THIRST

La incursión en el género vampírico de Park Chan-wook

THIRSTPark Chan-wook es un de los directores de cine surcoreanos más conocidos fuera de las fronteras de su país, poseedor de una de las industrias más potentes de Asia, con un fuerte consumo interno y que está empezando a exportar producciones en los últimos años; un director que se ha labrado una reputación de estilista de la violencia, especialmente a raíz de su película más conocida, Old Boy, ganadora del Festival de Sitges en 2004.

Ni sus más acérrimos detractores (que los tiene) pueden negar que Park Chan-wook imprime un sello muy personal a sus películas. Muy preocupado por la estética, imprime en cada película un aspecto y estilo visual que intentan ir acordes con la narración; de hecho en muchos casos, son la propia forma de narrar. Después de JSA, el director se embarcó en lo que se ha denominado "la trilogía de la venganza", formada por Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Old Boy (2004) y Sympathy for Lady Vengeance (2005). Estas tres películas, no relacionadas entre sí excepto por el tema central, son las que lanzaron su carrera tanto nacional como internacionalmente, en especial Old Boy. Con estos tres filmes, Park Chan-wook fue definiendo su estilo visual, narrando cada vez más con la propia imagen y su ritmo pausado sin llegar a ser lento, con unas bandas sonoras con ritmo de vals a modo de metrónomo. También destacó en los guiones, demostrando gran preocupación en la construcción de los personajes y sus motivaciones.

Después de "la trilogía de la venganza" se desmarcó completamente de las temáticas tremendistas y oscuras con I´m a cyborg, but that´s OK, una historia de amor entre dos pacientes de un psiquiátrico narrado en tono de comedia romántica marciana y llena de fragmentos visualmente espectaculares que seguían los mundos interiores de los protagonistas. Esta película no tuvo una gran recepción crítica ni de público, aunque a mi me pareció muy buena, a la altura de las anteriores.

Con su último trabajo, Park Chan-wook ha entrado en el cine fantástico con una película de vampiros, Thirst, que le sirve de vehículo para tratar temas como la culpabilidad, la adicción, la fe y la tentación. Y es que el protagonista de la película, Sang-hyun (Song Kang-ho), es un sacerdote. Sang-hyun trabaja en un hospital y se presenta voluntario para formar parte de un experimento médico en África que trata de curar una enfermedad mortal que deja terribles llagas en la piel. A causa del experimento muere, pero resucita gracias a una transfusión de sangre. Desde entonces es un vampiro, si se alimenta con sangre es inhumanamente fuerte y rápido y se encuentra mejor que nunca, pero si no lo hace se debilita y vuelve a manifestarse la enfermedad de la que murió. Sang-hyun se enfrenta al dilema de tener que alimentarse de otras personas o marchitarse horriblemente, y para colmo se enamora de Tae-joo (Kim Ok-vin), una chica huérfana que fue adoptada por una mujer, Lady Ra (Kim Hae-sook) que regenta una tienda de ropa y que ya tenía un hijo enfermizo y medio tonto, Kang-woo (Shin Ha-kyun). Ahora Tae-joo es una especie de cenicienta, casada con Kang-woo y trabajando como una esclava.

En primer lugar hay que decir que Thirst no es una película de vampiros al uso, no tiene cruces, ni ajos, ni cazadores de vampiros ni escenas de acecho y caza de víctimas. Más bien puede decirse que Park Chan-wook usa el vampirismo como excusa para realizar a través de los protagonistas un estudio sobre determinados temas. Su protagonista, un sacerdote tiene que enfrentar su fe y principios religiosos con su propia supervivencia, y cuando falla, la culpa le impide vivir con tranquilidad y le conduce a impulsos autodestructivos. Como siempre, Song Kang-ho realiza un trabajo soberbio en la composición de un personaje extremo, complicado, construido para exponer temas y que resulta poco creíble en ocasiones precisamente por eso; sin resultar demasiado histriónico transmite al espectador todos los matices del guión y lograr transmitir esa complicada credibilidad.

El trabajo de Kim Ok-vin merece una mención aparte. Esta joven actriz de 22 años realiza una actuación que sólo puede calificarse como impresionante, dotando de una tremenda humanidad a su personaje. Interpreta a una cenicienta, una chica explotada sin piedad y a la que no sólo se prohíbe la queja sino que se le exige gratitud; ella aguanta con estoicismo, pero llena de odio por su marido y por su suegra, ansiosa por vivir una vida distinta y disfrutar por primera vez en su vida. A diferencia del sacerdote, este personaje, resaltado por la fantástica composición de Kim Ok-vin, es creíble, sus reacciones son verosímiles, lo que hace que le robe el protagonismo en muchos momentos.

Visualmente Thirst tiene la marca de fábrica de Park Chan-wook; en esta ocasión está llena de sombras y de contrastes entre muy oscuro y muy claro; el rojo de la sangre casi siempre contrasta con el fondo. La sangre (lógicamente) hace acto de  presencia en muchas escenas, usada con mesura y sin caer en ningún momento en el gore, pero siempre con aire mórbido. Thirst es terriblemente morbosa, con unos efectos de sonido usados con sabiduría en combinación con las imágenes para que el espectador se revuelva en su asiento. La banda sonora en esta ocasión resulta más invisible que en otras producciones del director, algo que se echa de menos.

El guión tiene muchos elementos, positivos y no tan positivos. Las historias que cuenta, básicamente la del sacerdote y la de la chica, tienen interés, y el modo de narrarlas es muy bueno, con morbo, con un humor negrísimo que resulta muy divertido, huyendo de los tópicos del vampirismo y con ocasionales estallidos de violencia que ponen los pelos de punta. El único problema que le encuentro es que quiere tratar muchos temas con dos personajes protagonistas, lo que en ocasiones no acaba de encajar y provoca una sensación de dispersión que puede llegar a hacer preguntarse hacia dónde va la película en algunos momentos.

En conjunto Thirst me parece una película notable, visualmente impresionante, con grandes momentos y grandes interpretaciones, pero que intenta contar demasiadas cosas y se dispersa a ratos. Park Chan-wook continúa en buena forma creativa, aunque en este caso en mi opinión ha tropezado un poco con el guión. Aún así, merece la pena verla.

(c) 2009 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: Bakjwi.
- Año: 2009.
- Duración: 133 min.
- País: Corea del Sur.
- Director: Park Chan-wook.
- Guión: Park Chan-wook, Jeong Seo-Gyeong.
- Productor: Park Chan-wook, Ahn Soo-Hyun.
- Fotografía: Chung-hoon Chung.
- Banda sonora original: Cho Young-uk.
- Productora: CJ Entertainment, Focus Features, Moho Films, Universal Pictures.
- Reparto: Kang-ho Song, Ok-vin Kim, Hae-sook Kim, Ha-kyun Shin, In-hwan Park, Dal-su Oh, Young-chang Song, Mercedes Cabral, Eriq Ebouaney, Hee-jin Choi, Woo-seul-hye Hwang, Hwa-ryong Lee, Mi-ran Ra.
- Web oficial: http://www.thirstmovie.com/

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Subido por Jordi Flotats con fecha 10/11/2009 13:13:27