POWERFUL FOUR

Adrenalina venida de Hong Kong

Powerful Four es una película de Hong Kong que podría situarse como punto a medio camino entre las películas de artes marciales y de gángsters, productos clásicos de los años ochenta, con el guión justo para medio justificar las escenas de acción y el presupuesto más ajustado que pudiera conseguirse (y eso es mucho) y algunas películas de la última década, más trabajadas, con mejores guiones, algo más de presupuesto y mucho mayor calado, siendo los filmes de la productora Milkyway un buen ejemplo de esto.

Powerful Four se presenta como un largo flashback, en el que tres ex policías, Lui (Simon Yam), Yiu Hung (Waise Lee) y Fatty B (Kent Cheng Chuk-see) que han acudido al entierro de un amigo y antiguo compañero, Luk (Danny Lee), lo recuerdan junto con su viuda Yim-ping (Yolinda Yan Cho-sin). La historia principal se sitúa en los años sesenta en Hong Kong y presenta a un cuerpo de policía donde los mandos son blancos y británicos e impera la corrupción más desatada. Luk es impulsivo y decidido y pronto se mete en problemas por culpa de ello (su apodo es “Sin Cabeza”), pero logra medrar fruto de su competencia. Pronto se hace amigo de Lui, inteligente y ladino, de Yiu Hung, fiel y esforzado y de Fatty B, disoluto y vividor. Los cuatro se ayudan mutuamente a medrar dentro del cuerpo, haciéndolo lo mejor posible pero también prosperando gracias a los sobornos y la corrupción. Juntos deberán enfrentarse al malvado traficante de heroína Sam (Vincent Wan Yeung-ming), que quiere todo el pastel para él.

Los protagonistas de la película son personajes bastante ambiguos, que viven cómodamente en un sistema corrupto, pero que a la vez intentan ejercer como policías. Como en tantas películas por el estilo, los valores que se destacan son la amistad y la lealtad entre colegas. Por otro lado la película aprovecha cada mínima excusa para una pelea multitudinaria o un tiroteo. Su presupuesto es escaso, se realiza un esfuerzo para lograr una buena ambientación, pero sólo da frutos de forma ocasional, resultando a veces risible el vestuario. Los efectos sonoros merecen mención aparte, puesto que en las peleas sólo hay un efecto que se repite a cada golpe.

En conjunto Powerful Four me ha parecido una buena película para ver relajadamente con amigos y reír un rato, tanto con la película como a veces de ella. Aunque las interpretaciones y el ritmo trepidante impiden el aburrimiento, el escaso presupuesto y la pobreza técnica, hacen de la película un producto mediocre aunque simpático.

(c) 2008 Jordi Flotats