BREATHLESS

Una denuncia del círculo vicioso de la violencia familiar

Breathless es el primer trabajo del surcoreano Yang Ik-June, que a diferencia de la mayoría de los directores de su país ha llegado a dirigir desde su carrera de actor, sin pasar por trabajos de ayudante de dirección. En Breathless ha materializado un proyecto muy personal que le ha llevado más de tres años terminar y en el que ha ocupado los roles de guionista, co-director y actor protagonista.

Breathless muestra el círculo vicioso de la violencia familiar y los abusos. Su protagonista, Song-hoon (Yang Ik-June), es un gángster que junto a su socio Man-shik (Jeong Man-shik) y una pequeña banda de jóvenes gamberros se dedica a cobrar deudas a base de palizas e intimidación; su carácter es irascible y violento, siempre parece estar a punto de abusar física o verbalmente de cualquiera que se cruce en su camino. Sus únicos contactos no violentos son su hermanastra y hijo pequeño, a los que envía dinero y visita y una chica que está terminando el instituto, Han Yeon-heui (Kim Gol-bi), desesperada por su vida familiar con su padre enloquecido y su violento y despectivo hermano Yeong-jae (Lee Hwan). Poco a poco se revela que Song-hoon presenció la muerte de su hermana a manos de su padre y el atropello de su madre. Cuando su padre sale de la prisión, Song-hoon afrontará su pasado y su posible redención.

Supongo que Breathless intenta captar con realismo el lenguaje y las actitudes de las clases más desfavorecidas y marginales de Corea a través de un personajes que hacen parecer educados a los de Quentin Tarantino, pero que transforma algunos diálogos en cansinas repeticiones de tacos. La violencia, factor omnipresente toda la película, es muy convincente y está rodada casi siempre fuera de plano, aumentando así la angustia del espectador.

A pesar de su incómodo envoltorio, Breathless tiene un mensaje muy claro: la violencia y los abusos domésticos engendran más violencia y abusos cuando las víctimas crecen; los hijos abusados suelen convertirse en abusadores y las hijas suelen acabar con parejas que las maltratan. Tal como le dice Song-hoon a un abusador después de apalizarlo: "Los padres en este país están jodidos. Son cabrones patéticos pero cuando se trata de la familia, son Kim Il-sung, ¿no es cierto cabrón? ¿Te crees Kim Il-sung?". Romper ese círculo no es fácil, y es lo que intentan Song-hoon y Han Yeon-heui, cada uno a su manera. Y ciertamente la película no ofrece soluciones mágicas, tal como muestra claramente su dramático final.

La película está rodada con cámaras de mano, con frecuentes primerísimos planos, muy exigentes con las interpretaciones de sus actores, que en general realizan un buen trabajo, especialmente Yang Ik-June, cuya violencia siempre a punto de estallar resulta convincente e intimidadora y Kim Gol-bi, que compone un personaje mentalmente fuerte, una superviviente a toda costa que además logra mantener su humanidad más o menos intacta.

El problema que lastra mucho la película y disminuye mucho su interés es un montaje excesivamente autoindulgente. La película dura 130 minutos y en mi opinión si estuviera sobre los 90-100 sería sustancialmente mejor. La película da demasiada cancha a personajes secundarios que aportan poco al conjunto y que desvían el interés; también se recrea demasiado en las escenas truculentas, especialmente al inicio; están muy bien rodadas y son bastante impresionantes, pero su reiteración hace que su efecto se diluya y canse al espectador.

Si no fuera por este defecto sustancial Breathless sería una película bastante impresionante, especialmente tratándose de un debut. A pesar de sus indudables cualidades, durante su proyección acabé mirando bastante a mi reloj y no puedo negar que sentí un cierto alivio cuando terminó, malas señales todas ellas.

(c) 2009 Jordi Flotats