MY DARLING OF THE MOUNTAINS

Un cambio de orientación del director de The Taste of Tea

El director japonés Katsuhito Ishii, cuyos orígenes están en el anime, ha desarrollado un estilo muy peculiar en sus películas de imagen real; tanto Shark skin man, peach hip girl (1998), como The Taste of Tea (2004) como Funky Forest: The First Contact (2005) tienen un humor y una estética surrealistas, haciendo hincapié en lo raro y con una indudable vena poética en ellas. Con My Darling of the Mountains, Ishii ha dado un giro sustancial a su carrera.

My Darling of the Mountains es un remake, al parecer muy fiel, de la película de 1938 de Hiroshi Shimizu Anma to onna, tanto que Hiroshi Shimizu aparece acreditato como guionista de la película. La película se ambienta en un balneario de montaña de Japón en la década de 1930 cuando por un mandato centenario aún en vigor, el oficio de masajista sólo podía ser ejercido por invidentes. En una larga y pausada escena inicial la película introduce a sus protagonistas, dos masajistas ciegos que viajan de los balnearios de la costa donde trabajan en invierno al balneario de montaña donde van cuando llega la primavera. A pesar de su ceguera, ambos están acostumbrados a moverse por todo el país y han logrado afinar sus otros sentidos, hecho del que se sienten orgullosos, hasta el punto de competir con grupos de excursionistas. Mientras van de camino se cruzan con el carruaje que lleva a los nuevos clientes al balneario, donde van una misteriosa mujer de Tokyo que viaja sola y un hombre y su sobrino.

My Darling of the Mountains se desarrolla con el mismo ritmo lento y pausado que la vida en el balneario que retrata. Allí los masajistas tienen casi todo el día libre mientras esperan ser llamados a alguno de los pabellones de huéspedes. Uno de ellos se enamora de la misteriosa mujer tokyota, que a su vez empieza a frecuentar al hombre que tiene a cargo su sobrino huérfano, insinuando el nacimiento de un triángulo amoroso. También empiezan a darse pequeños hurtos a huéspedes que el balneario no quiere publicitar en exceso.

My Darling of the Mountains es una película lenta, que intenta que el espectador quede atrapado en el ritmo lento de un balneario de montaña en primavera. El entorno de rodaje es impresionante, aprovechando los increíbles paisajes naturales de Japón en muchas escenas donde la cámara se recrea en ellos. La fotografía del filme es muy buena, con muy buen ojo para la composición, alternando el verde de los bosques con los tonos marrones de los interiores y logrando una atmósfera muy cálida y relajada.

La película no tiene mucho argumento, casi todo se concentra al principio y al final, donde se resuelve toda la trama. La intensidad dramática del final coge por sorpresa al espectador que (como yo) se había abandonado al ritmo tranquilo de la acción. El humor, presente en muchos momentos del film es muy sencillo y poco sofisticado, pero me consiguió arrancar la sonrisa.

El trabajo de los actores es correcto, pero realmente tienen poco trabajo en un película tan coral y centrada en el ambiente. Quizá en algunos momentos el movimiento de los personajes ciegos parece algo forzado y poco realista.

Pero en conjunto My Darling of the Mountains me ha gustado. Ciertamente The Taste of Tea me parece una película muy superior y seguro que algunos los seguidores a ultranza de Katsuhito Ishii se sentirán decepcionados, pero creo que con esta película Ishii ha demostrado que también es capaz de bajar el ritmo de la acción y que domina a la perfección el tempo y la atmósfera de la película. Es precisamente la atmósfera que logra lo que me ató a My Darling of the Mountains, y que me provocó la sensación de haber pasado unas horas en un balneario idílico en las montañas.

(c) 2009 Jordi Flotats