este campo es que en la versión convertida a 3D de la cinta la fotografía pierde luz, dándole un aspecto un poco demasiado oscuro.

La dirección de la película es simplemente correcta, algo carente de personalidad, un poco en la línea del Burton en modo alimenticio. La película tiene las etapas previsibles en este tipo de cintas, con la introducción del héroe en situación, su adoctrinamiento y la consecución de su destino manifiesto. Burton ha dotado al conjunto de un ritmo lo bastante vivo para que no sea demasiado tedioso, pero a ratos no lo ha acabado de conseguir. Sólo las maravillosas imágenes me salvaron del aburrimiento en bastantes ocasiones.

Los actores están todos entre correctos y bien. Johnny Deep da vida a un Sombrerero Loco alucinado, un poco en la línea Jack Sparrow, robando el protagonismo a la propia Alicia en bastantes ocasiones, y acaparando la mayor parte de los gags. En esta ocasión Deep sólo consigue llegar al aprovado, no me gustó como en muchas otras ocasiones. Mia Wasikowska, la joven Alicia, realiza una buena interpretación, llena de carisma pero quizá un poco inexpresiva. Las que me parecieron fantásticas fueron Helena Bonham Carter y Anne Hathaway, la Reina Roja y la Blanca. La primera realiza una interpretación completamente exagerada que resulta graciosa y perfectamente apropiada para su papel, muy en la línea de la Reina Roja de Lewis Carrol. La segunda interpreta también a una exageradísma Reina Blanca ligeramente petarda que me resultó muy simpática.

En conjunto Alicia me pareció una película impecablemente realizada, visualmente impresionante, con buenas interpretaciones de buenos actores y una magnífica banda sonora de Danny Elfman que merece mención aparte. Su principal (y gran problema) en mi opinión es su guión, que convierte una película uqe podría haber sido un derroche de imaginación y entretenimiento en otro blockbuster más, alejándola de las mejores películas de Tim Burton. Una verdadera lástima.

(c) 2010 Jordi Flotats